domingo, 23 de novembro de 2008

The morning after

Fuego. Si se deja arder un fuego indemostrable durante mucho tiempo lo devora todo, por tanto el fuego hay que extinguirlo, hay que abortarlo. Yo no sé si podré soportar la intensidad del fuego de Bizcochito.

Tengo que tenerlo en cuenta. Tal vez no podamos soportar tanto fragor Vulcánico, o se acabe el efecto placebo, o ella se dé cuenta de que es peligroso que yo me enamore o vea con claridad que el amor no tiene la ventaja evolutiva que yo le había achacado. Tal vez el amor sin amor deje de ser amor. No lo sé.

Sólo sé que las ausencias, las tinieblas, las noches pasadas en vela o sin la persona amada tal vez comiencen y me encuentre decepcionada y confusa.

Creo que puede que hoy o mañana no sepa nada de Bizcochito y le dé millones de vueltas al asunto. No sé, no sé, no sé.

2 comentários:

  1. Bizcochito se ha tatuado ya en tu piel y en tu mente...Yo también he tenido mis tatuajes ardientes en la piel y lo único que recuerdo ahora de todos ellos es que mientras pensaba en cuanto durarian en mi piel,yo más quería amarlos,supongo que todos aprendemos la lección de que todo en la vida es efimero.

    Por cierto,el jueves pasado no pude ír,pero te prometo que una tarde de estas iré y nos tomaremos unos tés...

    Besos mil y cuidate mucho!.

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  2. Gracias, preciosa. Oye, jabonosa, no te olvides de avisar si quieres ir para quedar el grupito.

    Un besote

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