quinta-feira, 31 de dezembro de 2009

中国,“互联网戒严”失败

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    今年开始,中国政府以“集中整治互联网低俗内容”为名关闭了数千家网站,但是,这一政策却因为公众的强烈反弹而失败。

    今年是天安门“六四事件”20周年,还是中共建国60周年。因此,政府花了四个月的时间集中整治互联网,包括为所有电脑强制安装“绿坝”软件等措施。

     整治还是有一定效果的,国外网站Facebook,YouTube,twitter等都被封杀,现在中国网民无法使用这些网站,政府还逮捕了一批通过互联网传播反体制言论的人士。

    但是,强制安装“绿坝”等措施遭到强烈抵制,而且关于这一问题的讨论在互联网上扩散开来,一时成为公众热门话题。

    互联网为中国民众提供了讨论敏感话题的平台。艾滋病团体负责人xxx称,“过去十年互联网对人们生活产生了巨大影响,它几乎等于让人们拥有了变革社会的勇气”。

     互联网上的反对者越来越多,事实上已经形成了一种现象:当政府把一批互联网异议人士逮捕镇压之后,就有更多的人士站出来。中国最近重刑审判了中国著名的反体制人士和互联网作家刘晓波,他是因为发起要求改革体制的“08宪章”运动被捕的。但是审判直接导致数千人在宪章上签字。

    加州大学伯利克分校研究中国互联网问题的xiaochagn说,中国对互联网的管制直接导致了网民的反叛,因此互联网管制的作用正变得越来越小。

quarta-feira, 30 de dezembro de 2009

英国毒贩中国被判死刑

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欧洲毒贩在中国面临死刑

50年来第一次.....英政府、总理国际影响力

      英国毒贩shaikh(50)岁将于本月29号在中国被执行死刑,他是2007年因为贩毒被中国法院判处死刑的。为此英国全国展开了营救大行动。BBC广播公司报道说,这是50年来第一位欧洲人在中国被判处死刑。
      shaikh2007年9月在中国新疆乌鲁木齐入境时,被海关当场查获身上携带有4kg的毒品(价值25万英镑)。当年年底,shaikh被法院判处死刑,虽上诉,但是被驳回。
      去年9月G20匹兹堡峰会期间,布朗总理曾经在与中国国家主席胡锦涛会谈时说希望中国免除shaikh的死刑,但是,仅仅过了一个月,中国最高法院就最终核准了死刑。
         随着行刑日期的临近,英国政府和shaikh的家人为了营救他而多方奔走。北京英国大使馆像中国政府转达说"无论任何情况下都反对死刑",布朗总理21号还给温家宝总理写了一封信,信中请求中国政府特赦shaikh。shaikh的家人和后援团为了使shaikh能免于死刑,拿出了shaikh在英国患焦躁症的病例证明他有精神疾病,还说shaikh只是被犯罪组织利用。法新社报道说,shaikh的两位表兄27号访问了北京,希望能在最后一刻救回shaikh的命。
     然而,中国政府的反应很冷淡。"shaikh的精神没有任何问题,而且携带数量如此巨大的毒品入境,很明显是为了出售"。中国法律对吸食毒品者很宽容,但是对贩毒者量刑非常严厉。外交部发言人姜瑜22号说"贩毒在国际上也是很严重的罪行","对shaikh的判决也很公正。"2001年9月中国也曾不顾韩国的强烈抗议,判处一名韩国毒贩申某死刑。

마약 판매 유럽인 중(中)서 사형 위기

50년 만에 처음 있는 일… 英정부, 총력 구제 노력

마약 판매죄로 중국 법원에서 사형을 선고받고 오는 29일 사형이 집행될 예정인 영국인 아크말 샤이크(Shaikh·53)의 구명을 위해 영국 정부가 총력전을 펴고 있다. 유럽인이 중국에서 범죄 혐의로 사형이 집행되는 것은 50년 만에 처음 있는 일이라고 영국 BBC는 보도했다

샤이크는 지난 2007년 9월 중국 서부의 신장(新疆) 우루무치(烏魯木齊)를 통해 입국하다 시가 25만 파운드(약 4억7000만원) 상당의 헤로인 4㎏을 소지하고 있는 것이 세관 당국에 적발됐다. 그해 말 현지 법원에서 사형이 선고됐고, 항소했지만 기각됐다.

영국의 고든 브라운(Brown) 총리는 지난 9월 미국 피츠버그에서 열린 G20(주요 20개국) 정상회의에서 후진타오(胡錦濤) 주석을 따로 만나 샤이크에 대한 사형 판결을 면제해줄 것을 요청했지만, 중국 최고인민법원은 다음달인 10월 샤이크에 대한 사형 판결을 최종 승인했다.

집행일이 다가오면서 영국 정부와 샤이크의 가족들은 구명을 위해 백방으로 뛰고 있다. 베이징의 영국대사관은 "어떤 경우에도 사형은 반대한다"는 뜻을 중국 정부의 요로에 전달했고, 브라운 총리는 지난 21일 원자바오(溫家寶) 총리에게 관용을 베풀어줄 것을 요청하는 서한을 보냈다. 샤이크의 가족들과 후원단체들도 샤이크가 영국에서 조울증으로 치료를 받는 등 정신병 병력이 있고, 범죄단체에 속해 단순히 마약을 운반했을 뿐이라며 사형 집행 면제를 호소하고 있다. AFP통신은 샤이크의 두 사촌형제가 27일 베이징을 방문해 마지막 구명 노력을 벌인다고 보도했다.

그러나 중국 정부의 반응은 냉랭하다. 샤이크에 대한 자체 정신 감정 결과 별문제가 없었고, 소지한 마약의 규모로 봐서도 중국 내 판매 의도가 분명하다는 것이다. 중국은 마약 구매자에 대해서는 관대하지만, 마약 판매자에 대해서는 처벌이 엄격하다. 장위(姜瑜) 외교부 대변인은 지난 22일 정례 브리핑에서 "마약 밀수는 국제적으로 엄중한 범죄 행위"라며 "샤이크에 대한 재판은 공정하게 진행됐고, 영사 면회도 적절하게 실시됐다"고 말했다. 앞서 지난 2001년 9월 중국 당국은 한국 정부의 강력한 반대에도 불구하고 한국인 마약사범 신모씨에 대해 전격적으로 사형을 집행한 바 있다.

terça-feira, 29 de dezembro de 2009

Zine "A partir de hoy"

Aca va el link para bajar el zine "A partir de hoy", dedicado enteramente a la poesia y realizado por Leonardo Xifra.

