segunda-feira, 28 de setembro de 2009

Engañados como a un chino

Y la culpa, en gran parte la he tenido yo. He sugerido que dejaran la puerta abierta para tener más ventilación en la oficina. Y ¡zas!, se ha colado un chino.

Con un español de 50 palabras nos ha dicho que era el representante o repartidor de los dos restaurantes chinos que hay en la calle Hortaleza. Que se había quedado sin gasolina y tenía el coche en la puerta. Nos ha pedido 10 euros para ir a Atocha a por combustible.

-¿Y qué documentación tienes que acredite que eres quien dices ser?
-He dejado todo en restaurante. Yo luego traigo. Nos dice con la cara estirada que le hace casi invisibles los ojos y la boca con congelada sonrisa.

-"Mira, nos estamos tomando el pelo. Pero actuamos de buena fe y te vamos a prestar el dinero. Pero tienes cara de pillo y te estás quedando con nosotros". Justifica así nuestra gran labor social del día. Ay, esto de las oenegés.

-"A ver, ¿cómo te llamas?", le pregunto.
-"Pablo".
-"Sí hombre, Pablo, un chino que se llama Pablo y no habla español", le cuestiono.
-"Éste no es ni chino, éste parece de Nepal", corrige un compañero.

No sabremos ya su origen, pero nos ha engañado a todos como a chinos.

sábado, 26 de setembro de 2009

Metal


Sabores de metal en la lengua. Tengo miedo de sentir sabores de metal en la lengua. Tengo los sentidos capturados como un animal salvaje apresado en una jaula de caña, y con mi pelo a juego.

Metal


Sabores de metal en la lengua. Tengo miedo de sentir sabores de metal en la lengua. Tengo los sentidos capturados como un animal salvaje apresado en una jaula de caña, y con mi pelo a juego.

segunda-feira, 21 de setembro de 2009

Sonrisa de vuelta

Ella lo tenía claro. ¿Para qué, si no me van a coger? Era la única respuesta y pregunta que salía de sus finos labios. A pesar de que era consciente, a su corta edad, de que no habría más oportunidad. ¿Para qué, si no me van a coger?, se repetía ahora a solas en su habitación.

Volvía a leer la hoja impresa con los requisitos que le dieron esa tarde en su club de tenis. Edad comprendida entre 12 y 14 años, residencia en España, estatura no superior a 1,75 centímetros y por razones de seguridad, se aconseja que los chavales no lleven gafas o lentillas. Y ella cumplía todos estos, poco meritorios, requerimientos.

Donde se reconoció su mérito, porque destacó en esta selección de recogepelotas, fue en las pruebas de velocidad, resistencia, concentración, puntería y potencia. Habría un número escaso de chicas compartiendo pista con sus ídolos, pero esta preadolescente sería una de ellas.

Desde hace unos días duerme mal. Se despierta por las noches y por el día no tiene otra cosa en la cabeza. Hoy se ha levantado sin que suene el despertador y es ella quien va a la habitación de sus padres. ¡Venga papá, no seas dormilón, que son las nueve, y no quiero llegar tarde!

Y es su padre quien, como cada fin de semana, la lleva al club de tenis. Pero este viaje es diferente, la niña será recogepelotas en la eliminatoria de Copa Davis de España contra Israel, en Murcia. Ahí está, en la pista, muy concentrada, muy rápida y con mucha puntería. Ni siquiera mira de reojo a la grada, a pesar de que sabe con exactitud dónde está sentado su padre con su madre y su hermana pequeña.

Es momento del cambio de turno de árbitros y recopelotas. Y desde mi asiento reservado para periodistas la distingo. Todos juntos forman una fila muy ordenada, con el paso acompasado. Ella, muy sonriente, relajada y satisfecha busca la mirada de su padre que ha bajado varias filas en las gradas hasta hacerse visible. Ella intenta aminorar el paso, aunque sabe que no puede, pero desea con todas sus fuerzas que ese momento en la pista sea eterno. Y el padre más orgulloso de las doce mil personas que estamos allí, su padre, la mira lleno de gozo. Y le devuelve la sonrisa.


sexta-feira, 18 de setembro de 2009

Entretantos


Sin motivos, pelando tiempo. Frustrada por la frustración. Prohibido frustrar. Harta de no poder prohibirme frustrar. Intentando sacar adelante las confesiones, las ávidas puertas hacia dentro y hacia fuera. Iluminando principados. Destacando estallidos que vierten sus ansias al viento sin que encuentren desfallecimiento alguno. Pero chocando contra balleneros y púas y remilgos y ansias de acuarelas trasversales y trasvestidas.

