quinta-feira, 30 de outubro de 2008

La Reina muy de cerca

Hoy sí que empiezo al gimnasio, en cuanto desayune me voy pitando, con los cereales empapados en leche subiendo y bajando con mi tragaero tratando de neutralizar la mala leche que me han segregado las declaraciones de la reina Sofea en su librico.

"Puedo comprender, aceptar y respetar que haya personas con otra tendencia sexual, pero ¿que se sientan orgullosos por ser gays? ¿Qué se suban a una carroza y salgan en manifestaciones? Si todos los que no somos gays saliéramos en manifestación... colapsaríamos el tráfico. Si esas personas quieren vivir juntas, vestirse de novios y casarse, pueden estar en su derecho, o no, según las leyes de su país: pero que a eso no lo llamen matrimonio, porque no lo es. Hay muchos nombres posibles: contrato social, contrato de unión".

-¿Está a favor del aborto?

-En absoluto

-¿Y de la eutanasia?

-No soy partidaria. La vida y la muerte no están en nuestras manos. ¿Muerte digna? Totalmente de acuerdo.

(...)

Así de ancha se ha quedado Sofea, perdón, Sofía nuestro pansinsal de la monarquía. Aunque lo mismo le da tener sal que no, a ella y a su familia el pan se lo regalan, es gratis.
Qué buen hijo Felipín, que conociendo las ideas de su madre no quiso darle un disgusto.

quarta-feira, 29 de outubro de 2008

Vamos, anda

Aquí estoy, esperando al metro para acudir a la llamada de otro inhóspito cliente. La gente cuando está trabajando a veces se vuelve un poco gilipollesca, especialmente cuando sienten que tienes la obligación inalienable de solucionarles todos los problemas. Como si llamaran a Iberdrola, vamos. Yo no soy la típica persona que odia a l@s usuari@s, pero a veces sí me gusta abandonarles, dejarles en soledad contra la pared de la ruina y la catástrofe informática para que vean lo que vale un peine, de lo que se están librando cuando yo, de forma altruista y desinteresada les saco las castañas del fuego. Me dan ganas a veces de dejar de hacer favores, que luego me toman como el pito de un sereno.

En fin, y todo este estrés sin saber siquiera si me van a renovar el contrato basurilla que firmé hace seis meses y que pronto llegará a su fin. Quiero empezar a juntarme con gente oxigenada que tenga los pulmones hinchados con algo más puro y fresco que los vapores de antracita donde trabajamos.

Voy a ir al festival Lesgaicinemad para ver a mi gente y olvidarme un poco de este ambiente oficinesco rabioso y roído. Las buenas ideas se cazan al vuelo.

Vamos, anda

Aquí estoy, esperando al metro para acudir a la llamada de otro inhóspito cliente. La gente cuando está trabajando a veces se vuelve un poco gilipollesca, especialmente cuando sienten que tienes la obligación inalienable de solucionarles todos los problemas. Como si llamaran a Iberdrola, vamos. Yo no soy la típica persona que odia a l@s usuari@s, pero a veces sí me gusta abandonarles, dejarles en soledad contra la pared de la ruina y la catástrofe informática para que vean lo que vale un peine, de lo que se están librando cuando yo, de forma altruista y desinteresada les saco las castañas del fuego. Me dan ganas a veces de dejar de hacer favores, que luego me toman como el pito de un sereno.

En fin, y todo este estrés sin saber siquiera si me van a renovar el contrato basurilla que firmé hace seis meses y que pronto llegará a su fin. Quiero empezar a juntarme con gente oxigenada que tenga los pulmones hinchados con algo más puro y fresco que los vapores de antracita donde trabajamos.

Voy a ir al festival Lesgaicinemad para ver a mi gente y olvidarme un poco de este ambiente oficinesco rabioso y roído. Las buenas ideas se cazan al vuelo.

terça-feira, 28 de outubro de 2008

Cuore

Hoy he visto a Cuore. Me ha enviado un mensaje de pronto y sin red porque quería ver la peli. Ha estado aquí mismo; todavía hay moléculas suyas flotando en el aire. Una vez la tuve y podía empaparme de ella, de su aroma, de su energía. Aunque mejor dicho ... tal vez nunca la tuve en realidad.

He hecho todo lo posible para no comportarme de forma extraña, aunque como me sentía insegura como siempre ha terminado todo en una película de Jerry Lewis. Supongo que es un grave error estar (seguir) enamorada de alguien a quien siempre esperas defraudar. No sentirte que eres la persona que ella quiere. Ya me ha pasado en varias ocasiones y sé que es un error garrafal, pero la verdad es que, aunque no hago nada para influir en su opinión, para estar presente en su radio de acción, sigo atrapada. Yo no tengo lugar alguno en su vida, y está bien, lo asumo. Nunca llegamos a encontrarnos y lo mejor era quitarse de en medio. Ella lo dijo.

De todas formas yo ahora no puedo evitar vivir este amor de forma platónica. Creo que el platonismo tiene muy mala fama: es como estar colgada, no servir para nada, ser una percha, una ilusa, una mala perdedora o una eterna idiota. Pero yo no lo veo así porque creo que muchas veces estamos obsesionadas con llegar a algún tipo de destino, conseguir un número Pi de objetivos, y yo lo único que quiero es ser honesta conmigo misma y no ignorar lo que siento ni sofocarlo con formol. Si a un corazón lo enturbias con tinta de calamar se corrompe con las venas azules que comienzan a atravesarlo como flechas envenenadas de San Bartolomé.

Mis emociones ya han cuajado, ya se han solidificado y han pasado a ser sentimientos. Hasta los átomos de la madera de una silla tienen sentimientos porque sienten nuestro peso, la humedad, el calor, qué se yo. Puede que no vaya a ninguna parte, como una silla; y no me quiero regodear en las sensaciones contradictorias que pupulan entre el pasado y el futuro como el rewind y ffward de un vídeo. Yo soy yo ahora, y me transparento y reverbero como una pasión fractal de los besos que recibí, los abrazos que me consumieron, las caricias que me alojaron y albergaron mis anhelos. Hoy no es diferente de un ayer rememorado.

Han pasado más de siete meses y mi cuerpo sigue estremeciéndose cuando estoy cerca suyo. Ha habido momentos en los que no la he mirado por pura timidez pero en los que sentía su presencia envolverme por completo con su calidez. Ya no siento dolor, es como si tuviera todo el tiempo del mundo para amar nuestro vínculo, para observarlo desde lejos, aunque tal vez en alguna ocasión se apague la luz de esa tenue vela al volverme demasiado rápido. Una vez te ves y otra vez no te ves. Un día estás ciega, la día siguiente comienzas a recordar, más tarde alcanzas la cordura, y de nuevo la pierdes, porque si no ha huido no puedes volver a recuperarla.

Con otras personas tengo el placer de ver cómo evolucionan, quiénes son, en qué se están convirtiendo día tras día. No sé por qué tememos tanto al envejecer, cuando lo bonito de la vida es sentir el paso del tiempo, minuto a minuto, segundo a segundo, los cambios, las fluctuaciones. No es necesario preguntar: ¿Cómo estás?, sino simplemente observar, imaginar. Yo a veces tiendo a querer descifrar la impresión que causo en el ambiente o hacer un molde de ella, cuando en realidad no es necesario. La gente, la naturaleza te capta sin que tú puedas hacer algo para influir en ello o incluso evitarlo.

Esta noche, cuando Cuore se ha marchado, me he quedado una media hora un poco parada, detenida, intentado explicarme cómo habían llegado a transcurrir estos rápidos pero intensos instantes. Inspeccionando el estado de mi casa, para ver lo que ella ha visto de ella, lo que ella ha experimentado. He mirado a la fila de mis bolis Pilot posicionados en mi mesa, con el rojo bermellón llevando las riendas; el pañuelo de paramecios de mi perro amarillo de peluche, las fotos de mi pared en las que ella se había fijado. He intentado reconstruir los movimientos de su mirada, aquéllos que observé desde mi punto ciego a lo lejos, sin apenas percatarme.

Al marcharse he sentido un vacío extraño. Ella no quería que le dijera adiós esperando a que su coche derrapara hacia la noche. Hay ciertos códigos que no debo romper, pero no puedo evitarlo y lo siento. Probablemente la vea la semana que viene en el festival, pero después como siempre desaparecerá de mi vida durante meses. Yo no puedo tener una amistad con ella porque no trabajamos juntas, no vivimos juntas, no nos vemos casi nunca y es prácticamente imposible hablar con ella por teléfono o quedar en algún lugar de esta ciudad cercada. No es como con otra gente con la que puedes convertir tus sentimientos en otros; por ejemplo, el amor en solidaridad, el cariño en ayuda desinteresada. O tal vez sí, pero de forma muy dilatada en el tiempo, muy suave, como viajando por el espacio o escribiendo un libro a frase o palabra por día, por mes, por vida.

Mientras estaba sentada en mi sofá apreciaba la posición de su cuerpo y una parte de mi cerebro no podía entender cómo había sido posible que en alguna ocasión en el pasado yo había tenido licencia para enlazarme a él, abrazarlo. Al verla sentada con comodidad y familiaridad en mi sofá sentía que hacía mucho tiempo que yo no podía relajarme con ella. Mis manos parecían volverse reflejos que viajaban hacia ella y con la imaginación se posaban en sus rodillas, sus hombros. Mi cuerpo sentía una tremenda apetencia por ella, una imposible sed, pero no experimentaba desesperación tan sólo la llamada suave de un ansia imaginada e innata.

Me ha sonreído mucho mientras veía la película, y supongo que en el fondo me sonreía a mí, a esa parte de mí que sí le gusta, que es mi creatividad. Cuando se han encendido las luces y me ha vuelto a ver tal como soy y como me recuerda he notado de inmediato cómo no nos podiamos comunicar porque en el fondo ella también es muy tímida y su cuerpo reacciona a mi lenguaje corporal protegiéndose y distanciándose. Creo que aunque hay millones de cosas que queremos saber la una de la otra y sin embargo ya no sabemos qué decirnos.

Tiene un trabajo que la mantiene en un constante subidón de adrenalina mezclado con estupor. No creo que le resulte muy fácil el conservar su coherencia personal y durante su poco tiempo libre tiene que reconstruirse física y emocionalmente. Esto incide mucho en el tipo de comunicación que tenemos, pero lo cierto es que desde que nos conocemos nuestra comunicación ha sido disfuncional. Ella se acercó a mí por curiosidad, por probar lo prohibido. Ya sé que no tengo las cualidades que busca en una mujer; tengo claro cúales son las que yo tengo y no necesito venderlas al mejor postor. No es eso. Pero nuestra forma de conexión es por medio de un haz de luz atrapado en un poliedro. Yo emito y ella me recibe distorsionada, refractada, despistada.

Ella me ha descubierto: no puedo ser la misma cuando me gusta alguien. Tal vez, y tal como lo tengo planeado, para el 2010 ya haya solventado esta tendencia. Por ahora estoy condenada a mi vida sin mí.

Cuore

Hoy he visto a Cuore. Me ha enviado un mensaje de pronto y sin red porque quería ver la peli. Ha estado aquí mismo; todavía hay moléculas suyas flotando en el aire. Una vez la tuve y podía empaparme de ella, de su aroma, de su energía. Aunque mejor dicho ... tal vez nunca la tuve en realidad.

He hecho todo lo posible para no comportarme de forma extraña, aunque como me sentía insegura como siempre ha terminado todo en una película de Jerry Lewis. Supongo que es un grave error estar (seguir) enamorada de alguien a quien siempre esperas defraudar. No sentirte que eres la persona que ella quiere. Ya me ha pasado en varias ocasiones y sé que es un error garrafal, pero la verdad es que, aunque no hago nada para influir en su opinión, para estar presente en su radio de acción, sigo atrapada. Yo no tengo lugar alguno en su vida, y está bien, lo asumo. Nunca llegamos a encontrarnos y lo mejor era quitarse de en medio. Ella lo dijo.