Esta es la portada:


y aca va el Link para descargar (esta comprimido, ocupa poquito):

http://www.mediafire.com/?yzxjd2zxojd


Imprime, Fotocopia y Distribuye
Reenvia y Distribuye
Sin fines de lucro, material cultural.

segunda-feira, 28 de dezembro de 2009

美国与朝鲜双边会谈

韩国人对美国与朝鲜直接对话的态度

新书介绍:《亚当斯密在北京》(译文)

“如果中国复兴,世界会变得更加平等?”

北京 亚当*斯密

    “20世纪后半期世界经济最重要的事件是以中国为中心的东亚经济的兴起。”这是最近经常会听到的一句话。但是接着说“东亚经济的兴起会促进世界各个文明之间的力量均衡,也有助于实现亚当斯密所倡导的自由市场经济”的话,恐怕大多数人就不会明白作者到底在说什么了。

       意大利左翼经济学家的新书《亚当斯密在北京》,虽然很难理解,但是也提出了自己独特的主张。用一句话概括其主张就是:“这不是资本主义的解体,而是美国的经济霸权被中国取代。”如果单纯说“中国和东亚经济的繁荣将取代美国在世界经济中的地位,新亚洲时代已经开始”,似乎并没有什么新意,每个人都知道世界经济的中心从意大利的威尼斯转移到英国后又转移到美国。下一个中心将是中国的预测已经出现过无数次了。


      为避免老生常谈,作者从区分市场经济和资本主义写起。市场经济的历史比资本主义要长的多,所以区分二者也不是毫无意义的。问题是它说“资本主义的代表国家是美国,市场经济的代表国家是中国”。这样一来,经济重心从美国转移到中国就与以前的转移在性质上完全不同了。“这次是资本主义经济衰退,新的经济制度浮现”。作者并没有详细解释它所提出的新经济体制,即所谓“斯密式世界市场社会”,而只是含糊的说“新的,平等的世界秩序”、“友好的文明联邦”“社会方面更平等,生态和谐”等。

      作者是左派理论家,他从亚当斯密而不是卡尔马克思身上寻找理论根据显得很新颖。他说:“马克思主义对资本主义的概念无法解释中国,”“但是斯密的市场经济理论倒是能很好解释看似与斯密无关的中国经济。”这本书的题目《斯密在北京》也正是从此而来。

     作者对斯密的解释也非常传统,他说:“斯密并不完全信赖市场,也不完全推崇资本主义,更没有支持劳动分工。”根据对斯密的解释,作者把中国定义为“既不是社会主义,也不是资本主义,而是非资本主义市场经济”,中国的发展与西方不同,它不是通过对劳动者无穷无尽的压榨,而是通过渐进的改革,发展农业,社会主义式的医疗福利设施,大量受过高等教育的劳动者等实现经济发展的。

     西方资本主义的特点是“资本能源集约型”,而中国的特点是“劳动力集约资源节约型”。西方的发展导致了经济不均衡和战争,而中国式的东亚经济实现了平等、和平。

      作者作为“世界体系论”的主要理论家(代表人物是Wallerstein)对资本主义提出了自己很独到的观点和看法。

     但是,这种两分法到底有多大说服力值得怀疑。这本书2007年出版后在左派引发持久的争论。且不说关于作者对亚当斯密的解释和对中国经济的评价,但是对作者观点的反论就有一大堆,而右派基本没有什么反应。因为基本世界观的差异,想要被主流舆论接受看起来很难。



sábado, 26 de dezembro de 2009

Sin ti


Las nuevas palabras no pueden esconder el cansancio. Ya sé cómo cocerlo: a fuego lento, con brevedad de brisa. No quiero que me intoxique y me obligue a pensar como él.

Me retiro a dormir entre sábanas de ti con tu sudor en la almohada.

Sin ti


Las nuevas palabras no pueden esconder el cansancio. Ya sé cómo cocerlo: a fuego lento, con brevedad de brisa. No quiero que me intoxique y me obligue a pensar como él.

Me retiro a dormir entre sábanas de ti con tu sudor en la almohada.

120 km/hora


El dolor es una autopista continua. Es un largo viaje a ninguna parte.

Se estrecha y se empina y a veces te hace precipitarte por una cuesta.

Se lo conté a G. y a M. y a O. Luego a ... y a .... Y nadie dijo nada.

Tengo que aprender a contarme mi dolor a mí misma para ser libre.

120 km/hora


El dolor es una autopista continua. Es un largo viaje a ninguna parte.

Se estrecha y se empina y a veces te hace precipitarte por una cuesta.

Se lo conté a G. y a M. y a O. Luego a ... y a .... Y nadie dijo nada.

Tengo que aprender a contarme mi dolor a mí misma para ser libre.

Fideos Ramen


Símbolos operativos y gotas del revés. Apenas se empañan tus lentes de animadora acudes a mi encuentro, para espantar tus fantasmas.

Quiero darte de comer, y comer yo del otro lado ...

Fideos Ramen


Símbolos operativos y gotas del revés. Apenas se empañan tus lentes de animadora acudes a mi encuentro, para espantar tus fantasmas.

Quiero darte de comer, y comer yo del otro lado ...

Mis Navidades del año pasado y del siguiente


Éste transcurre entre básculas del hombre forzudo, de saltimbanqui generado por su propio atuendo.

Son tiempos de tormenta y de cólera y gripe.

Salimos de una bolsa de plástico para entrar en una balsa zozobrante y aceitosa. Mientras extrañamos a nuestros mayores muertos, caídos en la lucha por la vida, los bebés que han nacido este año se mecen en nuestro propio y especial regazo.

Son momentos fugaces que, sin embargo, se consolidan en la memoria.

Mis Navidades del año pasado y del siguiente


Éste transcurre entre básculas del hombre forzudo, de saltimbanqui generado por su propio atuendo.

Son tiempos de tormenta y de cólera y gripe.

Salimos de una bolsa de plástico para entrar en una balsa zozobrante y aceitosa. Mientras extrañamos a nuestros mayores muertos, caídos en la lucha por la vida, los bebés que han nacido este año se mecen en nuestro propio y especial regazo.

Son momentos fugaces que, sin embargo, se consolidan en la memoria.

Papeles arrugados

Papeles arrugados, cimarrones, y sombras encendidas, , flojas, entéricas como comprimidos de extractos, como sabores amargos en contenedores de cristal de palo de santo, como los fulgores del pelo al viento y las luces del trópico urbano que se extienden más allá, con los rumbos del viento serenos como títeres al final de su jornada de trabajo.

Te escondes en esta agenda porque no tienes otro oficio que el de (d)escribir, y te meces en los lazos de las ideas, soñando con arrancarle palabras a las escaleras mecánicas sobre las que asciendes a un mundo desentrañado, lúcido y cegador.