Vientos emperifollados y sueltos, una pausa, un momento. Miedos encadenados, enardecidos, encendidos como piras de sueños inapreciados e inapreciables. Sentimientos nulos de nulidad, y verdes de inmadurez, y empecinados en morir antes de aterrizar en plenitud, antes de extenderse como el yodo en un mar de celofán que escuece penas prensadas y anhelos crisados.

Odio empapelar, esconder y que me empapelen. Siento una aterrada dicha al esconderme, arrinconarme en mis certezas, punzar el destino con mis dudas. Todo esto siento sin transigir, sin emular, vencida antes mis debilidades, suspirando por un nuevo amanecer de sendas y trasiegos y vueltas de veleta, golpes de brújula, inoperantes hados con sus pronósticos anunciados en idiomas ininteligibles. Palabras que no rondan marañas, ni ánimos, ni pretensiones encontradas. Inútil es forzar el motor de la barca mansa; me restriego bajo el sol cardado y espero diletantes horas y minutos y sabios segundos que no llegan, que se arrastran, que se empinan en las pendientes de los prismas de luces y se entroncan deslucidos para aparecer después de que hayan partido los últimos comensales, para enroscarse en los candelabros de plata mate.

Son las ávidas esperas que siempre han existido, son los restos de septiembre, son los nacimientos de los principados, de las mirillas de alcobas apretadas, de dientes de sierra pulsátiles levemente. Todo ello se encuentra bajo el sol, bajo el ansia, bajo los bajos, los que frecuento como curioso perrito faldero, sin atreverme a alcanzar la envergadura, dispuesta, erecta postura, por preferir las líneas pronas que apenas acanzan el perfil del levitar.

Sin ira no hay Elíseo.

Y entretantos, entre tantos otros ...

Entretantos


Sin motivos, pelando tiempo. Frustrada por la frustración. Prohibido frustrar. Harta de no poder prohibirme frustrar. Intentando sacar adelante las confesiones, las ávidas puertas hacia dentro y hacia fuera. Iluminando principados. Destacando estallidos que vierten sus ansias al viento sin que encuentren desfallecimiento alguno. Pero chocando contra balleneros y púas y remilgos y ansias de acuarelas trasversales y trasvestidas.

Vientos emperifollados y sueltos, una pausa, un momento. Miedos encadenados, enardecidos, encendidos como piras de sueños inapreciados e inapreciables. Sentimientos nulos de nulidad, y verdes de inmadurez, y empecinados en morir antes de aterrizar en plenitud, antes de extenderse como el yodo en un mar de celofán que escuece penas prensadas y anhelos crisados.

Odio empapelar, esconder y que me empapelen. Siento una aterrada dicha al esconderme, arrinconarme en mis certezas, punzar el destino con mis dudas. Todo esto siento sin transigir, sin emular, vencida antes mis debilidades, suspirando por un nuevo amanecer de sendas y trasiegos y vueltas de veleta, golpes de brújula, inoperantes hados con sus pronósticos anunciados en idiomas ininteligibles. Palabras que no rondan marañas, ni ánimos, ni pretensiones encontradas. Inútil es forzar el motor de la barca mansa; me restriego bajo el sol cardado y espero diletantes horas y minutos y sabios segundos que no llegan, que se arrastran, que se empinan en las pendientes de los prismas de luces y se entroncan deslucidos para aparecer después de que hayan partido los últimos comensales, para enroscarse en los candelabros de plata mate.