De todas formas yo ahora no puedo evitar vivir este amor de forma platónica. Creo que el platonismo tiene muy mala fama: es como estar colgada, no servir para nada, ser una percha, una ilusa, una mala perdedora o una eterna idiota. Pero yo no lo veo así porque creo que muchas veces estamos obsesionadas con llegar a algún tipo de destino, conseguir un número Pi de objetivos, y yo lo único que quiero es ser honesta conmigo misma y no ignorar lo que siento ni sofocarlo con formol. Si a un corazón lo enturbias con tinta de calamar se corrompe con las venas azules que comienzan a atravesarlo como flechas envenenadas de San Bartolomé.

Mis emociones ya han cuajado, ya se han solidificado y han pasado a ser sentimientos. Hasta los átomos de la madera de una silla tienen sentimientos porque sienten nuestro peso, la humedad, el calor, qué se yo. Puede que no vaya a ninguna parte, como una silla; y no me quiero regodear en las sensaciones contradictorias que pupulan entre el pasado y el futuro como el rewind y ffward de un vídeo. Yo soy yo ahora, y me transparento y reverbero como una pasión fractal de los besos que recibí, los abrazos que me consumieron, las caricias que me alojaron y albergaron mis anhelos. Hoy no es diferente de un ayer rememorado.

Han pasado más de siete meses y mi cuerpo sigue estremeciéndose cuando estoy cerca suyo. Ha habido momentos en los que no la he mirado por pura timidez pero en los que sentía su presencia envolverme por completo con su calidez. Ya no siento dolor, es como si tuviera todo el tiempo del mundo para amar nuestro vínculo, para observarlo desde lejos, aunque tal vez en alguna ocasión se apague la luz de esa tenue vela al volverme demasiado rápido. Una vez te ves y otra vez no te ves. Un día estás ciega, la día siguiente comienzas a recordar, más tarde alcanzas la cordura, y de nuevo la pierdes, porque si no ha huido no puedes volver a recuperarla.

Con otras personas tengo el placer de ver cómo evolucionan, quiénes son, en qué se están convirtiendo día tras día. No sé por qué tememos tanto al envejecer, cuando lo bonito de la vida es sentir el paso del tiempo, minuto a minuto, segundo a segundo, los cambios, las fluctuaciones. No es necesario preguntar: ¿Cómo estás?, sino simplemente observar, imaginar. Yo a veces tiendo a querer descifrar la impresión que causo en el ambiente o hacer un molde de ella, cuando en realidad no es necesario. La gente, la naturaleza te capta sin que tú puedas hacer algo para influir en ello o incluso evitarlo.

Esta noche, cuando Cuore se ha marchado, me he quedado una media hora un poco parada, detenida, intentado explicarme cómo habían llegado a transcurrir estos rápidos pero intensos instantes. Inspeccionando el estado de mi casa, para ver lo que ella ha visto de ella, lo que ella ha experimentado. He mirado a la fila de mis bolis Pilot posicionados en mi mesa, con el rojo bermellón llevando las riendas; el pañuelo de paramecios de mi perro amarillo de peluche, las fotos de mi pared en las que ella se había fijado. He intentado reconstruir los movimientos de su mirada, aquéllos que observé desde mi punto ciego a lo lejos, sin apenas percatarme.

Al marcharse he sentido un vacío extraño. Ella no quería que le dijera adiós esperando a que su coche derrapara hacia la noche. Hay ciertos códigos que no debo romper, pero no puedo evitarlo y lo siento. Probablemente la vea la semana que viene en el festival, pero después como siempre desaparecerá de mi vida durante meses. Yo no puedo tener una amistad con ella porque no trabajamos juntas, no vivimos juntas, no nos vemos casi nunca y es prácticamente imposible hablar con ella por teléfono o quedar en algún lugar de esta ciudad cercada. No es como con otra gente con la que puedes convertir tus sentimientos en otros; por ejemplo, el amor en solidaridad, el cariño en ayuda desinteresada. O tal vez sí, pero de forma muy dilatada en el tiempo, muy suave, como viajando por el espacio o escribiendo un libro a frase o palabra por día, por mes, por vida.

Mientras estaba sentada en mi sofá apreciaba la posición de su cuerpo y una parte de mi cerebro no podía entender cómo había sido posible que en alguna ocasión en el pasado yo había tenido licencia para enlazarme a él, abrazarlo. Al verla sentada con comodidad y familiaridad en mi sofá sentía que hacía mucho tiempo que yo no podía relajarme con ella. Mis manos parecían volverse reflejos que viajaban hacia ella y con la imaginación se posaban en sus rodillas, sus hombros. Mi cuerpo sentía una tremenda apetencia por ella, una imposible sed, pero no experimentaba desesperación tan sólo la llamada suave de un ansia imaginada e innata.

Me ha sonreído mucho mientras veía la película, y supongo que en el fondo me sonreía a mí, a esa parte de mí que sí le gusta, que es mi creatividad. Cuando se han encendido las luces y me ha vuelto a ver tal como soy y como me recuerda he notado de inmediato cómo no nos podiamos comunicar porque en el fondo ella también es muy tímida y su cuerpo reacciona a mi lenguaje corporal protegiéndose y distanciándose. Creo que aunque hay millones de cosas que queremos saber la una de la otra y sin embargo ya no sabemos qué decirnos.

Tiene un trabajo que la mantiene en un constante subidón de adrenalina mezclado con estupor. No creo que le resulte muy fácil el conservar su coherencia personal y durante su poco tiempo libre tiene que reconstruirse física y emocionalmente. Esto incide mucho en el tipo de comunicación que tenemos, pero lo cierto es que desde que nos conocemos nuestra comunicación ha sido disfuncional. Ella se acercó a mí por curiosidad, por probar lo prohibido. Ya sé que no tengo las cualidades que busca en una mujer; tengo claro cúales son las que yo tengo y no necesito venderlas al mejor postor. No es eso. Pero nuestra forma de conexión es por medio de un haz de luz atrapado en un poliedro. Yo emito y ella me recibe distorsionada, refractada, despistada.

Ella me ha descubierto: no puedo ser la misma cuando me gusta alguien. Tal vez, y tal como lo tengo planeado, para el 2010 ya haya solventado esta tendencia. Por ahora estoy condenada a mi vida sin mí.

El lunes empiezo

Dos meses con la misma frase golpeando mis entradas. Luchando contra la vaguería. Pero de momento me puede. Iba a empezar ayer, pero con la excursión a Hospital de Álcorcón por la intervención de la Omá, no pude. La cara de asombro de mi hermana cuando me subí la camiseta será casi determinante.
Intentaré empezar hoy. ¿El qué? Ir al gimnasio.

Si no, empezaré a ser de ciencias y a aplicar la teoría de la relatividad de Einstein. Ya no volveré a oir "Dora, pasa dos veces que no te he visto" sino "Dora, no estás gorda, estás cerca".
Ay madre, y dejaré de ser el protagonista de una película X para pasar a serlo de un film XXL.
Ya no me alegraré de la llegada de la televisión de plasma, que expande a todo quisqui.
Y lo peor, me quedaré con la banda de Miss Castilla-La Ancha que dejará mi amiga Dallane.

Óscar Asenmac me tiene martirizado con mi cintura ancha. Ojalá se meta conmigo para confirmar aquello de que los que se pelean se desean. No creo, tengo que volver al gimnasio, porque nunca engordaré, sólo crecerá mi panza.
Explotaré y añadido a esta lluvia sólo un consejo: resguardaos en casa, probablemente salpique.

segunda-feira, 27 de outubro de 2008

Sueño, sueño, sueño

Aquí ando, de nuevo de madrugada, terminando de perfeccionar el tráiler de la serie para entregarlo mañana con mejor pinta. Me hubiera gustado hacer un par de cosas pero la verdad es que tengo que cambiar de programa ... Voy a tener que zamparme un par de manuales de Final Cut, el programa de montaje de vídeo, para no tener tantos problemillas con los cambios de última hora.

Siempre pienso que es extraño el trabajar de noche y en soledad para terminar algo que llegará a la pantalla grande. Aunque la verdad es que la serie va a verse en internet, e incluso cuando haces una súper peli al final la gente termina viéndola en su casa, muy a menudo también en soledad, y tal vez a las mismas horas a las que tú estás trabajando. Muy curioso.

Ayer terminé de arreglar los últimos tostonazos que quedaban por reparar de mi sistema y ahora finalmente me funciona Final Cut Pro y el ordenador no rebuzna por todo. Por supuesto en un par de operaciones hoy le he visto las orejas al lobo del desastre total (mensajes de error aviesos, ruiditos raros, cosas que hace el programa y que no debería hacer, clics en el audio ...)

Pero me he hecho la sueca y por ahora no estoy llorando, así que espero que la cosa continúe así. A veces me dan ganas de tirar el ordenador por la ventana. Otras me siento arrullada por el susurro del ventilador, cuando la máquina está respirando, por el tap tap de mis dedos en el teclado, por la línea de letras que se suceden unas a otras en la pantalla.

Voy a dormir con la tranquilidad de ir hacia adelante y no hacia atrás. En cuanto termine de hablar de ordenadores y software supongo que podré dedicarme a analizar mis relaciones con otras personas. Madre mía no quiero acordarme de que el miércoles me toca ir a la oficina odiosa donde nadie te saluda. Horror. Voy a intentar olvidarme por ahora y vivir las próximas horas como si esto no fuera a suceder.

Cuando suba a la litera mi cabeza va a caer como un fardo y espero tener un sueño reparador. Lo necesito para seguir soñando mis quimeras ...

Sueño, sueño, sueño

Aquí ando, de nuevo de madrugada, terminando de perfeccionar el tráiler de la serie para entregarlo mañana con mejor pinta. Me hubiera gustado hacer un par de cosas pero la verdad es que tengo que cambiar de programa ... Voy a tener que zamparme un par de manuales de Final Cut, el programa de montaje de vídeo, para no tener tantos problemillas con los cambios de última hora.

Siempre pienso que es extraño el trabajar de noche y en soledad para terminar algo que llegará a la pantalla grande. Aunque la verdad es que la serie va a verse en internet, e incluso cuando haces una súper peli al final la gente termina viéndola en su casa, muy a menudo también en soledad, y tal vez a las mismas horas a las que tú estás trabajando. Muy curioso.

Ayer terminé de arreglar los últimos tostonazos que quedaban por reparar de mi sistema y ahora finalmente me funciona Final Cut Pro y el ordenador no rebuzna por todo. Por supuesto en un par de operaciones hoy le he visto las orejas al lobo del desastre total (mensajes de error aviesos, ruiditos raros, cosas que hace el programa y que no debería hacer, clics en el audio ...)

Pero me he hecho la sueca y por ahora no estoy llorando, así que espero que la cosa continúe así. A veces me dan ganas de tirar el ordenador por la ventana. Otras me siento arrullada por el susurro del ventilador, cuando la máquina está respirando, por el tap tap de mis dedos en el teclado, por la línea de letras que se suceden unas a otras en la pantalla.

Voy a dormir con la tranquilidad de ir hacia adelante y no hacia atrás. En cuanto termine de hablar de ordenadores y software supongo que podré dedicarme a analizar mis relaciones con otras personas. Madre mía no quiero acordarme de que el miércoles me toca ir a la oficina odiosa donde nadie te saluda. Horror. Voy a intentar olvidarme por ahora y vivir las próximas horas como si esto no fuera a suceder.

Cuando suba a la litera mi cabeza va a caer como un fardo y espero tener un sueño reparador. Lo necesito para seguir soñando mis quimeras ...

domingo, 26 de outubro de 2008

Aquí, ahora

Estoy haciendo unas cosillas para adecentar un poquillo la imagen de la peli y darle un look más cinemático. Básicamente se trata de aportarle plugins y efectos que le dan un poco de grano y una tonalidad más fílmica. Es una chulada, porque la verdad es que la imagen gana mucho y es un gusto ver su textura y lo que puede llegar a ganar.

Estoy haciendo lo posible por recuperarme poco a poco. Como anduve algo desangelada estos días ayer me dediqué a crear un espacio lo más armónico posible. He descongelado la nevera, que tenía más hielo que Groenladia, y he lavado los platos, mi caballo de Troya cuando me dedico a trabajar y no veo la casa, pasa por mis ojos, pero en realidad no la veo; sin embargo sí la sufro, porque me siento mal cuando no puedo ni servirme un vaso de agua.