Papeles arrugados

Papeles arrugados, cimarrones, y sombras encendidas, , flojas, entéricas como comprimidos de extractos, como sabores amargos en contenedores de cristal de palo de santo, como los fulgores del pelo al viento y las luces del trópico urbano que se extienden más allá, con los rumbos del viento serenos como títeres al final de su jornada de trabajo.

Te escondes en esta agenda porque no tienes otro oficio que el de (d)escribir, y te meces en los lazos de las ideas, soñando con arrancarle palabras a las escaleras mecánicas sobre las que asciendes a un mundo desentrañado, lúcido y cegador.

Lacto-vegetarianos

Veloces como sábanas colgando al viento, como blancos lanzados a matorrales de tomillo.

Como rumores salados y puentes deslizantes que dudan si abrirse o cerrarse.

Lacto-vegetarianos

Veloces como sábanas colgando al viento, como blancos lanzados a matorrales de tomillo.

Como rumores salados y puentes deslizantes que dudan si abrirse o cerrarse.

Cristales de cuarzo y amaneceres fantásticos


Oteo por las mirillas del corazón sueros extraños que entreveo en una marisma de quereres descontrolados como cabellos de ángel. Y pienso en mi ser entero, el que se enroca en las marismas y no permite el paso de los otros.

Empiezo por renunciar a los placeres del encuentro mutuo y me sitúo en el radio de acción del murmullo, de las experiencias esquivas e impropias, y los demás sienten.

And everybody hurts.

Quiero asesinar la incon(s)ciencia, la ciencia del mal hablar, la virtud contraria del malpensar, y creo que puedo con todo. Al despertar, de resaca, me entretengo hurgando la idea del disimulo, como si la vida continuara, cuando en realidad se encuentra, nos encontramos en un bucle eterno, un buque además pirata que se enciende y nubla acorde a la marea, las profundidades marinas, los escollos de espinas de peces muertos, el espíritu de los mamelucos y de los gigantes y cabezudos mientras los zuecos y los sables respiran en el fondo del mar, acorralados por los corales que como corsarios carceleros de la eternidad evitan la escapatoria.

Y los sentimientos también se encuentran cercados por las mentiras que perciben y hacen suyas los sentidos, por la percepción distorsionada, por el tiempo ileso que corre hasta la destrucción de todas las dunas del universo, de los sinsabores salados de la incierta pero perenne soledad.

In my solitude.

Yo no creo que la soledad sea perversa. Yo la necesito para recomponerme, para sanarme, para mejorar mi letra, para inmunizarme, para retirarme a las trastiendas y dar con objetos extraños, para enterrar las hachas de guerra y recoger mi Excálibur impoluta o al menos contemplar extasiada sus brillos fantásticos, su tonalidad tornasolada, sus destellos ultravioletas, la transparencia de su cuarzo de roca.

Yo me encuentro ahí mejor que nunca, vislumbrando a mi amada en los gozos y las sombras, con una sonrisa amañada, con un sentir acaramelado por las circunstancias afines, por la veracidad de las impresiones que me llenan, con el paso del tiempo que no me llena, con el salitre recién escanciado entre los labios cauterizados, las grietas que se escondieron en el beso, que se ahogaron en el deseo, que velaron por mis sueños rotos para esperar los años suficientes y entregarlos al túnel de los recuerdos y a la serenata soterrada que ofrecen las idas y venidas de las bandadas de pájaros migratorios.

Son los soliloquios mudos, las cajas portátiles de los animales domésticos, las entregas infinitas, los servidores digitales de entretelas y obviedades, las ráfagas de estratos de los suelos que rezuman yodo y fósforo, como el de las cabezas de las cerillas que se agolpan en fila para presenciar su propia incineración, que aunque llegó sin hora, las convertirá en cisnes en el tiempo que remonta el fénix.

En el mismo plazo en el que se cumplen las promesas, en el tira y afloja de las discusiones entre dos amantes donde tu eres el perro, y, ya se sabe: muerto el perro se acabó la rabia.

Entremedias, la vida, con sus vaivenes y sus tonelajes, con sus variaciones y sus golpes de ola, con sus miradas perdidas en un horizonte aún lejano, pero pegajoso como papel caza moscas.

Es una manera como cualquier otra de pasar el tiempo, de niquelar los bordes del cañón recortado de tu Colt 45, de pincelar las cerdas de crines, de aprisionar el ambiente cerrado del edificio congelado e inteligente de los centros comerciales.

De serenar la ira de las idas y sus hampones entretenidos con los escarceos violentos. De precintar las escenas de interiores por donde transcurre la vida en ese precario equilibrio en la cinta metálica y la carpa como cielo de nubosidad variable. Donde todo el mundo te mira desde abajo y tú continúas orgullosa aunque el vértigo casi no te deje continuar. Donde los redobles y los sones del organillo y la música de Amarcord casi fulmina los hábitos y los alientos retenidos de aquellas personas que observan lo que asemejan a tu caída, y parecen saberlo: más dura será ésta que el levantarse. No te dan ánimos pero esperan la resolución de tu arriesgada aventura.

Ahora bien, siempre se espera, a pesar de todo, un nuevo amanecer.

Todo es empezar. La verdad sea dicha.

Cristales de cuarzo y amaneceres fantásticos


Oteo por las mirillas del corazón sueros extraños que entreveo en una marisma de quereres descontrolados como cabellos de ángel. Y pienso en mi ser entero, el que se enroca en las marismas y no permite el paso de los otros.

Empiezo por renunciar a los placeres del encuentro mutuo y me sitúo en el radio de acción del murmullo, de las experiencias esquivas e impropias, y los demás sienten.

And everybody hurts.

Quiero asesinar la incon(s)ciencia, la ciencia del mal hablar, la virtud contraria del malpensar, y creo que puedo con todo. Al despertar, de resaca, me entretengo hurgando la idea del disimulo, como si la vida continuara, cuando en realidad se encuentra, nos encontramos en un bucle eterno, un buque además pirata que se enciende y nubla acorde a la marea, las profundidades marinas, los escollos de espinas de peces muertos, el espíritu de los mamelucos y de los gigantes y cabezudos mientras los zuecos y los sables respiran en el fondo del mar, acorralados por los corales que como corsarios carceleros de la eternidad evitan la escapatoria.

Y los sentimientos también se encuentran cercados por las mentiras que perciben y hacen suyas los sentidos, por la percepción distorsionada, por el tiempo ileso que corre hasta la destrucción de todas las dunas del universo, de los sinsabores salados de la incierta pero perenne soledad.

In my solitude.