Son las ávidas esperas que siempre han existido, son los restos de septiembre, son los nacimientos de los principados, de las mirillas de alcobas apretadas, de dientes de sierra pulsátiles levemente. Todo ello se encuentra bajo el sol, bajo el ansia, bajo los bajos, los que frecuento como curioso perrito faldero, sin atreverme a alcanzar la envergadura, dispuesta, erecta postura, por preferir las líneas pronas que apenas acanzan el perfil del levitar.

Sin ira no hay Elíseo.

Y entretantos, entre tantos otros ...

A mis enemigos

Nadie te dedica días, ni honores (pero te los dedicas tú), ni pensamientos y formas parte de pocas vidas. Así que hoy yo intentaré, humildemente, eso sí, regalarte este poema.

Querido enemigo, te escribo a ti, porque nadie se acuerda de ti bien, sólo lo hacen para insultarte, agredirte, odiarte, y no ven que gracias a ti yo descubro infinidad de bellezas a mi lado.

Querido enemigo, gracias a ti sé quienes realmente me quieren, gracias a ti descubro a mis amigos, gracias a ti descubro la verdad de la mentira, gracias a ti la luz se evidencia de la tinieblas.

Querido enemigo, que te esfuerzas por destruirme, gracias a ti me ayudas a perfeccionarme, gracias a ti me mantienes atento y en estado atlético para contrarrestar tus ataques.
Querido enemigo, parte de mi grandeza te la debo a ti, parte de mi belleza, parte de mi crecimiento y parte de mi esplendor.

Querido enemigo, sin ti yo no sería tan bueno, no podría compararme, no tendría de quien diferenciarme, no tendría motivos para decir: así no quiero ser.

Uy, pero si yo no tengo enemigos. No le puedo dedicar este poema a nadie... Bueno, pues hacedlo vosotros.

Disfrútalo enterito aquí

quarta-feira, 16 de setembro de 2009

Download do CD Latino – Junto e Misturado – Fazendo a Festa 2009

Este disco é a versão compacta em CD do show de gravação do DVD “Latino – Junto e Misturado Fazendo a Festa”. Latino inicoiu sua trajetória de sucesso na década de 90, quando se tornou um dos reis do funk melody e impressionou o Brasil com inusitados passos de dança. Mais para os anos 2000, Latino começou a enveredar para o lado do pop e desenvolveu o seu atual estilo musical. Tornou-se o rei do pop nacional, sendo um dos artistas que mais entende de paradas de sucesso. Afinal, não lhe faltam hits, como “Me leva”, “Só Você” e “Não Adianta Chorar”, dos tempos de funk, e “Festa no Apê”, “Renata” e “Cátia Catchaça”.

Banda: Latino e Convidados
Nome do Album: Latino – Junto e Misturado – Fazendo a Festa (2009)
Gênero: Pop Nacional
Ano de Lançamento: 2009
Tamanho: 153mb
Formato: Rar/MP3
Qualidade: 320kps

Download

Diante do trono - Principe da Paz - Ao vivo

http://images.quebarato.com.br/photos/big/3/B/204B3B_1.jpg

Descricao:
01... Música do Céu.mp3
02... Mais que Vencedor.mp3
03... Mais que Vencedor ((Reprise)).mp3
04... Debaixo dos Nossos Pés.mp3
05... Cordeiro e Leão.mp3
06... Príncipe da Paz.mp3
07... Corpo de Cristo.mp3
08... Espirito de Vida.mp3
09... Autor da Vida.mp3
10... Tudo Vem de Ti.mp3
11... Tua Glória.mp3
12... Salmo 90.mp3
13... Aleluia de Handel.mp3

Donwload

segunda-feira, 14 de setembro de 2009

Pensamiento creativo pre-verbal


Intuición creativa: saber ... antes de esperar. Comunicarse con los demás: esa quimera y ese misterio ... Pensamientos verticales, perturbados y reyertos.

Estoy cansada del dolor porque el dolor me cansa, me agota, me desvela y me exprime. Ni siquiera me inspira tanto, ni me responde. Intento investigarlo inquisitoriamente, alterando sus feromonas, repudiando sus pinchos metálicos radiales que mecánicamente me horadan los ánimos y los cárnicos fueros.