Voy a tener que estructurar mis historias para conseguir trabajar, comer, dormir e ir al hobby del curro. La última vez que montaba la peli había conseguido organizarme y me hacía algo de comer en media hora. Así de bien me salió el trabajo, y además me cundió. Ahora noto que me falla algo y es sin duda la cabecha que la tengo como un trompo.

Todo proceso creativo es un mundo que se entremezcla con tu vida diaria. A veces te sustrae completamente y otras te fusiona con el exterior. En estos momentos me gustaría estar en mayor armonía con el exterior, por lo menos un poquito más.

Aquí, ahora

Estoy haciendo unas cosillas para adecentar un poquillo la imagen de la peli y darle un look más cinemático. Básicamente se trata de aportarle plugins y efectos que le dan un poco de grano y una tonalidad más fílmica. Es una chulada, porque la verdad es que la imagen gana mucho y es un gusto ver su textura y lo que puede llegar a ganar.

Estoy haciendo lo posible por recuperarme poco a poco. Como anduve algo desangelada estos días ayer me dediqué a crear un espacio lo más armónico posible. He descongelado la nevera, que tenía más hielo que Groenladia, y he lavado los platos, mi caballo de Troya cuando me dedico a trabajar y no veo la casa, pasa por mis ojos, pero en realidad no la veo; sin embargo sí la sufro, porque me siento mal cuando no puedo ni servirme un vaso de agua.

Voy a tener que estructurar mis historias para conseguir trabajar, comer, dormir e ir al hobby del curro. La última vez que montaba la peli había conseguido organizarme y me hacía algo de comer en media hora. Así de bien me salió el trabajo, y además me cundió. Ahora noto que me falla algo y es sin duda la cabecha que la tengo como un trompo.

Todo proceso creativo es un mundo que se entremezcla con tu vida diaria. A veces te sustrae completamente y otras te fusiona con el exterior. En estos momentos me gustaría estar en mayor armonía con el exterior, por lo menos un poquito más.

sábado, 25 de outubro de 2008

Prueba superada

Como siempre los desastres acontecen en el peor momento y cuando tienes poco tiempo para reaccionar. Bueno, debería decir desastrillos, porque desastres, lo que se dice desastres ... Simplemente que a las tres de la mañana, cuando decido irme a dormir para levantarme pronto y seguir trabajando, se me desintegra un cable. O como el jueves, cuando ya he terminado de montar a las siete de la mañana, después de una noche completa de imaginaria, desaparece el disco de vídeo del escritorio del Mac, así por las buenas, para crearme otro dolor de cabeza que no habré de solucionar hasta dos horas más tarde después de rastrear en mi materia gris todas las salidas imaginables y posibles.

Bueno, al final terminé el tráiler y gustó mucho. Ahora tengo unos días más para mejorarlo porque me han dado el regalito de poder entregar otra copia el martes. Va a ser muy divertido el verlo en la pantalla grande en unos días.

Quiero organizarme para cuidarme un poquito mientras trabajo, porque al final me dedico al completo a la peli y necesito algo de tiempo para dedicarle a comprar comidita, cocinarla y nutrime.

He vuelto al herbolario y la niña está más rica que nunca. Siempre me pregunta que qué tal estoy y nos hemos contado muchas cosas. Me desconcierta con los cálidos abrazos que me da cuando la veo. Supongo que necesito que me abracen.

Prueba superada

Como siempre los desastres acontecen en el peor momento y cuando tienes poco tiempo para reaccionar. Bueno, debería decir desastrillos, porque desastres, lo que se dice desastres ... Simplemente que a las tres de la mañana, cuando decido irme a dormir para levantarme pronto y seguir trabajando, se me desintegra un cable. O como el jueves, cuando ya he terminado de montar a las siete de la mañana, después de una noche completa de imaginaria, desaparece el disco de vídeo del escritorio del Mac, así por las buenas, para crearme otro dolor de cabeza que no habré de solucionar hasta dos horas más tarde después de rastrear en mi materia gris todas las salidas imaginables y posibles.

Bueno, al final terminé el tráiler y gustó mucho. Ahora tengo unos días más para mejorarlo porque me han dado el regalito de poder entregar otra copia el martes. Va a ser muy divertido el verlo en la pantalla grande en unos días.

Quiero organizarme para cuidarme un poquito mientras trabajo, porque al final me dedico al completo a la peli y necesito algo de tiempo para dedicarle a comprar comidita, cocinarla y nutrime.

He vuelto al herbolario y la niña está más rica que nunca. Siempre me pregunta que qué tal estoy y nos hemos contado muchas cosas. Me desconcierta con los cálidos abrazos que me da cuando la veo. Supongo que necesito que me abracen.

quarta-feira, 22 de outubro de 2008

Soy mojo

No. Majo, no. Mo-jo. Que una cosa es hacerse el majo en momentos determinados y otra serlo desde que tu madre echó el pedo.
Es que siempre pasa igual. Eres cornudo y encima el último en enterarte. Eres tonto, y en tu casa no lo saben. Soy mojo, y me entero hoy.

Al parecer, mojo es el comúnmente llamado periodista multimedia, periodista móvil o mobile journalist. Capaz de enviar una crónica desde un ordenador portátil, hacer actualizaciones a un blog, filmar una entrevista, tomar fotos, grabar audio, editar un vídeo y colgarlo directamente en la web del medio.

Hasta el domingo dejaré de ser mojo para volcarme en ser majo. Me marcho mañana a Chauen, Marruecos a un curso. Espero que no se embarque el tío Paco.

¿Mojo?, ¿mojo? es que sigo esforzándome en asimilar que es lo que soy, he de aceptarme. Tengo que poner de mi parte y para ello el primer mandamiento será no pedir mojo picón en mi viajes a Gran Canaria. No soportaría comerme a uno de los míos.

terça-feira, 21 de outubro de 2008

Que te hagan caso

Menudo súper fin de semana me he pasado trabajando en la peli. He tomado dos días libres para trabajar en el tráiler del corto y me los he tirado currando sin parar. Entre tanto he conseguido cargarme el PC de edición y montar uno nuevo con su correspondiente hardware y software de la noche a la mañana, y nunca mejor dicho, porque estos días me estoy acostando a las cinco, seis de la madrugada. La verdad es que termino trabajando lo mismo, tengo que intentar no extender los días hasta el paroxismo, porque luego acabo hecha polvo, de un humor raro y con la psicosis de estar encerrada en una habitación sin moverme.

He tenido la sensación de que la niebla no se terminaba de levantar, porque no he comido bien y he tenido tantos desastres informáticos que no pensaba que al final fuera a conseguir que las cosas me funcionaran, y sin embargo ahora, a la una y media de la mañana, cuatro días después, tengo un dvd en mis manos. No es el definitivo, es el de prueba, pero por lo menos sé que voy a poder hacer la copia y puedo trabajar lo que me queda más o menos tranquila.

Me he estado quedando más y más tarde simplemente porque no quería irme a la cama sin comprobar que tal o cual cosa acabaran bien. Anoche me iba a ira dormir a una hora semi decente cuando en el último segundo algo no marcha. Asumo que puede ser el gran desastre: ¿será la cámara, el monitor, la tarjeta de captura y volcado de vídeo? Pruebo todo y lo remiro. Me planteo tener que comprarme otra cámara, televisor, tal vez un nuevo ordenador. Y finalmente después de ocurrírseme todo lo posible veo que el cable, que había estado funcionando perfectamente durante meses, justo en ese momento decide estropearse. No me lo podía creer.

En este corto ha pasado de todo y sin duda estoy sudando tinta china para terminar un trabajo bien hecho. Es una especie de bautismo de fuego después de haber estado inoperativa durante un largo tiempo. Ya estoy recordando lo que hay que trabajar para hacer lo que una quiere, y sé lo que me van a costar las cosas a partir de ahora. Pero lo bonito es que estoy preparada y estoy recordando y creando nuevas actitudes que me van a dar la fuerza para lograr llevar a cabo proyecto tras proyecto.

Lo único es que tras los problemas sólo te acuerdas de las cosas buenas. Eso con las máquinas: mi coche me dejó tirada mil veces, bueno, pero lo que me gustaba mi VW Polo. Mi primer y único coche era de color granate y cuando le pasaba la cera parecía pintado con plastidecor! Les coges cariño a las máquinas medio estropeadas porque te recuerdan a ti. Sin embargo, las personas hieren mucho más.

Procedo sin duda de una familia con una paciencia infinita para las cosas mecánicas y eléctricas. Hoy pensaba: si sólo tuviese la misma actitud con la gente ... Un amigo mío me decía que él nunca tiraba la toalla con nadie. Eso me impactó; así consiguió salvar una relación que renqueaba desde hacía más de cinco años. Conmigo y las máquinas y los procesos hay algo que me atrae, me seduce y me vuelve adicta; esa minuciosidad, esa recompensa que recibes cuando finalmente algo que antes no respondía termina por funcionar., casi por arte de tu magia.

Hoy me han decepcionado varias personas. Me han llamado para hablar de lo suyo y para que les solucionara esto y lo otro y no me han dejado siquiera explicarles que llevo cuatro días trabajando contra reloj en algo que me ilusiona a pesar de todos los problemas del mundo. "No tengo internet" o "llama a tal sitio, míralo en la web, ve a esta parte del mundo y tráeme" etc, etc. Me he callado y he intentado entender que lo mismo que a mí hubiera gustado que me escucharan y tuviesen empatía, ellas querían lo mismo, y con paciencia, con mucha paciencia y cariño he intentado hacer que se sintieran bien. Mientras lo hacía me imaginaba que a mí también me hacían caso.

Que te hagan caso

Menudo súper fin de semana me he pasado trabajando en la peli. He tomado dos días libres para trabajar en el tráiler del corto y me los he tirado currando sin parar. Entre tanto he conseguido cargarme el PC de edición y montar uno nuevo con su correspondiente hardware y software de la noche a la mañana, y nunca mejor dicho, porque estos días me estoy acostando a las cinco, seis de la madrugada. La verdad es que termino trabajando lo mismo, tengo que intentar no extender los días hasta el paroxismo, porque luego acabo hecha polvo, de un humor raro y con la psicosis de estar encerrada en una habitación sin moverme.

He tenido la sensación de que la niebla no se terminaba de levantar, porque no he comido bien y he tenido tantos desastres informáticos que no pensaba que al final fuera a conseguir que las cosas me funcionaran, y sin embargo ahora, a la una y media de la mañana, cuatro días después, tengo un dvd en mis manos. No es el definitivo, es el de prueba, pero por lo menos sé que voy a poder hacer la copia y puedo trabajar lo que me queda más o menos tranquila.

Me he estado quedando más y más tarde simplemente porque no quería irme a la cama sin comprobar que tal o cual cosa acabaran bien. Anoche me iba a ira dormir a una hora semi decente cuando en el último segundo algo no marcha. Asumo que puede ser el gran desastre: ¿será la cámara, el monitor, la tarjeta de captura y volcado de vídeo? Pruebo todo y lo remiro. Me planteo tener que comprarme otra cámara, televisor, tal vez un nuevo ordenador. Y finalmente después de ocurrírseme todo lo posible veo que el cable, que había estado funcionando perfectamente durante meses, justo en ese momento decide estropearse. No me lo podía creer.

En este corto ha pasado de todo y sin duda estoy sudando tinta china para terminar un trabajo bien hecho. Es una especie de bautismo de fuego después de haber estado inoperativa durante un largo tiempo. Ya estoy recordando lo que hay que trabajar para hacer lo que una quiere, y sé lo que me van a costar las cosas a partir de ahora. Pero lo bonito es que estoy preparada y estoy recordando y creando nuevas actitudes que me van a dar la fuerza para lograr llevar a cabo proyecto tras proyecto.

Lo único es que tras los problemas sólo te acuerdas de las cosas buenas. Eso con las máquinas: mi coche me dejó tirada mil veces, bueno, pero lo que me gustaba mi VW Polo. Mi primer y único coche era de color granate y cuando le pasaba la cera parecía pintado con plastidecor! Les coges cariño a las máquinas medio estropeadas porque te recuerdan a ti. Sin embargo, las personas hieren mucho más.