Yo no creo que la soledad sea perversa. Yo la necesito para recomponerme, para sanarme, para mejorar mi letra, para inmunizarme, para retirarme a las trastiendas y dar con objetos extraños, para enterrar las hachas de guerra y recoger mi Excálibur impoluta o al menos contemplar extasiada sus brillos fantásticos, su tonalidad tornasolada, sus destellos ultravioletas, la transparencia de su cuarzo de roca.

Yo me encuentro ahí mejor que nunca, vislumbrando a mi amada en los gozos y las sombras, con una sonrisa amañada, con un sentir acaramelado por las circunstancias afines, por la veracidad de las impresiones que me llenan, con el paso del tiempo que no me llena, con el salitre recién escanciado entre los labios cauterizados, las grietas que se escondieron en el beso, que se ahogaron en el deseo, que velaron por mis sueños rotos para esperar los años suficientes y entregarlos al túnel de los recuerdos y a la serenata soterrada que ofrecen las idas y venidas de las bandadas de pájaros migratorios.

Son los soliloquios mudos, las cajas portátiles de los animales domésticos, las entregas infinitas, los servidores digitales de entretelas y obviedades, las ráfagas de estratos de los suelos que rezuman yodo y fósforo, como el de las cabezas de las cerillas que se agolpan en fila para presenciar su propia incineración, que aunque llegó sin hora, las convertirá en cisnes en el tiempo que remonta el fénix.

En el mismo plazo en el que se cumplen las promesas, en el tira y afloja de las discusiones entre dos amantes donde tu eres el perro, y, ya se sabe: muerto el perro se acabó la rabia.

Entremedias, la vida, con sus vaivenes y sus tonelajes, con sus variaciones y sus golpes de ola, con sus miradas perdidas en un horizonte aún lejano, pero pegajoso como papel caza moscas.

Es una manera como cualquier otra de pasar el tiempo, de niquelar los bordes del cañón recortado de tu Colt 45, de pincelar las cerdas de crines, de aprisionar el ambiente cerrado del edificio congelado e inteligente de los centros comerciales.

De serenar la ira de las idas y sus hampones entretenidos con los escarceos violentos. De precintar las escenas de interiores por donde transcurre la vida en ese precario equilibrio en la cinta metálica y la carpa como cielo de nubosidad variable. Donde todo el mundo te mira desde abajo y tú continúas orgullosa aunque el vértigo casi no te deje continuar. Donde los redobles y los sones del organillo y la música de Amarcord casi fulmina los hábitos y los alientos retenidos de aquellas personas que observan lo que asemejan a tu caída, y parecen saberlo: más dura será ésta que el levantarse. No te dan ánimos pero esperan la resolución de tu arriesgada aventura.

Ahora bien, siempre se espera, a pesar de todo, un nuevo amanecer.

Todo es empezar. La verdad sea dicha.

quinta-feira, 24 de dezembro de 2009

Tendidos eléctricos


Interseccionados. Siento que se me está yendo un poco la cabeza, y estoy entrando en una dinámica peligrosa de estrés y de descontrol. No tengo paciencia, me enfrento a mis miedos con brutalidad, me circula corriente eléctrica de alta tensión alentando a mis neuronas a ser osadas, adentrarse en el infierno, olvidar los oprobios a base de recordarlos.

No tengo paciencia con el dolor y aún así estoy sintiéndolo como nunca. Me dejo llevar por las impresiones que marcan a hierro candente otras personas sobre mi piel, y cuando me hieren me siento amortajada pero ardiente.

No me conozco. Me siento más que nunca y soy capaz de olvidar porque ya no quiero recordar los actos de otras personas que me causan pavor y rechazo, y sin embargo no soy capaz de dejar de reaccionar ante ellos cuando suceden. No sé quién soy, aunque sí sé cómo he llegado hasta aquí. Me gustaría ser paciente sin sufrir, sin anhelar, distraída, como cuando soporto el suplicio de vuelta a mi casa en metro con un periódico, y me olvido de los olores, de los sabores podridos del subsuelo, de la presencia indeseable de personas a mi alrededor a quienes el hueco que ocupo ni les trae ni les viene. Tal vez yo soy una de ellas.

Pero no puedo sustraerme tanto a la realidad como para obviar los comportamientos, con lo que yo misma, el sueño de mi razón produce monstruos, y me rebelo ante la presión, la olla a presión que es mi cabeza, que me cuecen los demás pero que yo he marmitado a fuego lento durante demasiado tiempo.

Ya no quiero ser diferente, ya no puedo, ya no está bajo mi control. Lo único que puedo ser es ausente de mí, de los sentimientos que he de sufrir antes de que afloren. Y la única manera es estando medio dentro medio fuera con los dedos del pie huyendo del azufre de la piscina y saliendo de ella antes de ulcerarme. Mi mente no aguanta el azote de mi propia metralla.

Tendidos eléctricos


Interseccionados. Siento que se me está yendo un poco la cabeza, y estoy entrando en una dinámica peligrosa de estrés y de descontrol. No tengo paciencia, me enfrento a mis miedos con brutalidad, me circula corriente eléctrica de alta tensión alentando a mis neuronas a ser osadas, adentrarse en el infierno, olvidar los oprobios a base de recordarlos.

No tengo paciencia con el dolor y aún así estoy sintiéndolo como nunca. Me dejo llevar por las impresiones que marcan a hierro candente otras personas sobre mi piel, y cuando me hieren me siento amortajada pero ardiente.

No me conozco. Me siento más que nunca y soy capaz de olvidar porque ya no quiero recordar los actos de otras personas que me causan pavor y rechazo, y sin embargo no soy capaz de dejar de reaccionar ante ellos cuando suceden. No sé quién soy, aunque sí sé cómo he llegado hasta aquí. Me gustaría ser paciente sin sufrir, sin anhelar, distraída, como cuando soporto el suplicio de vuelta a mi casa en metro con un periódico, y me olvido de los olores, de los sabores podridos del subsuelo, de la presencia indeseable de personas a mi alrededor a quienes el hueco que ocupo ni les trae ni les viene. Tal vez yo soy una de ellas.

Pero no puedo sustraerme tanto a la realidad como para obviar los comportamientos, con lo que yo misma, el sueño de mi razón produce monstruos, y me rebelo ante la presión, la olla a presión que es mi cabeza, que me cuecen los demás pero que yo he marmitado a fuego lento durante demasiado tiempo.

Ya no quiero ser diferente, ya no puedo, ya no está bajo mi control. Lo único que puedo ser es ausente de mí, de los sentimientos que he de sufrir antes de que afloren. Y la única manera es estando medio dentro medio fuera con los dedos del pie huyendo del azufre de la piscina y saliendo de ella antes de ulcerarme. Mi mente no aguanta el azote de mi propia metralla.

quarta-feira, 23 de dezembro de 2009

Sueños


Sueño. Tengo sueño. Me pesa el cuello, tengo la garganta áspera como papel de lija. Me estoy resfriando.