Procedo sin duda de una familia con una paciencia infinita para las cosas mecánicas y eléctricas. Hoy pensaba: si sólo tuviese la misma actitud con la gente ... Un amigo mío me decía que él nunca tiraba la toalla con nadie. Eso me impactó; así consiguió salvar una relación que renqueaba desde hacía más de cinco años. Conmigo y las máquinas y los procesos hay algo que me atrae, me seduce y me vuelve adicta; esa minuciosidad, esa recompensa que recibes cuando finalmente algo que antes no respondía termina por funcionar., casi por arte de tu magia.

Hoy me han decepcionado varias personas. Me han llamado para hablar de lo suyo y para que les solucionara esto y lo otro y no me han dejado siquiera explicarles que llevo cuatro días trabajando contra reloj en algo que me ilusiona a pesar de todos los problemas del mundo. "No tengo internet" o "llama a tal sitio, míralo en la web, ve a esta parte del mundo y tráeme" etc, etc. Me he callado y he intentado entender que lo mismo que a mí hubiera gustado que me escucharan y tuviesen empatía, ellas querían lo mismo, y con paciencia, con mucha paciencia y cariño he intentado hacer que se sintieran bien. Mientras lo hacía me imaginaba que a mí también me hacían caso.

Días de regla

Estáis con el tío Paco. Os ha venido la visita. Tenéis la berza. Días "r". O tenéis la regla. Y así se justifica el día en que os levantáis con el pie izquierdo. Con el cable cruzado.

Estáis tan sensibles que si os miran fijamente lloráis, os emocionáis. Os duele hasta el pelo. Ese pelo que se os pone de punta sólo con la sintonía del Telediario.
No le véis sentido a nada. Pobres, todo os pasa a vosotras.

Pero, ¿cómo coño le doy explicación y nombre a eso cuando me pasa a mí en días como el de hoy?

domingo, 19 de outubro de 2008

Qué cosas tiene la crisis

"¡Venga, guapa! que me los quitan de las manos" con gritos como éste he pasado mi mañana dominical en un mercadillo entre Basauri y Bilbao. Joder, y todo por la crisis, que te obliga a no salir los fines de semana, bueno aunque no moví el cucu por ahí porque eran las fiestas de las cuadrillas, y yo como no tengo una vasca, me quedé en el hogar.

"A un leuro, a un leuro" se desgañitaba un gitanico. Cuánto chollo y cuánta ganga. ¿Por qué no me habré pasado nunca por El Rastro? ah, ya sé. Porque salgo los sábados y porque esa zona me da miedo, mucho kinki ¿no?

Yo me he aprovechado de estos precios, porque en tiempo de crisis hay que mirar por la perra gorda. 2 conjuntos de sábanas y 2 cremas. Hala, a pares. Ellos las roban y yo las compro a un tercio de su precio. Ay, Dora, que yo creo que esto debe ser delito. Pero he de consolarme y mimar a mi faltriquera. Bastante tengo con el paro y la crisis. Menudo dúo. Las cosas malas también llegan a pares.

Internet

Puf, hoy no se puede hablar ni con el tato. Es un domingo muy ocupado, aunque esta tarde yo voy a ir al estudio de sonido donde voy a tener una reunión con los "chicos" del corto y Nuria, la productora. Entre ellos se incluye M., un diseñador gráfico de once años a quién embarqué el año en el diseño del póster de mi largo y quién se ha incorporado también al corto. Su madre y su padre saben que el corto tiene temática queer y no tienen ningún problema con ello, lo cual es bastante especial. Este proyecto está recibiendo apoyos por doquier, y eso me revoluciona y me hace querer trabajar en él con todas mis ganas y mis recursos. ¡La gente quiere verlo!

Quien diga que no se puede confiar en la bondad de la gente desconocida no está muy al tanto de cómo funcionan las cosas en el cine últimamente. Hay gente encantadora. Ayer estuve en una reunión donde un ex-director de TVE y la jefa de producción de una conocida productora hablaban del futuro del cine y la televisión en España con una audiencia de guionistas. La verdad es que a pesar de la profesionalidad que tuvieron dando la charla y su interés en responder las cuestiones de la audiencia no podía reprimir los bostezos. ¿Por qué? Porque hace ya años que me he embarcado en la auto-producción. La verdad es que las productoras son la mafia y la tv una casa de buitres (salvando a la gente que se busca la vida como puede) con una tremenda obsesión por hacer pasta, y no hay vía de entrada para la mayoría de la gente que escribimos, realizamos, creamos y soñamos.

Por otro lado creo que tanto las productoras y las televisiones están muy perdidas con el tema de internet (y ahora móviles no digamos). Hablan con autoridad de oportunidades de negocio, ventanas de producción y demás, pero están totalmente desorientadas porque no entienden que internet no es sólo un negocio para hincharse a ganar dinero. Estamos hablando de lo siguiente:

Primero: Internet no nació ayer y tampoco tienen que inventarlo los agentes de la sociedad de consumo. Hace mucho tiempo que internet se propagó como la pólvora debido a la necesidad de la gente de comunicarse y compartir información.

Segundo: Hace mucho tiempo que en internet existen blogs, shareware, foros, comunidades, wikipedias y un enorme etcétera donde la gente produce, crea, comparte, presta y vende y mucho más.

Tercero: el tema del pirateo. Yo no lo considero como tal. El pirateo forma parte de la nueva cultura de comunicación, intercambio y también de una nueva economía en la que las personas que forman la comunidad de internet no se reducen a ser simples consumidoras de la carne que les echan las empresas, la publicidad, el márketing, las productoras de cine y de televisión. Es mucho más y sólo hay que entenderlo para mejorarlo y dejar de criminalizarlo de una vez. Yo ansío a que me pirateen, cuanto más mejor, porque quiero llegar a los corazones de la gente y sé que tengo mucho que ofrecer. Tengo muchos extras que puedo intercambiar por una contribución económica. Los cientos o miles de pagos financiarán mi proyecto en corto o medio plazo. Puedo expresarme de forma personal y pagarme yo mis proyectos, ser creativa y también encontrar un público ansioso por ver mi trabajo. No es siempre la cantidad sino la calidad. Además yo he aprendido cómo economizar y no necesito billones de euros para hacer realidad mis sueños.

La gente ha sido educada para querer cosas y conseguirlas lo antes posible como grandes consumistas. Yo soy consumidora de cultura y si quiero ver una película de Jane Birkin, Tom Hanks, Catherine Deneuve o leer un libro de Rimbaud o la Brönte no voy a dejar de hacerlo. Quiero y puedo y creo que es mi derecho. Sólo tengo una vida que vivir y quiero rodearme de aquello que necesito. No voy a entrar en una tienda y cargarme a alguien para robar una televisión de plasma. Creo que es muy diferent. .

Además yo no sólo me bajo cosas de internet, yo las subo como millones de personas que comparten anhelos e información. Yo lo utilizo para comunicarme y para crear y encontrar mis públicos, y que ellos me encuentren a mí.

Es en internet donde se encuentra el público y la gente creadora, si las televisiones o las productoras se sienten amenazadas por el llamado pirateo deberían unirse y formar parte de la nueva economía y nueva cultura que está aquí para quedarse y evolucionar con tod@s y tod@s. Aquí hay sitio para todos. Incluso para los que se quieren enriquecer como si saquearan las minas del rey Salomón.

¡Salud!

Internet

Puf, hoy no se puede hablar ni con el tato. Es un domingo muy ocupado, aunque esta tarde yo voy a ir al estudio de sonido donde voy a tener una reunión con los "chicos" del corto y Nuria, la productora. Entre ellos se incluye M., un diseñador gráfico de once años a quién embarqué el año en el diseño del póster de mi largo y quién se ha incorporado también al corto. Su madre y su padre saben que el corto tiene temática queer y no tienen ningún problema con ello, lo cual es bastante especial. Este proyecto está recibiendo apoyos por doquier, y eso me revoluciona y me hace querer trabajar en él con todas mis ganas y mis recursos. ¡La gente quiere verlo!

Quien diga que no se puede confiar en la bondad de la gente desconocida no está muy al tanto de cómo funcionan las cosas en el cine últimamente. Hay gente encantadora. Ayer estuve en una reunión donde un ex-director de TVE y la jefa de producción de una conocida productora hablaban del futuro del cine y la televisión en España con una audiencia de guionistas. La verdad es que a pesar de la profesionalidad que tuvieron dando la charla y su interés en responder las cuestiones de la audiencia no podía reprimir los bostezos. ¿Por qué? Porque hace ya años que me he embarcado en la auto-producción. La verdad es que las productoras son la mafia y la tv una casa de buitres (salvando a la gente que se busca la vida como puede) con una tremenda obsesión por hacer pasta, y no hay vía de entrada para la mayoría de la gente que escribimos, realizamos, creamos y soñamos.

Por otro lado creo que tanto las productoras y las televisiones están muy perdidas con el tema de internet (y ahora móviles no digamos). Hablan con autoridad de oportunidades de negocio, ventanas de producción y demás, pero están totalmente desorientadas porque no entienden que internet no es sólo un negocio para hincharse a ganar dinero. Estamos hablando de lo siguiente:

Primero: Internet no nació ayer y tampoco tienen que inventarlo los agentes de la sociedad de consumo. Hace mucho tiempo que internet se propagó como la pólvora debido a la necesidad de la gente de comunicarse y compartir información.

Segundo: Hace mucho tiempo que en internet existen blogs, shareware, foros, comunidades, wikipedias y un enorme etcétera donde la gente produce, crea, comparte, presta y vende y mucho más.

Tercero: el tema del pirateo. Yo no lo considero como tal. El pirateo forma parte de la nueva cultura de comunicación, intercambio y también de una nueva economía en la que las personas que forman la comunidad de internet no se reducen a ser simples consumidoras de la carne que les echan las empresas, la publicidad, el márketing, las productoras de cine y de televisión. Es mucho más y sólo hay que entenderlo para mejorarlo y dejar de criminalizarlo de una vez. Yo ansío a que me pirateen, cuanto más mejor, porque quiero llegar a los corazones de la gente y sé que tengo mucho que ofrecer. Tengo muchos extras que puedo intercambiar por una contribución económica. Los cientos o miles de pagos financiarán mi proyecto en corto o medio plazo. Puedo expresarme de forma personal y pagarme yo mis proyectos, ser creativa y también encontrar un público ansioso por ver mi trabajo. No es siempre la cantidad sino la calidad. Además yo he aprendido cómo economizar y no necesito billones de euros para hacer realidad mis sueños.

La gente ha sido educada para querer cosas y conseguirlas lo antes posible como grandes consumistas. Yo soy consumidora de cultura y si quiero ver una película de Jane Birkin, Tom Hanks, Catherine Deneuve o leer un libro de Rimbaud o la Brönte no voy a dejar de hacerlo. Quiero y puedo y creo que es mi derecho. Sólo tengo una vida que vivir y quiero rodearme de aquello que necesito. No voy a entrar en una tienda y cargarme a alguien para robar una televisión de plasma. Creo que es muy diferent. .

Además yo no sólo me bajo cosas de internet, yo las subo como millones de personas que comparten anhelos e información. Yo lo utilizo para comunicarme y para crear y encontrar mis públicos, y que ellos me encuentren a mí.

Es en internet donde se encuentra el público y la gente creadora, si las televisiones o las productoras se sienten amenazadas por el llamado pirateo deberían unirse y formar parte de la nueva economía y nueva cultura que está aquí para quedarse y evolucionar con tod@s y tod@s. Aquí hay sitio para todos. Incluso para los que se quieren enriquecer como si saquearan las minas del rey Salomón.

¡Salud!

sábado, 18 de outubro de 2008

Madrid 2010

A veces la vida parece una ficción de Charlie Kauffman. Sobre todo cuando va bien. Estoy haciendo un montón de cosas ideales y otrora irrealizables; conociendo a gente fascinante y entusiasta que me apoya, me inspira y me hace feliz, y todo esto sin comerlo ni beberlo, creo que como efecto de los más de tres años y media de okupa en Madrid capital tras mi vuelta de Londres vía Amsterdam.

Mantengo mi propuesta en firme de no emparejarme hasta el 2010, pero creo que mi celibato corre riesgo porque ya vuelvo a ser una gilipichis y me dejo atrapar por el aroma de mujer que ronda por doquier. En mi anterior post he explicado mi posición al respecto, pero creo que ahora tengo que comenzar un tag llamado Madrid 2010 y no es por las olimpiadas ni nada de eso.

Los juguetes eróticos, aparte de escozor, no terminan de convencerme por el toque plástico. Nunca me he dejado seducir por los leotardos de látex y ahora veo que con razón, aunque estoy abierta a todo. Supongo que llegado el momento debería persistir. Cuando no tengo pesadillas, ni duermo con un leño con bajón de metadona, ni visito Alicia en el País de las Maravillas (lo más frecuente), duermo por la autopista de algún que otro sueño más que erótico plenamente sensual y con la dicha de la satisfacción plenaria. Mmmmhhh (mmhh reflexivo y también placentero, supongo ;-)

De todas formas ya tuve mis cientos de one night stands en Londres en mi primer ciclo allí, y como he dicho antes, me he enamorado potocientos mil veces, aparte que a raíz de eso sufrí una experiencia traumática que no desearía ni a mi peor enemiga y que me hizo dejar de manejar los ovarios como la maraca de Xavier Cugat.

Y ahora no sé si he sentado la cabeza, pero el culo lo tengo bien emplazado delante del ordenador, y ésto impide plantearme siguiera el tener pareja ni ocupar un tiempo constreñido por mis pelis, mi multitarea, mi literatura lobotómica y vulgar, mi comunicación disléxica y autista de choque con el mundo exterior, mi madre, mi hermana, Poquitos y mi hermano, como para romper el corazón y la paciencia de una futura relación.

Robert está un poco depre y dice que está solo. Yo estoy entre relaciones, no siento angst pero la verdad es que querría acertar esta vez y dejar de seducir a tanta niña mona, moderna y maravillosa de manera diletante. Aunque ¿no seré yo cazadora cazada?

Bueno, tengo que parapetarme para la reunión con las productoras y terminar de instalar Windows en este cacharro, y todo esto manteniendo la salud mental, la hidratante corporal y mi religión intacta. Manda h ...

Madrid 2010

A veces la vida parece una ficción de Charlie Kauffman. Sobre todo cuando va bien. Estoy haciendo un montón de cosas ideales y otrora irrealizables; conociendo a gente fascinante y entusiasta que me apoya, me inspira y me hace feliz, y todo esto sin comerlo ni beberlo, creo que como efecto de los más de tres años y media de okupa en Madrid capital tras mi vuelta de Londres vía Amsterdam.

Mantengo mi propuesta en firme de no emparejarme hasta el 2010, pero creo que mi celibato corre riesgo porque ya vuelvo a ser una gilipichis y me dejo atrapar por el aroma de mujer que ronda por doquier. En mi anterior post he explicado mi posición al respecto, pero creo que ahora tengo que comenzar un tag llamado Madrid 2010 y no es por las olimpiadas ni nada de eso.

Los juguetes eróticos, aparte de escozor, no terminan de convencerme por el toque plástico. Nunca me he dejado seducir por los leotardos de látex y ahora veo que con razón, aunque estoy abierta a todo. Supongo que llegado el momento debería persistir. Cuando no tengo pesadillas, ni duermo con un leño con bajón de metadona, ni visito Alicia en el País de las Maravillas (lo más frecuente), duermo por la autopista de algún que otro sueño más que erótico plenamente sensual y con la dicha de la satisfacción plenaria. Mmmmhhh (mmhh reflexivo y también placentero, supongo ;-)

De todas formas ya tuve mis cientos de one night stands en Londres en mi primer ciclo allí, y como he dicho antes, me he enamorado potocientos mil veces, aparte que a raíz de eso sufrí una experiencia traumática que no desearía ni a mi peor enemiga y que me hizo dejar de manejar los ovarios como la maraca de Xavier Cugat.

Y ahora no sé si he sentado la cabeza, pero el culo lo tengo bien emplazado delante del ordenador, y ésto impide plantearme siguiera el tener pareja ni ocupar un tiempo constreñido por mis pelis, mi multitarea, mi literatura lobotómica y vulgar, mi comunicación disléxica y autista de choque con el mundo exterior, mi madre, mi hermana, Poquitos y mi hermano, como para romper el corazón y la paciencia de una futura relación.

Robert está un poco depre y dice que está solo. Yo estoy entre relaciones, no siento angst pero la verdad es que querría acertar esta vez y dejar de seducir a tanta niña mona, moderna y maravillosa de manera diletante. Aunque ¿no seré yo cazadora cazada?

Bueno, tengo que parapetarme para la reunión con las productoras y terminar de instalar Windows en este cacharro, y todo esto manteniendo la salud mental, la hidratante corporal y mi religión intacta. Manda h ...

sexta-feira, 17 de outubro de 2008

Visibilidad en la ofi

Es increíble la cantidad y la calidad de mujeres súper atractivas en interesantes que existen en el mundo, si sólo te paras a mirarlas cuando no tienes pareja. Lo digo completamente lúcida y de veras que me llama la atención la libertad que puedo llegar a tener para compartir momentos íntimos, cálidos con ellas sin la intromisión inoportuna de un plan de acción genial para llevármelas a la cama.

De hecho lo hago de forma inconsciente, y supongo que mi actitud es como si estuviera ligando, flirting, pero ésa no es del todo mi intención. Quiero sentirme libre para integrar en mi comportamiento, mi mirada, mi lenguaje corporal todo aquello que puedo sentir en un momento concreto cuando estoy cuerpo a cuerpo con una mujer que me inspira a adoptar múltiples formas de expresión incluyendo un despliegue de mi sensualidad.

Y la verdad es que también lo hago con algunos hombres porque me gusta demostrar ternura, y cuanto más abiertamente lo hagas y ellos perciban que lo haces con ellos, quiere decirse no con él , más fácil es que te entiendan y te acepten y te quieran.

Pero a veces es más fácil que otras. La niña del herbolario tiene tal vez un atractivo especial que me hace jugar la carta de Jerry Lewis y ser un poco más pato de lo normal, intentar demostrar todo mi atractivo, intelecto, intuición, etc, etc. Y eso es exactamente lo que no quiero ni necesito, pero a veces lo hago y quiero decir YA, para, porque no te hace ningún bien.

Es esa tendencia innata que puedo tener para hacer demostraciones de fuerza derivada sin duda de mis afanes infantiles y adolescentes por hacer mella alguna en mi padre y mi madre, y tal vez toda mi familia, cuando te sientes ignorada. Yo ahora me siento mucho más querida por mi madre, por ejemplo; no sé si es verdad, pero la siento más cercana, más tierna, aunque suele ser tan "madre de la sección femenina" a veces que la distancia que pone entre sus hijas y ella no debería existir y no nos hace nada bien tampoco. Pero cómo puedo quejarme de mi madre, si es un ángel de los pocos que deben existir en el cielo.

Volviendo al tema de expresión de lo que no llamaría inmediatamente sexualidad porque no es sólo eso, estoy analizando y rememorando mi actitud con una chica de la oficina del cliente donde he pasado la mayoría de la semana. Mi comportamiento no debería dejarme la menor duda de que me gustan las mujeres, aunque claro está yo apuntaría que me gustan algunas mujeres. En cuando aparece un pequeño lucero a la vista me calma, me relaja, me hace sentirme mejor y se me despliega una sonrisa resplandeciente en la cara.

No busco mucho más, a veces ni siquiera la cercanía. Lo que pasa es que tal vez a la gente alrededor le gustaría que fueras más generosa con tu elección de persona especial, a quién le dedicas la mejor de tus sonrisas, y tal vez los celillos comienzan a aparecer y estos se deben solventar pensando: "Claro, a mí no me hace caso porque va detrás de ella". A la gente de esta oficina les debo dejar algo fuera de juego porque le tengo unos amores locos a uno de los managers que me recibió desde el primer momento con una gran sonrisa que ha mantenido estos últimos seis meses sin signos de decaimiento. Somos como Pin y Pon, vamos en unísono a todas partes, le cojo del brazo y el del mío y nos liamos mutuamente al intentar solucionar todo el embrollo informático. Yo le llamo con diminutivos delante de todo el mundo, lo que hace girar algún cuello, pero a él no le importa lo más mínimo; por lo menos no me lo ha dicho.


Cuando encuentro almas gemelas no me queda la menor duda, y no me importa que sea un bebé, una persona mayor, un desconocido o una chica marroquí en una tienda de Falafels en Lavapiés; es una sensación muy agradable y placentera, un misterio, algo muy especial.

Tengo varios objetos de afecto que si me piden cualquier cosa en esta oficina dejaría todos los cables que estuviera enchufando en ese momento para acudir al vuelo a su lado y sacarles del de la tempestad informática en la que se hayan metido. Hoy me he quedado hasta muy tarde, he sido la última en salir de la oficina, y gratamente he observado un pequeño goteo de gente que se acercaba a la pecera de cristal donde me encontraba como una hacker dominando el mundo, montando y desmontando ordenadores. Venían a decirme buen finde y hasta luego, no te quedes mucho; no querían entrar en la pecera para no quitarme la concentración y desde fuera agitaban los brazos para que yo saliera de mi absorto estado y me diera cuenta de su saludo. Hoy justo me ha saludado de esta manera toda la gente adecuada, toda la gente guapa, la que no me quiere sólo para que les saque de un jaleo y utilizarme tras después olvidarse de decir gracias. Han venido las personas que me aprecian por ser quien soy, por la actitud que tengo, porque nos comunicamos a veces sin palabras, porque nos gusta estar cerca los unos de las otras. Ha sido muy bonito y me ha gustado mucho.

Aparte de mis chicos, que son unos cuatro o cinco, hay una niña que me encanta encontrarme, que cuando me llama, aunque intenta no molestarme cuando estoy ocupada, me hace feliz en ese instante. Es muy agradable, muy dulce, tiene una risa contagiosa y cuando camina cerca mía parece que está flotando. A veces pienso en ella cuando no estoy en la oficina y simplemente me acuerdo de lo agradable que es encontrármela en el pasillo cuando voy a hacerme una taza de té o pillar unos kiwis para desayunar. No he tenido ocasión de hablar mucho con ella, la verdad; ni yo imprimo ni ella envía faxes, con lo cual no nos vemos mucho, sólo cuando me paseo por su zona de la oficina si paso por ahí. Cuando está cerca la veo de forma que no veo a otras personas, aunque me gusten. Le sonrío y ella me devuelve la sonrisa, cada vez, no importa cuántas veces en una hora; es un acto reflejo que me hace relajar los músculos de la cara, que altera mi equilibrio de dopamina, que me tranquiliza como el Rescue Remedy de las Flores de Bach.

Lo que he observado, curiosamente, es que cuando hablamos se le nota muy tímida, más bien nerviosa, y yo quiero respetar su timidez y no hago ostentación de todos los millones de cosas, chorradas o bromas que podría hacerle con mi mente interactiva.

Ahora me viene a la cabeza que ya debe quedarle claro a todo el mundo, sobre todo a los miles de chicos gay que hay en esa oficina, que soy una súper lesbiana friki porque me paseo con los brazos enrollados en cables de red, y siempre estoy hablando con la gente en lenguaje de datos. Ahora que me he atrincherado en la oficina con decenas de cables, fuentes de alimentación, luces de red brillando por doquier, seis ordenadores y varias torres de cajas lo tendrán muy claro. Desde que me han visto tirada en el suelo ignorando sus miradas, apuntando número de inventario y casando los números de serie con los equipos. Hoy que he dedicado horas a destrozar las cajas de cartón ruidosamente para tirarlas, sin pedir ayuda ni exclamar femeninos y remilgados: "ay, perdona, cuántas cosas de chicos tengo que hacer", supongo que se hacen ya una buena la idea de la naturalidad con la que vivo mi sexualidad.

Y no sé si por eso las chicas me hablan a veces con timidez otras con una sonrisa puesta en la cara casi de satisfacción, y algunos gays intentan competir conmigo. A todo esto ¿por qué no oteo a ninguna otra lesbiana en esta oficina? La verdad es que los chicos pululan por doquier, pero las tías no son tan obvias. Nunca tengo tiempo para estas cosas, pero la semana que viene voy a empezar a planteármelo.

Visibilidad en la ofi

Es increíble la cantidad y la calidad de mujeres súper atractivas en interesantes que existen en el mundo, si sólo te paras a mirarlas cuando no tienes pareja. Lo digo completamente lúcida y de veras que me llama la atención la libertad que puedo llegar a tener para compartir momentos íntimos, cálidos con ellas sin la intromisión inoportuna de un plan de acción genial para llevármelas a la cama.