Tengo sueño y no puedo dormir. Mi habitación está fría y se me ha roto el calentadorcito. La calefacción funciona bien en el resto de la casa. A lo mejor duermo en el sofá. Es un sueño diferente, diverso, un sueño donde hay más sueños que sueño. El sofá donde veo películas, donde uso el ordenador. Mi habitación está fría. Y no está I.B.

Buenas noches, felices sueños, world.

Sueños


Sueño. Tengo sueño. Me pesa el cuello, tengo la garganta áspera como papel de lija. Me estoy resfriando.

Tengo sueño y no puedo dormir. Mi habitación está fría y se me ha roto el calentadorcito. La calefacción funciona bien en el resto de la casa. A lo mejor duermo en el sofá. Es un sueño diferente, diverso, un sueño donde hay más sueños que sueño. El sofá donde veo películas, donde uso el ordenador. Mi habitación está fría. Y no está I.B.

Buenas noches, felices sueños, world.

Miradas entrecortadas


Tengo mucho calor en este vagón de metro. He conseguido establecer un entente cordiale con mi madre. No ha sido fácil. He tenido que imponer una voluntad férrea de acero. A veces el acero sirve y alcanza su misión pero entonces le vuelve indefinido, le roba su ternura, su dulce tesón de antaño se vuelve obtuso y violento.

No me gusta el acero. Quiero ser maleable y que lo demás también lo sea.

Miradas entrecortadas


Tengo mucho calor en este vagón de metro. He conseguido establecer un entente cordiale con mi madre. No ha sido fácil. He tenido que imponer una voluntad férrea de acero. A veces el acero sirve y alcanza su misión pero entonces le vuelve indefinido, le roba su ternura, su dulce tesón de antaño se vuelve obtuso y violento.

No me gusta el acero. Quiero ser maleable y que lo demás también lo sea.

Empresas obligadas


Vuelvo a escribir y a intentar reencontrarme. Me gustaría llegar a pensar que he progresado como persona durantes estos meses. Pero no va a ser real hasta que no retome ciertos caminos y compruebe cómo los vuelvo a recorrer. ¿Cómo me encuentro en este momento? No quiero responder a esta pregunta de forma literal. No quiero ser literal. Quiero ver el trasfondo. No sé lo que voy a hacer. En realidad no me planteo inmediatamente buscar un trabajo tipo Starbucks pero tal vez me vea forzada.

Ahora mismo no me lo imagino. Tengo que imprimir unos CV y llevarlos a ….....

Zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz

Tía


Luz velada y empellones fieros intransigentes, entregas de viandas a la mujer ciega que arrebata flores fervientes. Capullos de algodón en rama que lloran pétalos cárdenos para que los ríos se remuevan engalanados de guirnaldas y flores nuevas.

Ella débilmente rehúsa la invitación, pero finalmente se deja llevar y la serenidad la invade, la densa niebla del adiós, su vida entera frente a sus ojos. Llamas de fuego le vas a llorar, le llorarán siempre lágrimas de tafetán rojo, inmensas madreselvas, la nieta del pintor que dulce jugaba, retorna a la trastienda de la niñez.

Y las hermanas la cercan, la abrazan con las manos ancladas en círculo, la arrullan en el último adiós inolvidable, el de la vida al fin marchita pero noble y bien vivida.

Una preciosa nana con celestes brillos, con inmensas ramas, con felices sueños se descuelga de una red de campanillas tiernas colmadas de hojillas verdes recién florecidas de entre sus brotes.

Todo el mundo la quiere; los suspiros se enardecen, las semillas de los árboles que plantó son fuertes troncos ya que la rodean en el oasis de un bosque fantástico, lleno de amor impermeable a la muerte que nos la quiere arrebatar.

Frágil


Ella lucha, lucha y sufre. En los momentos tiernos resurge ese dolor interno del que no es sencillo escapar. Es un dolor fuerte que pertenece a un sinfín de desilusiones. Un dolor que no permite, que se sienta bien. Un dolor tránsfuga que le amordaza el alma. Tiene un dolor fuerte, aterrador que le hace saltar todas las alarmas. ¿De dónde procede?

Yo estoy metida en el mío que creo que no es enteramente emocional, sino físico. Pero cada vez me hace más frágil. A lo mejor ella me hace frágil, está tan dentro de la cuna de su imán que no puede.

Salicor

El asfalto se extiende derrotado y fundido. El movimiento se prolonga casi indefinidamente. Es una larga estría que retuerce sus extremos con preguntas sin respuesta. Es difícil encontrar ductilidad en el espacio del pliegue. Es complicado sentir lo que se siente. Es un espacio singular de empellones y retiradas. Es un espacio mental mínimo, de lastres mínimos, de singularidad, de encuentros y desencuentros. Un espacio en el que circular con el convencimiento de que la expresión es válida.

El pecho hundido se aplana, el espacio se extiende, las costillas saltan como saltimbanquis. Los estilos se reproducen entusiasmados.

Siempre que puedes respirar es un principio.

Empresas obligadas


Vuelvo a escribir y a intentar reencontrarme. Me gustaría llegar a pensar que he progresado como persona durantes estos meses. Pero no va a ser real hasta que no retome ciertos caminos y compruebe cómo los vuelvo a recorrer. ¿Cómo me encuentro en este momento? No quiero responder a esta pregunta de forma literal. No quiero ser literal. Quiero ver el trasfondo. No sé lo que voy a hacer. En realidad no me planteo inmediatamente buscar un trabajo tipo Starbucks pero tal vez me vea forzada.

Ahora mismo no me lo imagino. Tengo que imprimir unos CV y llevarlos a ….....

Zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz

Tía


Luz velada y empellones fieros intransigentes, entregas de viandas a la mujer ciega que arrebata flores fervientes. Capullos de algodón en rama que lloran pétalos cárdenos para que los ríos se remuevan engalanados de guirnaldas y flores nuevas.

Ella débilmente rehúsa la invitación, pero finalmente se deja llevar y la serenidad la invade, la densa niebla del adiós, su vida entera frente a sus ojos. Llamas de fuego le vas a llorar, le llorarán siempre lágrimas de tafetán rojo, inmensas madreselvas, la nieta del pintor que dulce jugaba, retorna a la trastienda de la niñez.

Y las hermanas la cercan, la abrazan con las manos ancladas en círculo, la arrullan en el último adiós inolvidable, el de la vida al fin marchita pero noble y bien vivida.

Una preciosa nana con celestes brillos, con inmensas ramas, con felices sueños se descuelga de una red de campanillas tiernas colmadas de hojillas verdes recién florecidas de entre sus brotes.