De hecho lo hago de forma inconsciente, y supongo que mi actitud es como si estuviera ligando, flirting, pero ésa no es del todo mi intención. Quiero sentirme libre para integrar en mi comportamiento, mi mirada, mi lenguaje corporal todo aquello que puedo sentir en un momento concreto cuando estoy cuerpo a cuerpo con una mujer que me inspira a adoptar múltiples formas de expresión incluyendo un despliegue de mi sensualidad.

Y la verdad es que también lo hago con algunos hombres porque me gusta demostrar ternura, y cuanto más abiertamente lo hagas y ellos perciban que lo haces con ellos, quiere decirse no con él , más fácil es que te entiendan y te acepten y te quieran.

Pero a veces es más fácil que otras. La niña del herbolario tiene tal vez un atractivo especial que me hace jugar la carta de Jerry Lewis y ser un poco más pato de lo normal, intentar demostrar todo mi atractivo, intelecto, intuición, etc, etc. Y eso es exactamente lo que no quiero ni necesito, pero a veces lo hago y quiero decir YA, para, porque no te hace ningún bien.

Es esa tendencia innata que puedo tener para hacer demostraciones de fuerza derivada sin duda de mis afanes infantiles y adolescentes por hacer mella alguna en mi padre y mi madre, y tal vez toda mi familia, cuando te sientes ignorada. Yo ahora me siento mucho más querida por mi madre, por ejemplo; no sé si es verdad, pero la siento más cercana, más tierna, aunque suele ser tan "madre de la sección femenina" a veces que la distancia que pone entre sus hijas y ella no debería existir y no nos hace nada bien tampoco. Pero cómo puedo quejarme de mi madre, si es un ángel de los pocos que deben existir en el cielo.

Volviendo al tema de expresión de lo que no llamaría inmediatamente sexualidad porque no es sólo eso, estoy analizando y rememorando mi actitud con una chica de la oficina del cliente donde he pasado la mayoría de la semana. Mi comportamiento no debería dejarme la menor duda de que me gustan las mujeres, aunque claro está yo apuntaría que me gustan algunas mujeres. En cuando aparece un pequeño lucero a la vista me calma, me relaja, me hace sentirme mejor y se me despliega una sonrisa resplandeciente en la cara.

No busco mucho más, a veces ni siquiera la cercanía. Lo que pasa es que tal vez a la gente alrededor le gustaría que fueras más generosa con tu elección de persona especial, a quién le dedicas la mejor de tus sonrisas, y tal vez los celillos comienzan a aparecer y estos se deben solventar pensando: "Claro, a mí no me hace caso porque va detrás de ella". A la gente de esta oficina les debo dejar algo fuera de juego porque le tengo unos amores locos a uno de los managers que me recibió desde el primer momento con una gran sonrisa que ha mantenido estos últimos seis meses sin signos de decaimiento. Somos como Pin y Pon, vamos en unísono a todas partes, le cojo del brazo y el del mío y nos liamos mutuamente al intentar solucionar todo el embrollo informático. Yo le llamo con diminutivos delante de todo el mundo, lo que hace girar algún cuello, pero a él no le importa lo más mínimo; por lo menos no me lo ha dicho.


Cuando encuentro almas gemelas no me queda la menor duda, y no me importa que sea un bebé, una persona mayor, un desconocido o una chica marroquí en una tienda de Falafels en Lavapiés; es una sensación muy agradable y placentera, un misterio, algo muy especial.

Tengo varios objetos de afecto que si me piden cualquier cosa en esta oficina dejaría todos los cables que estuviera enchufando en ese momento para acudir al vuelo a su lado y sacarles del de la tempestad informática en la que se hayan metido. Hoy me he quedado hasta muy tarde, he sido la última en salir de la oficina, y gratamente he observado un pequeño goteo de gente que se acercaba a la pecera de cristal donde me encontraba como una hacker dominando el mundo, montando y desmontando ordenadores. Venían a decirme buen finde y hasta luego, no te quedes mucho; no querían entrar en la pecera para no quitarme la concentración y desde fuera agitaban los brazos para que yo saliera de mi absorto estado y me diera cuenta de su saludo. Hoy justo me ha saludado de esta manera toda la gente adecuada, toda la gente guapa, la que no me quiere sólo para que les saque de un jaleo y utilizarme tras después olvidarse de decir gracias. Han venido las personas que me aprecian por ser quien soy, por la actitud que tengo, porque nos comunicamos a veces sin palabras, porque nos gusta estar cerca los unos de las otras. Ha sido muy bonito y me ha gustado mucho.

Aparte de mis chicos, que son unos cuatro o cinco, hay una niña que me encanta encontrarme, que cuando me llama, aunque intenta no molestarme cuando estoy ocupada, me hace feliz en ese instante. Es muy agradable, muy dulce, tiene una risa contagiosa y cuando camina cerca mía parece que está flotando. A veces pienso en ella cuando no estoy en la oficina y simplemente me acuerdo de lo agradable que es encontrármela en el pasillo cuando voy a hacerme una taza de té o pillar unos kiwis para desayunar. No he tenido ocasión de hablar mucho con ella, la verdad; ni yo imprimo ni ella envía faxes, con lo cual no nos vemos mucho, sólo cuando me paseo por su zona de la oficina si paso por ahí. Cuando está cerca la veo de forma que no veo a otras personas, aunque me gusten. Le sonrío y ella me devuelve la sonrisa, cada vez, no importa cuántas veces en una hora; es un acto reflejo que me hace relajar los músculos de la cara, que altera mi equilibrio de dopamina, que me tranquiliza como el Rescue Remedy de las Flores de Bach.

Lo que he observado, curiosamente, es que cuando hablamos se le nota muy tímida, más bien nerviosa, y yo quiero respetar su timidez y no hago ostentación de todos los millones de cosas, chorradas o bromas que podría hacerle con mi mente interactiva.

Ahora me viene a la cabeza que ya debe quedarle claro a todo el mundo, sobre todo a los miles de chicos gay que hay en esa oficina, que soy una súper lesbiana friki porque me paseo con los brazos enrollados en cables de red, y siempre estoy hablando con la gente en lenguaje de datos. Ahora que me he atrincherado en la oficina con decenas de cables, fuentes de alimentación, luces de red brillando por doquier, seis ordenadores y varias torres de cajas lo tendrán muy claro. Desde que me han visto tirada en el suelo ignorando sus miradas, apuntando número de inventario y casando los números de serie con los equipos. Hoy que he dedicado horas a destrozar las cajas de cartón ruidosamente para tirarlas, sin pedir ayuda ni exclamar femeninos y remilgados: "ay, perdona, cuántas cosas de chicos tengo que hacer", supongo que se hacen ya una buena la idea de la naturalidad con la que vivo mi sexualidad.

Y no sé si por eso las chicas me hablan a veces con timidez otras con una sonrisa puesta en la cara casi de satisfacción, y algunos gays intentan competir conmigo. A todo esto ¿por qué no oteo a ninguna otra lesbiana en esta oficina? La verdad es que los chicos pululan por doquier, pero las tías no son tan obvias. Nunca tengo tiempo para estas cosas, pero la semana que viene voy a empezar a planteármelo.

Pues ...

La chica del herbolario, pues ... no deja de ser heterosexual ...

O tal vez ...

Pues ...

La chica del herbolario, pues ... no deja de ser heterosexual ...

O tal vez ...

quarta-feira, 15 de outubro de 2008

Amigas solidarias vs pecados capitales

Tengo unas amigas que sí me merezco. Majas. Buenas informadoras. Y algo que les alabo, su poco pudor, como el de Dora. ¡Ah! y también son tolerantes, que vaya por delante. Se ilusionan y rápidamente se desilusionan. Sí, como Dora, pero a un nivel más normal. Es que lo de Dora es marciano, ¿qué le va a hacer? Es una romántica y cree en el amor a primera vista.

Bueno que me descentro. Sigo con mis amistades femeninas, que tan bien me han acogido siempre. Desde que preferí unirme a sus tertulias en los recreos de aquel colegio de pueblo regido por la ley caníbal del fútbol. Cejun, lo siento, no me gusta el fútbol.

Mientras les dura la ilusión y hay flisflis, como ha dicho estos días una concursante de GH 10, es decir, sexo. Yo les lanzo la pregunta del millón. Sí, ésa.
Y sé que no lo hacen para despertar un pecado capital, perdón dos, al afirmar unánimemente "es pollón".

Adela. Con un ojazos, cuerpazo y pollón. ¿Inconveniente? que es 'la otra'. Mismos ojazos, mismo cuerpazo y misma dotación, el puntoorg de Dallane, tan parecidos son los casos que ella también es 'la otra'. La que no es otra de nadie es Bebe, que estos días está mancillando mi lecho con un hombre, hetero y ¡pollón!

Qué pena me dan. Qué poco mundo. Qué monotonía peneana. Con lo curioso y culturalmente enriquecedor que es cuando bajo el kinder sopresa de la cremallera se esconde una alcayata.

El abanico se completa con amigas con idéntica réplica, pero ellas disfrutan de pareja estable, así que me hago la lengua un nudo y me autocensuro con unas manoplas.

Tres años y medio

Llega un momento en la vida en el que las cosas empiezan a irte un poco mejor. Suele pasar cuando te has quedado en un sitio unos tres años y medio que empiezan a pasar las cosas. Creo que estoy llegando a ese limbo porque noto los efectos. Me gustaría hacer una lista exhaustiva pero tengo los ojos como pelotas y debería estar descansándolos en la cama. Tanto Twitter y tan poco blog, pero en fin.

1. Básicamente me está empezando a querer la gente sin que yo haga tan gran esfuerzo. Tengo que tener cuidado para no caer en alguna jodida relación (no digo jodida porque sea disfuncional sino porque al fin y al cabo una relación es como una dentellada de muérdago y te aleja un poco de tu ser real para catapultarte a algún ser irreal en el que te reconoces y que presentas a tu amada. Y eso es gilipollesco (perdón, esta noche me da por los tacos y tacones), y en principio no quiero caer en las garras del amor tan pronto. Mi corazón puede que esté preparado pero mi mente inmadura no. That ole' devil called love

2. Las cosas comienzan a tomar vida, algo de sentido, estructura, hábito, qué se yo, je ne sais errr seee, no sé cómo se pone je ne sé cuá y no tengo tiempo de buscarlo en Google (me voy a la camaaaaaaaaaaaaaaaaaaa)

3. Te invitan a másters de guión donde puedes presentar el guión de tu peli a productoras y cosas así (sin tener que escanear internet en el intento)

4. Te putean en el trabajo y no te importa tanto

5. Es más, ya no quieres un trabajo decente porque haces tus cosas y pasas de responsabilidad y de hacer un esfuerzo inútil. Mejor estar al margen y dejar que ell@s se entretengan si quieren de esa manera

6. Te pasas mucho tiempo intentando comunicar tus ideas a los demás y a ti misma

7. No te importa que no se te ocurran más cosas inmediatamente porque siempre tienes tiempo de actualizar. No quieres ser siempre la listilla.

8. Te vas a la cama más o menos cuando deberías.

8B. Aunque a veces sí, a veces no

Ps. Hace mucho tiempo que no incluyo a Cuore como etiqueta. Estoy convencida de que hay más de una Cuore por ahí andando, tengo una imagen de ella con un físico y hasta una cara, pero su rostro es cambiante y es cada vez más atractiva.

Hoy la chica del herbolario / tienda natural me ha hecho carantoñas. Bueno, yo le he traído una tirita de Bambi para que se la pusiera en el dedito que se le ha (roto, pienso yo) hecho un esguince, piensa ella. Y sí que la estoy rondando un poco - o sea, una vez cada dos semanas o así. Pero ayer le conté mi vida a raíz de que ella me viera los ojos hinchados y yo le dijera que era por el Lamictal. Y en los herbolarios no puedes decir una santa cosa sin que te intenten sondear y sonsacar hasta el tuétano, así que lo conté todo tipo Oprah.

Me quedé un poco mosqueada y jorobada y traumatizada porque le conté casi TODO, y todo es mucho. Y encima luego en vez de montar el tráiler del corto me vi una peli sobre Whoopi Goldberg enamorándose de una chica que muere de Sida. O sea, perfecto antes de irme a dormir, después de haber llorado el domingo tras oír Sólo Somos Páginas de Laura Pausini como quinientas veces.

Así que hoy mi terapia ha sido ir a verla y dejarle escoger su tirita de Bambi para que supiera que me importa su dedillo y que ella también es vulnerable, no tiene que andar siempre siendo la guay del herbolario. Entonces se salió del mostrador y con esa carita tan tierna, esos ojazos tan, tan impresionantes y ese cuerpo serrano tan de terapeuta me dio un abrazo largo y tendido que me dejó K.O. y me pareció un verdadero abrazo de terapeuta.

Estoy mosqueada porque no quiero estar siempre yendo a la tienda a dar el coñazo y que se me vea el plumero, no quiero tomar la iniciativa y no quiero rondarle sin saber lo que quiero y buscando una relación como me he propuesto para el verano del 2010 como muy pronto. Además me siento como un chucho callejero de pelaje sucillo, oscuro y mojado por la lluvia guarrilla delante de ella. Pero ella ha lanzado su red de hilo de Ariadna y me ha dicho que vuelva mañana que me va a dar unas gotas de Rosa Mosqueta con un poquito poquito de aceite esencia de semillas de zanahoria porque es lo mejor que hay para los ojos. Ay, ay, que o me lo estoy imaginando todo yo o me estoy metiendo en un lío sin comerlo ni beberlo pero sí respirarlo.

Estoy escribiendo este blog con un ojo cerrado. No lo parece pero juro que está cerrado y me parece que es una de las cosas más raras que he hecho en la vida, así que voy a parar y me voy a ir a la cama, madre mía, qué pelmaza estoy siendo. Soy peor que Poquitos, mi sobrino (que ya es hora de que le añada una etiqueta :-).

Tres años y medio

Llega un momento en la vida en el que las cosas empiezan a irte un poco mejor. Suele pasar cuando te has quedado en un sitio unos tres años y medio que empiezan a pasar las cosas. Creo que estoy llegando a ese limbo porque noto los efectos. Me gustaría hacer una lista exhaustiva pero tengo los ojos como pelotas y debería estar descansándolos en la cama. Tanto Twitter y tan poco blog, pero en fin.

1. Básicamente me está empezando a querer la gente sin que yo haga tan gran esfuerzo. Tengo que tener cuidado para no caer en alguna jodida relación (no digo jodida porque sea disfuncional sino porque al fin y al cabo una relación es como una dentellada de muérdago y te aleja un poco de tu ser real para catapultarte a algún ser irreal en el que te reconoces y que presentas a tu amada. Y eso es gilipollesco (perdón, esta noche me da por los tacos y tacones), y en principio no quiero caer en las garras del amor tan pronto. Mi corazón puede que esté preparado pero mi mente inmadura no. That ole' devil called love

2. Las cosas comienzan a tomar vida, algo de sentido, estructura, hábito, qué se yo, je ne sais errr seee, no sé cómo se pone je ne sé cuá y no tengo tiempo de buscarlo en Google (me voy a la camaaaaaaaaaaaaaaaaaaa)

3. Te invitan a másters de guión donde puedes presentar el guión de tu peli a productoras y cosas así (sin tener que escanear internet en el intento)

4. Te putean en el trabajo y no te importa tanto

5. Es más, ya no quieres un trabajo decente porque haces tus cosas y pasas de responsabilidad y de hacer un esfuerzo inútil. Mejor estar al margen y dejar que ell@s se entretengan si quieren de esa manera

6. Te pasas mucho tiempo intentando comunicar tus ideas a los demás y a ti misma

7. No te importa que no se te ocurran más cosas inmediatamente porque siempre tienes tiempo de actualizar. No quieres ser siempre la listilla.

8. Te vas a la cama más o menos cuando deberías.

8B. Aunque a veces sí, a veces no

Ps. Hace mucho tiempo que no incluyo a Cuore como etiqueta. Estoy convencida de que hay más de una Cuore por ahí andando, tengo una imagen de ella con un físico y hasta una cara, pero su rostro es cambiante y es cada vez más atractiva.

Hoy la chica del herbolario / tienda natural me ha hecho carantoñas. Bueno, yo le he traído una tirita de Bambi para que se la pusiera en el dedito que se le ha (roto, pienso yo) hecho un esguince, piensa ella. Y sí que la estoy rondando un poco - o sea, una vez cada dos semanas o así. Pero ayer le conté mi vida a raíz de que ella me viera los ojos hinchados y yo le dijera que era por el Lamictal. Y en los herbolarios no puedes decir una santa cosa sin que te intenten sondear y sonsacar hasta el tuétano, así que lo conté todo tipo Oprah.

Me quedé un poco mosqueada y jorobada y traumatizada porque le conté casi TODO, y todo es mucho. Y encima luego en vez de montar el tráiler del corto me vi una peli sobre Whoopi Goldberg enamorándose de una chica que muere de Sida. O sea, perfecto antes de irme a dormir, después de haber llorado el domingo tras oír Sólo Somos Páginas de Laura Pausini como quinientas veces.

Así que hoy mi terapia ha sido ir a verla y dejarle escoger su tirita de Bambi para que supiera que me importa su dedillo y que ella también es vulnerable, no tiene que andar siempre siendo la guay del herbolario. Entonces se salió del mostrador y con esa carita tan tierna, esos ojazos tan, tan impresionantes y ese cuerpo serrano tan de terapeuta me dio un abrazo largo y tendido que me dejó K.O. y me pareció un verdadero abrazo de terapeuta.

Estoy mosqueada porque no quiero estar siempre yendo a la tienda a dar el coñazo y que se me vea el plumero, no quiero tomar la iniciativa y no quiero rondarle sin saber lo que quiero y buscando una relación como me he propuesto para el verano del 2010 como muy pronto. Además me siento como un chucho callejero de pelaje sucillo, oscuro y mojado por la lluvia guarrilla delante de ella. Pero ella ha lanzado su red de hilo de Ariadna y me ha dicho que vuelva mañana que me va a dar unas gotas de Rosa Mosqueta con un poquito poquito de aceite esencia de semillas de zanahoria porque es lo mejor que hay para los ojos. Ay, ay, que o me lo estoy imaginando todo yo o me estoy metiendo en un lío sin comerlo ni beberlo pero sí respirarlo.

Estoy escribiendo este blog con un ojo cerrado. No lo parece pero juro que está cerrado y me parece que es una de las cosas más raras que he hecho en la vida, así que voy a parar y me voy a ir a la cama, madre mía, qué pelmaza estoy siendo. Soy peor que Poquitos, mi sobrino (que ya es hora de que le añada una etiqueta :-).

segunda-feira, 13 de outubro de 2008

Noches sin corriente alterna

Hoy al final no he dormido bien. He soñado que defendía a una mujer en un juicio a la que acusaban de haber asesinado a su bebé cuando en realidad la niña había muerto por causas naturales y ella, la madre, estaba destrozada. Una enfermera la acusaba de ser una persona detestable con tremenda ferocidad .

Lo curioso del tema es que luego la madre se convierte en una rodaja de plum cake (bizcocho con pasas) y yo la llevo a todas partes escondida en un bolsillo para evitar que fuera a la cárcel.

Me he despertado antes porque estaba claro que mi mente deseaba desembarazarse cuanto antes de esta pesadilla surrealista, y claro, estoy cansada.

He llegado del trabajo hace una hora y media y estoy derrotadaaaa. Ha sido bastante estresante el día porque en esta empresa el equipo informático es una cacharrería y no funcionaba nada así que yo a dejarme la vista probando esto y lo otro y lo de más allá. Era una productora de publicidad y estaban a tope con un anuncio que van a filmar el jueves. Cuando les he dicho que les quitaba el internet unos minutos han andado detrás de mí a un goteo de segundos preguntándome cuándo iba "a volver". Y a mí por poco me da un pasmo cuando no me funcionaban los cacharros y he tenido que resucitar a dos routers y medio. ¿Qué hago yo haciendo esto si yo lo que quería era un trabajo sin estrés, donde haga lo menos posible y sin responsabilidad? Esto va de mal en peor.

Pero eran gente maja y hasta he hecho un par de compis para futuros proyectos. En concreto he conocido a una chica llamada Ana que es ayudante de dirección con la que he hablado largo y tendido al salir a la calle (después de haberle conectado las impresoras y haberla metido en el dominio - bueno, a ella no, al PC). Necesito hablar sobre cine y no conozco a demasiada gente todavía, pero bueno, la cosa va subiendo como la espuma.

Estoy empezando a hartarme de tanto ordenador y tanta puñeta, pero bueno, la verdad es que es la única avenida hacia la libertad, y por lo menos me entretengo y además me divierto la gran parte del tiempo. Escuchándoles hablar en la productora sobre los anuncios que hacen - que si Dodot, Movistar y yo qué sé me he dado cuenta de que menos mal que soy un espíritu libre, porque hacer ese tipo de trabajo va en contra de mis instintos más tribales. Bueno, trabajo en una empresa que cobra pffffffffff al cliente y a mí de da dos duros y medio de las migajas, y encima creo que no me van a renovar el orondo contrato de seis meses que generosamente me han ofrecido, por supuesto sin avisarme hasta 12 horas antes de su finalización, no vaya a ser que me ponga tonta y estos deditos se olviden de pronto cómo chirular un teclado.

Estuve hablando con la niña de la productora sobre vender tu alma al diablo y ella me dijo que por eso le gustaban tanto los cortos, para alejarse del tema comercial, aunque haya tenido también algunas buenas experiencias con los largos, pero la publicidad tendía a dejarla fuera de combate. Bueno, espero poder apuntarla a mi próximo proyecto, jeje.

Cuando le contaba lo que hago, lo que quiero hacer, me dijo que soy una idealista. La verdad es que no supe qué contestar porque yo en el arte no me considero especialmente idealista, tal vez en la vida sí, pero en el arte intento hacer lo que quiero y como no debo a nadie (excepto a los bancos) ni pecunio ni servicio, voy a mi aire, digamos que tengo rienda suelta y el camino abierto para hacer lo que me proponga.

No dependo de productoras ni televisiones ni nada de nada. Ni siquiera del público que justamente es lo que más abunda, aunque supongo que te puede dar la espalda. Pero yo creo que hay muchos públicos y cada historia tiene el suyo. Evidentemente si necesitas recuperar una inversión bestial y sólo te vienen a ver la peli cuatro gat@s lo vas a pasar muy mal. Pero para mí no es la cantidad sino la calidad lo que cuenta; no el vocifería sino la comunicación lo que vale. Aunque estoy convencida de que en internet se puede llegar a esas personas que efectivamente te están buscando y eso es bastante especial. Desde el comienzo de internet lo he presentido y no me he equivocado.

Al llegar a casa tan tarde le he comprado un kebab de pollo (triste opción pero es lo que hay) a un hombre que está siempre pidiendo dinero para un bocadillo y, efectivamente, el tío debía tener bastante hambre, aunque lo canta y lo repite todo el p... día con soniquete y toda la gente que pasamos por su lado maldecimos el famoso soniquete estrepitoso antes de colarnos en el metro de Quevedo (a cualquier hora de día el bocadiloooooooooooooo). Así que cómo yo iba a comer un take-away en el chino de aquí abajo (donde ya no me ponen cilantro en el arroz sino gengibre y ajo, como me gusta). Decidí que era inmoral que yo me estuviera relamiendo ya de pura gula y el pobre hombre éste (Roberto, se llama) se rascara la panza llena de burbujas de aire y cerveza remansada. Total, que hoy Roberto pilló un kebab de pollo, patatas, un Aquarius y dos caramelos, lo cual no está tan mal, a pesar de que yo hubiera preferido darle una comidita orgánica, con arroz y qué sé yo, pero no creo que le hubiera gustado mucho.