Todo el mundo la quiere; los suspiros se enardecen, las semillas de los árboles que plantó son fuertes troncos ya que la rodean en el oasis de un bosque fantástico, lleno de amor impermeable a la muerte que nos la quiere arrebatar.

Frágil


Ella lucha, lucha y sufre. En los momentos tiernos resurge ese dolor interno del que no es sencillo escapar. Es un dolor fuerte que pertenece a un sinfín de desilusiones. Un dolor que no permite, que se sienta bien. Un dolor tránsfuga que le amordaza el alma. Tiene un dolor fuerte, aterrador que le hace saltar todas las alarmas. ¿De dónde procede?

Yo estoy metida en el mío que creo que no es enteramente emocional, sino físico. Pero cada vez me hace más frágil. A lo mejor ella me hace frágil, está tan dentro de la cuna de su imán que no puede.

Salicor

El asfalto se extiende derrotado y fundido. El movimiento se prolonga casi indefinidamente. Es una larga estría que retuerce sus extremos con preguntas sin respuesta. Es difícil encontrar ductilidad en el espacio del pliegue. Es complicado sentir lo que se siente. Es un espacio singular de empellones y retiradas. Es un espacio mental mínimo, de lastres mínimos, de singularidad, de encuentros y desencuentros. Un espacio en el que circular con el convencimiento de que la expresión es válida.

El pecho hundido se aplana, el espacio se extiende, las costillas saltan como saltimbanquis. Los estilos se reproducen entusiasmados.

Siempre que puedes respirar es un principio.

Cansada


Estoy cansada. Cansada de decir cansada. Me estoy arrastrando un poquito, y las culebras de la yerba me susurran chistes al oído.

Cansada


Estoy cansada. Cansada de decir cansada. Me estoy arrastrando un poquito, y las culebras de la yerba me susurran chistes al oído.

Días, noches. (París / Texas)


Hoy es un día como todos los días. Un día que empezó hace años y que continúa. Hoy es un día como todos los días. Es el mismo día.

Días, noches. (París / Texas)


Hoy es un día como todos los días. Un día que empezó hace años y que continúa. Hoy es un día como todos los días. Es el mismo día.

Ranas


Entre líneas, arrinconado con pretensiones extasiadas el borde del palito de incienso, en pleno despertar. Con la simbiosis, la rana paracaidista en caída libre, precipitándose para recorrer trazos de simientes de trigo, cáscaras que guardaban el salvado en sus cápsulas de crisálida.

Intrigas de pasillo cortesano en pleno concubinato de la reina y en pleno acuerdo con las baterias aerófogas. Cuartelillos de deseo entregados a la libre interpretación de un texto.

Esporas varias de sueños atolondrados que recorren tu mente como una corriente eléctrica.

Las ranas paracaidistas han descendido y han llegado a la playa donde se transmutan en hombres y mujeres rana. Se esconden entre las dunas de la playa y sus plantas psamófilas y descubren cáscaras de salvado y restos de una fogata nocturna. Avanzan con sus aletas de buceo siseándose mutuamente a fin de recuperar los cuadernos del texto.

Al ser descubiertos éstos huyen y todos los sueños se escapan en una destartalada y siseante sopa de letras como las notas de un pentagrama ascendiendo, con ansia de ser siderales.

Ranas


Entre líneas, arrinconado con pretensiones extasiadas el borde del palito de incienso, en pleno despertar. Con la simbiosis, la rana paracaidista en caída libre, precipitándose para recorrer trazos de simientes de trigo, cáscaras que guardaban el salvado en sus cápsulas de crisálida.

Intrigas de pasillo cortesano en pleno concubinato de la reina y en pleno acuerdo con las baterias aerófogas. Cuartelillos de deseo entregados a la libre interpretación de un texto.

Esporas varias de sueños atolondrados que recorren tu mente como una corriente eléctrica.

Las ranas paracaidistas han descendido y han llegado a la playa donde se transmutan en hombres y mujeres rana. Se esconden entre las dunas de la playa y sus plantas psamófilas y descubren cáscaras de salvado y restos de una fogata nocturna. Avanzan con sus aletas de buceo siseándose mutuamente a fin de recuperar los cuadernos del texto.

Al ser descubiertos éstos huyen y todos los sueños se escapan en una destartalada y siseante sopa de letras como las notas de un pentagrama ascendiendo, con ansia de ser siderales.

Ella


Está histérica, es tóxica, es medieval, es tierna, es víctima, es verdugo. Se atrinchera, se autodestruye, construye puentes, derriba retos.

Lleva el infortunio de su familia grabado en su piel. Como unacrónica de dolor anunciada.

Tengo la respiración entrecortada, el alma en vilo. Me ha sometido a una sesión insoportable de gritos telúricos.

Desprecia, anula, intercala malos modos, protege y acobarda, arrincona y te da alas. Un colibrí pantera, un pájaro azul que está roto. Es mi madre.

Ella


Está histérica, es tóxica, es medieval, es tierna, es víctima, es verdugo. Se atrinchera, se autodestruye, construye puentes, derriba retos.

Lleva el infortunio de su familia grabado en su piel. Como unacrónica de dolor anunciada.

Tengo la respiración entrecortada, el alma en vilo. Me ha sometido a una sesión insoportable de gritos telúricos.

Desprecia, anula, intercala malos modos, protege y acobarda, arrincona y te da alas. Un colibrí pantera, un pájaro azul que está roto. Es mi madre.

Flores circunvaladas


Flores circunvaladas que entonan frenesíes. Redoblan sus estambres en rebeldía invernal y sus esporas alcanzan el irisado aire preñado de tonalidades e impresiones insatisfechas. El rechazo del frío es un instinto que una vez satisfecho reduce el miedo a un simple escalofrío.

Tras él es fácil conmutar con los estragos meteorológicos y desear el sol pero respetando los ciclos de las estaciones empeñadas en manifestarse de forma reveladora. Son instantes en los que se recuerdan los espíritus de los inviernos pasados y se reciclan deseos de siete cumpleaños atrás y siete meses atrás. Pasan las semanas en un rito hermanado ajeno a ti y no tienes más remedio que rendirte ante el sabio invierno.

Ahora vienen los días festivos y las noches de angora. El cuerpo del amante al que te abrazas por la noche es tu ánfora de Argán, tu fármaco, tu insistencia de un amor entrecortado, la persistencia de la memoria otoñal transportada a los días de olmos calcinados.

Las personas ancianas invaden las calles en busca de ritos nupciales de antaño. Los más viejos recuerdan los diarios con noticias empapeladas de guerra. Les veo desplegar las páginas del periódico matutino como si fueran blasones gallardos y escudos jalonados de alcurnia. Ellas entonan, alzadas en sus bastones de puntero de goma, normalmente con alguien más o en grupos de mujeres, jergas que no paran de hablar sobre la vida diaria, ignorando los recuerdos de sus emociones, más benévolas con el paso del tiempo.