Ahora tengo que intentar dormirrrrr porque mis ojos están más cansados que nunca y hoy en el trabajo miraba a la gente como si fuera Rompetechos porque siento fotofobia y noto cómo mis párpados se hinchan como una pelota de baloncesto. Estoy segura de que el Lamictal tiene mucho que ver en esto, aunque también una rinitis que ha ascendido a mis ojos y un cansancio supino del que no logro recuperarme. Como no me vaya a Hawai lo tengo claro. Sé que soy una privilegiada, que todo el mundo trabaja muchísimo más que yo y duerme menos: véase, las madres con bebés y resto de la familia, pero, lo siento, yo no me quejo exactamente, sólo me recuerdo a menudo lo cansada que me siento porque supongo que de esa manera intentaré encontrar energía de dónde pueda y hacer algo al respecto pronto.

Buenas noches, noches.

Noches sin corriente alterna

Hoy al final no he dormido bien. He soñado que defendía a una mujer en un juicio a la que acusaban de haber asesinado a su bebé cuando en realidad la niña había muerto por causas naturales y ella, la madre, estaba destrozada. Una enfermera la acusaba de ser una persona detestable con tremenda ferocidad .

Lo curioso del tema es que luego la madre se convierte en una rodaja de plum cake (bizcocho con pasas) y yo la llevo a todas partes escondida en un bolsillo para evitar que fuera a la cárcel.

Me he despertado antes porque estaba claro que mi mente deseaba desembarazarse cuanto antes de esta pesadilla surrealista, y claro, estoy cansada.

He llegado del trabajo hace una hora y media y estoy derrotadaaaa. Ha sido bastante estresante el día porque en esta empresa el equipo informático es una cacharrería y no funcionaba nada así que yo a dejarme la vista probando esto y lo otro y lo de más allá. Era una productora de publicidad y estaban a tope con un anuncio que van a filmar el jueves. Cuando les he dicho que les quitaba el internet unos minutos han andado detrás de mí a un goteo de segundos preguntándome cuándo iba "a volver". Y a mí por poco me da un pasmo cuando no me funcionaban los cacharros y he tenido que resucitar a dos routers y medio. ¿Qué hago yo haciendo esto si yo lo que quería era un trabajo sin estrés, donde haga lo menos posible y sin responsabilidad? Esto va de mal en peor.

Pero eran gente maja y hasta he hecho un par de compis para futuros proyectos. En concreto he conocido a una chica llamada Ana que es ayudante de dirección con la que he hablado largo y tendido al salir a la calle (después de haberle conectado las impresoras y haberla metido en el dominio - bueno, a ella no, al PC). Necesito hablar sobre cine y no conozco a demasiada gente todavía, pero bueno, la cosa va subiendo como la espuma.

Estoy empezando a hartarme de tanto ordenador y tanta puñeta, pero bueno, la verdad es que es la única avenida hacia la libertad, y por lo menos me entretengo y además me divierto la gran parte del tiempo. Escuchándoles hablar en la productora sobre los anuncios que hacen - que si Dodot, Movistar y yo qué sé me he dado cuenta de que menos mal que soy un espíritu libre, porque hacer ese tipo de trabajo va en contra de mis instintos más tribales. Bueno, trabajo en una empresa que cobra pffffffffff al cliente y a mí de da dos duros y medio de las migajas, y encima creo que no me van a renovar el orondo contrato de seis meses que generosamente me han ofrecido, por supuesto sin avisarme hasta 12 horas antes de su finalización, no vaya a ser que me ponga tonta y estos deditos se olviden de pronto cómo chirular un teclado.

Estuve hablando con la niña de la productora sobre vender tu alma al diablo y ella me dijo que por eso le gustaban tanto los cortos, para alejarse del tema comercial, aunque haya tenido también algunas buenas experiencias con los largos, pero la publicidad tendía a dejarla fuera de combate. Bueno, espero poder apuntarla a mi próximo proyecto, jeje.

Cuando le contaba lo que hago, lo que quiero hacer, me dijo que soy una idealista. La verdad es que no supe qué contestar porque yo en el arte no me considero especialmente idealista, tal vez en la vida sí, pero en el arte intento hacer lo que quiero y como no debo a nadie (excepto a los bancos) ni pecunio ni servicio, voy a mi aire, digamos que tengo rienda suelta y el camino abierto para hacer lo que me proponga.

No dependo de productoras ni televisiones ni nada de nada. Ni siquiera del público que justamente es lo que más abunda, aunque supongo que te puede dar la espalda. Pero yo creo que hay muchos públicos y cada historia tiene el suyo. Evidentemente si necesitas recuperar una inversión bestial y sólo te vienen a ver la peli cuatro gat@s lo vas a pasar muy mal. Pero para mí no es la cantidad sino la calidad lo que cuenta; no el vocifería sino la comunicación lo que vale. Aunque estoy convencida de que en internet se puede llegar a esas personas que efectivamente te están buscando y eso es bastante especial. Desde el comienzo de internet lo he presentido y no me he equivocado.

Al llegar a casa tan tarde le he comprado un kebab de pollo (triste opción pero es lo que hay) a un hombre que está siempre pidiendo dinero para un bocadillo y, efectivamente, el tío debía tener bastante hambre, aunque lo canta y lo repite todo el p... día con soniquete y toda la gente que pasamos por su lado maldecimos el famoso soniquete estrepitoso antes de colarnos en el metro de Quevedo (a cualquier hora de día el bocadiloooooooooooooo). Así que cómo yo iba a comer un take-away en el chino de aquí abajo (donde ya no me ponen cilantro en el arroz sino gengibre y ajo, como me gusta). Decidí que era inmoral que yo me estuviera relamiendo ya de pura gula y el pobre hombre éste (Roberto, se llama) se rascara la panza llena de burbujas de aire y cerveza remansada. Total, que hoy Roberto pilló un kebab de pollo, patatas, un Aquarius y dos caramelos, lo cual no está tan mal, a pesar de que yo hubiera preferido darle una comidita orgánica, con arroz y qué sé yo, pero no creo que le hubiera gustado mucho.

Ahora tengo que intentar dormirrrrr porque mis ojos están más cansados que nunca y hoy en el trabajo miraba a la gente como si fuera Rompetechos porque siento fotofobia y noto cómo mis párpados se hinchan como una pelota de baloncesto. Estoy segura de que el Lamictal tiene mucho que ver en esto, aunque también una rinitis que ha ascendido a mis ojos y un cansancio supino del que no logro recuperarme. Como no me vaya a Hawai lo tengo claro. Sé que soy una privilegiada, que todo el mundo trabaja muchísimo más que yo y duerme menos: véase, las madres con bebés y resto de la familia, pero, lo siento, yo no me quejo exactamente, sólo me recuerdo a menudo lo cansada que me siento porque supongo que de esa manera intentaré encontrar energía de dónde pueda y hacer algo al respecto pronto.

Buenas noches, noches.

domingo, 12 de outubro de 2008

Recaída en el País Vasco

Sí. Cada vez que aterrizo en zona rural, donde la sociedad fluye con una corriente tradicional, recaigo.

Me siento mal. Toda la gente. ¿Absolutamente toda? está emparejada. Muchos hasta tienen hijos. Una gran pena me invade y me entristezco. Parece que voy madurando y dejo caer sobre un lado de la balanza mi carrera laboral, amistades, salud. En el otro lado pesan las carencias afectivas que siempre he arrastrado y que siguen a sus anchas, no aparece la vacuna.

No debo engañarme, muy probablemente ellos tengan una salud tan buena como la mía. Disfruten de unas consolidadas amistades. Aunque en nuestras vidas laborales sí que suele haber mucha mayor divergencia. Pero ¿quién me dice que son peores? Y llega Dora reprochando. ¿Por qué tengo que comparar?

No sabría decir si es envidia o no. Pero sí me convierte en una persona resentida. No nací para ser diferente. Al menos mientras siga ahogándome mi creencia de que la sociedad tradicional y el ser "normal" es lo mejor y más fácil. Puto sentimiento de inferioridad por haber nacido así. Qué malos son los domingos por la tarde.

sábado, 11 de outubro de 2008

Sólo soy ...

Todo el mundo trafica con su dolor, más pronto o más temprano. Pero quiero que el mío sirva para recomponerme. Pensé que esta noche tendría pesadillas, pero mi despertar ha sido sereno aunque luego haya tenido que saltar de la cama para no notar el resultado de la falta de serotonina en mi cuerpo - dolores musculares y óseos por todas partes. Tengo que hacer ejercicio para solventar este problema.

Este fin de semana ha terminado ser de descanso. No he conseguido dirimir cómo voy a hacer mi compra de comida orgánica porque la empresa con la que trabajo ya no me la puede traer a casa. No sé, tal vez tenga que ir a Naturasí los sábados, forzarme a salir de casa y arrastrar el carrito como toda hija de vecina (aunque cobran €8 por traerla aquí, pero eso es inmoral pagarlo teniendo en cuenta que están a la vuelta de la esquina).

Como no tengo mucha comida no estoy cocinando y esto me está ocasionando comer una vez al día después de desayunar y la verdad me siento un poco débil. Voy a solucionar esto de la compra mañana mismo y espabilarme con el tema de la comida. Espero trabajar duro esta semana y también leer un poquito más para que mi mente se ilumine.

Hoy voy a derecha a la cama y quiero volver a notar esa tranquilidad de hacer lo correcto, de cuidar mi sueño para encontrarme mejor durante el día. Voy a absorber el perfume de mi almohada que huele a mí y a mi afán de sueño y recoge de forma volátil todas mis ideas y flores creativas. Cuando alcanzo la cama tras subir a mi litera me siento resguardada, encendida como una luciérnaga en la noche, como si tuviera un pijama de estrellas que me aleja de la tierra como al Principito. No voy a temerle más a la oscuridad si puedo dormirme con música o escuchar el latido de mi propio corazón y mecerme con su nana muscular e impertérrita. Recorro el día es búsqueda de mí misma y finalmente me encuentro en la noche como si tuviera una gemela cósmica que me recoge la cabeza y dulcemente la posa en la blandura de la almohada.

Tengo que recordar que la muerte es un sueño imposible, una nube inmensa que te captura para ser libre y recuperar el aliento.

Hoy he visto el corto con N., una de las actrices y la que me ayudó tremendamente en la producción, y le gustó mucho. De repente estoy sintiéndome con un ánimo un poco melancólico porque hemos hablado del ambiente durante el rodaje y creo que tras unas horas de conversación ha terminado entendiéndome mejor, pero me siento desfondada. Cuando me ha preguntado qué tal estaba me he notado estremecer, y todavía estoy temblando. Creo que me cuesta trabajo de repente describir mi estado de ánimo a otras personas, es demasiado difícil porque es una mezcla de felicidad y melancolía, aunque ése es mi estado natural.

Le he hablado del 2010, fecha en la que espero encontrar al amor de mi vida. Por aquel entonces ya habré conseguido convertirme en una persona como yo y así no tendré que disculparme por ser quien soy y me conoceré lo suficiente para no buscar a alguien que quiera cambiarme. Necesito dos años para distanciarme de aquello que me duele, emborracharme de lo que ahora me llena, encontrarme con mi creatividad y amar aquello que me gusta y no abandonarlo nunca. Tal vez sea suficiente tiempo para que mis amistades, mi hermana y mi madre me conozcan más, porque pienso demostrar la fragilidad y la fuerza que sean necesarias sin temor a derrumbarme o que me hieran.

El mundo nos hiere con ráfagas de amor y hiel y nuestra respuesta no puede ser embarrarnos con deseo de poder o de poseer. Quiero cuidar exhaustivamente de los pequeños objetos vivientes a mi alrededor. Todo está compuesto por células o átomos orgánicos que necesitan cuidado, calor, y que ocupan un tercio del espacio en que yo habito.

Noto que estoy abriéndome al mundo porque he vuelto a escuchar música. Mañana empieza otra semana en la que tengo que luchar por el día por seguir sintiéndome yo porque estaré en el trabajo. No va a ser fácil, como siempre. Necesito aprender a abstraerme para conseguir mayor número de momentos míos en los que sumergirme en mi silencio fecundo, mi melancolía lluviosa y mi efervescente entusiasmo por vivir.

Cuanto más vives más añoras: momentos pasados, personas que ya no están contigo, cosas que hubieras hecho y no hiciste, gestos que nunca volverán y que sin embargo puedes recordar con precisión y sonreír. No voy a seguir porque se me desbordan las lágrimas de los párpados y me acuerdo de muchísimas cosas ... Voy a dormir y dejar descansar esta cabecita loca. Buenas noches.