Abrigos con moda de los años 50, despeluchados, con olor a alcanfor perenne e injertado, como desempaquetado para el invierno de su papel marrón de embalar. Gafas de óptica social de los años 60 con tintes rosados, pero sus ojos cansados reciben de refilón la luz halógena en sus retinas jubiladas de invierno desde hace un cuarto de siglo.

Viudas empecinadas en seguir viviendo y hablando de visillos y sus cosidos a medida, un tema éste de conversación inagotable. Hombres con perillas ilustradas en fundas de lana con colores y estampados decentes como de película psicodélica. Siguen usando un castellano macerado de mediados del siglo XX. Lenguaje de folletín y entremés, de película de blanco y negro y actrices con voz impostada como en Mujercitas.

Gente mayor que ha aprendido a odiarse y desconfiarse después de la guerra, que quieren transmitir a otras generaciones estos sentimientos anquilosados durante el franquismo. Gente mayor que tiene mucho que contar y no lo hace, prefieren esperar a que pases cerca suyo por Chamberí y empujarte a la cuneta porque ellos lo valen, creen que eres guiri algún país de los que vienen a España a pedir.

Otras personas tienen una ternura y una amabilidad exquisitas, y te preguntas si son ángeles o ellos mismos se los llevarán pronto.

Muchos son como los radiadores blancos y oxidados olvidados en la calle. Funcionan pero los han tirado.

Flores circunvaladas


Flores circunvaladas que entonan frenesíes. Redoblan sus estambres en rebeldía invernal y sus esporas alcanzan el irisado aire preñado de tonalidades e impresiones insatisfechas. El rechazo del frío es un instinto que una vez satisfecho reduce el miedo a un simple escalofrío.

Tras él es fácil conmutar con los estragos meteorológicos y desear el sol pero respetando los ciclos de las estaciones empeñadas en manifestarse de forma reveladora. Son instantes en los que se recuerdan los espíritus de los inviernos pasados y se reciclan deseos de siete cumpleaños atrás y siete meses atrás. Pasan las semanas en un rito hermanado ajeno a ti y no tienes más remedio que rendirte ante el sabio invierno.

Ahora vienen los días festivos y las noches de angora. El cuerpo del amante al que te abrazas por la noche es tu ánfora de Argán, tu fármaco, tu insistencia de un amor entrecortado, la persistencia de la memoria otoñal transportada a los días de olmos calcinados.

Las personas ancianas invaden las calles en busca de ritos nupciales de antaño. Los más viejos recuerdan los diarios con noticias empapeladas de guerra. Les veo desplegar las páginas del periódico matutino como si fueran blasones gallardos y escudos jalonados de alcurnia. Ellas entonan, alzadas en sus bastones de puntero de goma, normalmente con alguien más o en grupos de mujeres, jergas que no paran de hablar sobre la vida diaria, ignorando los recuerdos de sus emociones, más benévolas con el paso del tiempo.

Abrigos con moda de los años 50, despeluchados, con olor a alcanfor perenne e injertado, como desempaquetado para el invierno de su papel marrón de embalar. Gafas de óptica social de los años 60 con tintes rosados, pero sus ojos cansados reciben de refilón la luz halógena en sus retinas jubiladas de invierno desde hace un cuarto de siglo.

Viudas empecinadas en seguir viviendo y hablando de visillos y sus cosidos a medida, un tema éste de conversación inagotable. Hombres con perillas ilustradas en fundas de lana con colores y estampados decentes como de película psicodélica. Siguen usando un castellano macerado de mediados del siglo XX. Lenguaje de folletín y entremés, de película de blanco y negro y actrices con voz impostada como en Mujercitas.

Gente mayor que ha aprendido a odiarse y desconfiarse después de la guerra, que quieren transmitir a otras generaciones estos sentimientos anquilosados durante el franquismo. Gente mayor que tiene mucho que contar y no lo hace, prefieren esperar a que pases cerca suyo por Chamberí y empujarte a la cuneta porque ellos lo valen, creen que eres guiri algún país de los que vienen a España a pedir.

Otras personas tienen una ternura y una amabilidad exquisitas, y te preguntas si son ángeles o ellos mismos se los llevarán pronto.

Muchos son como los radiadores blancos y oxidados olvidados en la calle. Funcionan pero los han tirado.

Enfundadas


Comenzar a recordar una palabra a veces es un reto superlativo e intrépido. “Herramienta que se usa para cavar.” La tengo en la punta de la lengua. I.B. me mira extrañada y ausente. No sabe por dónde voy. No entiende que la medicación y la falta de sueño a veces cape y cope mi capacidad cognitiva y me encuentre duchándome sin agua, asomándome a una ventana trancada, refunfuñando dentro del neocórtex de mi cerebro sin sacarle partido, un tanto a favor de la amígdala reptil.

Enfundadas


Comenzar a recordar una palabra a veces es un reto superlativo e intrépido. “Herramienta que se usa para cavar.” La tengo en la punta de la lengua. I.B. me mira extrañada y ausente. No sabe por dónde voy. No entiende que la medicación y la falta de sueño a veces cape y cope mi capacidad cognitiva y me encuentre duchándome sin agua, asomándome a una ventana trancada, refunfuñando dentro del neocórtex de mi cerebro sin sacarle partido, un tanto a favor de la amígdala reptil.

Ideas


Las ideas son fundamentales. La existencia esta llena de ideas. ¡Ah! Voy a poner un clip en la cremallera rota del plumas, así no me machaco los dedos tirando del cierre que no tiene ya plaquita metálica. Resultado: llevo meses machacándome el dedo. Y ahora se me ocurre un clip para solventar la situación. Bueno, miento, ya lo hice en su día hace años, pero, por supuesto, la vida se me olvida.

Llevo casi un año luchando con el cable del teléfono larguísimo para llevarlo de un lado a otro. ¡Ajá! Voy a cambiarlo de toma. Son decisiones mínimas que no tomas ni se te ocurren cuando la vida y el cerebro se anega con la medicación. Crazy meds!

Las ideas son lo que siempre me ha sustentado. Me he nutrido de ellas para sacar adelante mi potencial, y está claro que cuando estás paralizada las ideas no existen, es como si nunca las hubieras tenido. Se te nubla la iniciativa, y esa plétora de manualidades e intrepidez que he heredado de mi familia no la ejerzo. Dejo de disfrutar de las pequeñas cosas que se me ocurren, todo se dispensa y se dispersa como si de repente se pasara de estar en un universo, donde todo es posible, donde se alcanzan y cambian las estrellas como bombillas, y acabar en un universo en expansión, inabordable, ajeno, dirigido por la física y las matemáticas, por complejos algoritmos fuera de mi alcance y entendimiento.

El universo de cielo plomizo y pesado llamado la vida.

Ideas


Las ideas son fundamentales. La existencia esta llena de ideas. ¡Ah! Voy a poner un clip en la cremallera rota del plumas, así no me machaco los dedos tirando del cierre que no tiene ya plaquita metálica. Resultado: llevo meses machacándome el dedo. Y ahora se me ocurre un clip para solventar la situación. Bueno, miento, ya lo hice en su día hace años, pero, por supuesto, la vida se me olvida.

Llevo casi un año luchando con el cable del teléfono larguísimo para llevarlo de un lado a otro. ¡Ajá! Voy a cambiarlo de toma. Son decisiones mínimas que no tomas ni se te ocurren cuando la vida y el cerebro se anega con la medicación. Crazy meds!

Las ideas son lo que siempre me ha sustentado. Me he nutrido de ellas para sacar adelante mi potencial, y está claro que cuando estás paralizada las ideas no existen, es como si nunca las hubieras tenido. Se te nubla la iniciativa, y esa plétora de manualidades e intrepidez que he heredado de mi familia no la ejerzo. Dejo de disfrutar de las pequeñas cosas que se me ocurren, todo se dispensa y se dispersa como si de repente se pasara de estar en un universo, donde todo es posible, donde se alcanzan y cambian las estrellas como bombillas, y acabar en un universo en expansión, inabordable, ajeno, dirigido por la física y las matemáticas, por complejos algoritmos fuera de mi alcance y entendimiento.

El universo de cielo plomizo y pesado llamado la vida.

Escribir


Llevo unos cuantos días, probablemente la semana entera, preocupada por mi escritura. Considero un fracaso el no escribir todos los días, cosa que hago casi siempre, pero me sigue atormentando el día fallido.

Pensé que cuando me compre el Jornada 728 dejaría de usar la Moleskine, pero hay veces que, la verdad, no tendría tiempo ni espacio para teclear a menos que estuviese dispuesta a no acarrear una mochila conmigo a todas partes. Aunque el Jornada es bastante minúsculo tengo el rollo del plumas, mochila siempre a rebosar, el periódico, el paraguas mojado... Es muy difícil llevar una mochila en invierno, quitarte el abrigo y sacar un pocket PC al mismo tiempo.

Supongo que no es bueno el abandonar la escritura manual. En el fondo es un respiro no hacerlo.

Escribir


Llevo unos cuantos días, probablemente la semana entera, preocupada por mi escritura. Considero un fracaso el no escribir todos los días, cosa que hago casi siempre, pero me sigue atormentando el día fallido.

Pensé que cuando me compre el Jornada 728 dejaría de usar la Moleskine, pero hay veces que, la verdad, no tendría tiempo ni espacio para teclear a menos que estuviese dispuesta a no acarrear una mochila conmigo a todas partes. Aunque el Jornada es bastante minúsculo tengo el rollo del plumas, mochila siempre a rebosar, el periódico, el paraguas mojado... Es muy difícil llevar una mochila en invierno, quitarte el abrigo y sacar un pocket PC al mismo tiempo.

Supongo que no es bueno el abandonar la escritura manual. En el fondo es un respiro no hacerlo.

Colt


Ella se dispara con violencia una bola de fuego en la boca. No es una bala de plata de su Colt 45, no es una amenaza ni un buen presagio. Es un acto horrible, de aniquilación, de indignada lucha, parte de una historia de terror. Una pesadilla intensa que rezuma fracasos, miedo, vulnerabilidad, calambres musculares como bengalas.

Ella recorre con miedo las alambradas eléctricas de su conciencia, y los fosos asoman, el temblor arrecia, la oscuridad se traga a la soledad al igual que un lobo emplea toda la noche en la rapiña.

Ella se siente inútil, obligada a dejar su hábitat de agua y respirar oxígeno sin haberse deshecho de los bronquios de pez. Ella busca en los aledaños de su mente una salida fugaz, una avenida, un rastro para no tener que vender su alma para fugarse de un cuerpo en forzada salida. Ella inventa escalones que descienden aunque lo que le gustaría es subir, reinventarse. Madrugar.

Llegar.

Colt


Ella se dispara con violencia una bola de fuego en la boca. No es una bala de plata de su Colt 45, no es una amenaza ni un buen presagio. Es un acto horrible, de aniquilación, de indignada lucha, parte de una historia de terror. Una pesadilla intensa que rezuma fracasos, miedo, vulnerabilidad, calambres musculares como bengalas.

Ella recorre con miedo las alambradas eléctricas de su conciencia, y los fosos asoman, el temblor arrecia, la oscuridad se traga a la soledad al igual que un lobo emplea toda la noche en la rapiña.

Ella se siente inútil, obligada a dejar su hábitat de agua y respirar oxígeno sin haberse deshecho de los bronquios de pez. Ella busca en los aledaños de su mente una salida fugaz, una avenida, un rastro para no tener que vender su alma para fugarse de un cuerpo en forzada salida. Ella inventa escalones que descienden aunque lo que le gustaría es subir, reinventarse. Madrugar.

Llegar.

Impresiones completas / Vuelos inversos


Entreplisados, recortes, malheridos. Simplezas atoradas que se desatrancan sin virar ni perder la vista al objetivo.

Entremetidas con la ausencia se privan de causar molestia alguna a los rivales del viento encasillado, que como atrapado en casetas de pájaro con agujero y semillero se circunnavega en retintín de párrafos prensibles y ambiguos como regaderas sin colador o arrebujos sin calor. Se entretienen los desvelos con múltiples y dóciles medio ambientes que no se pliegan ni se repliegan, porque son como intrigas desveladas y desangeladas que no permiten la luz en su interior para evitar el oxidado.

El día de hoy ha comenzado como un frágil crisálida que se descompone y cuya concha se quiebra de forma dolorosa.Una discusión, una sinrazón, un breve y polígono estallido maligno que vibra sin acomodo y destruye las fibrillas nerviosas mínimas. Entrelazadas entre ellas se han enroscado
cordones negros como cobras hipnotizantes que nos causado una elevación intolerable en la presión sanguínea.

Hemos estallado a chorros y nos hemos empapado ambas con la dispersión de tristeza y soledad.

Yo ya sé lo que quiero hacer. Tengo que pasar más tiempo en casa. Así no me dejará la luz encendida del baño durante días,o la colada amontonada y los platos empozoñados. El estado de mi casa me emula, tengo que estar conmigo ahí, donde reluce.