Tiemblo al refugiarme. Intento apreciar cuál es su efecto de llamada, investigar antropológicamente desde mi interior los miedos que cubre o que desvela. Mi estupidez me ciega y me integra con el pánico que me produce mi despiadada mediocridad. ¡Retiemblan las piernas! O sea, que el cuerpo en el fondo también es una distracción: te lo puedes imaginar y repasar el siguiente momento emocionado, sin discrepancias. Ideas multiplicadas por los vahos del incienso.

Pensamiento creativo pre-verbal


Intuición creativa: saber ... antes de esperar. Comunicarse con los demás: esa quimera y ese misterio ... Pensamientos verticales, perturbados y reyertos.

Estoy cansada del dolor porque el dolor me cansa, me agota, me desvela y me exprime. Ni siquiera me inspira tanto, ni me responde. Intento investigarlo inquisitoriamente, alterando sus feromonas, repudiando sus pinchos metálicos radiales que mecánicamente me horadan los ánimos y los cárnicos fueros.

Tiemblo al refugiarme. Intento apreciar cuál es su efecto de llamada, investigar antropológicamente desde mi interior los miedos que cubre o que desvela. Mi estupidez me ciega y me integra con el pánico que me produce mi despiadada mediocridad. ¡Retiemblan las piernas! O sea, que el cuerpo en el fondo también es una distracción: te lo puedes imaginar y repasar el siguiente momento emocionado, sin discrepancias. Ideas multiplicadas por los vahos del incienso.

quinta-feira, 10 de setembro de 2009

Pezqueñines no, gracias

-¿Te sorprendió?, pregunto sin alarma como buen periodista, a mi nueva compañera de curro. Hace sólo una hora en la comida.
-¿Que si me sorprendí? -me devuelve la pregunta con su elevado tono mostoleño-. Flipé, tío, yo con 17 años, niña calladita de au pair en Londres, que encima me cruzo toda la ciudad para irnos a su casa.
-¿Pero, no te lo esperabas? Bueno, aunque es cierto que nunca se sabe ¿no? -comento ingenuo y a la vez con la pericia que uno ya tiene-. Porque claro -añado-, ni la nariz, ni las manos, ni los pies...
-No sé, pero cuando se puso el condón, y comprobé que aquello era ridículo, que le sobraba, que le queda holgado por todas partes... qué patético. Qué iba a hacer con aquello. Así que yo me fui a mi casa.

Conozco a esta chica desde hace una semana. ¿Por qué me cuenta estas cosas? Seguro que es porque le parezco un tío tan enrollado que, aún sabiendo mi profesión, quiere compartir conmigo esta íntima información. Esta desgracia por haberse comido un cacahuete.

Pobre chica, y no como mis amig@s, que siempre le tocan bien armados y dotados. ¿Me engañan? ¿Se engañan? o serán simplemente afortunad@s en polvos.

domingo, 6 de setembro de 2009

Vuelta al cole

Qué inquietud la del día anterior. La del domingo por la tarde. El verano se había esfumado y empezabas un curso nuevo. Uf, pasabas ya a 4º ó a 5º de EGB. Qué lejano quedaba el curso anterior. Y qué pequeños te parecían los que ahora lo comenzaban.

Los días previos al inicio del curso solía flotar algún rumor que te intranquilizaba. "A los del año pasado de Doña Amalia, les toca este curso con Don Francisco Aterrizamoscas." No, por Dios, no podía ser. Y pataleabas por dentro pensando que eso no podía ser. ¿Por qué a ti? Qué tragedia.

Los días previos me los pasaba tirado en el suelo del comedor usando con energía gomas de borrar. Reutilizando los libros que te había prestado tu vecino. "Menos el de Sociedad, que se lo dejé a la Antonia pa su niña. Es que me lo tenía pedido la mujer desde julio."

Y a ti el de Sociedad te daba igual. El problema era el de Matemáticas, porque Fulanito no usaba el cuaderno y hacía los ejercicios en el libro. "Jo, abuela, es que algunos están hechos con boli". Y con tacto y algo de carácter me contestaba que "bueno, pues usa la borraboli, que para eso está". Ay madre si en ese intento te pasabas y hacías un agujerito en el papel. ¡Qué tragedia! ¡qué vergüenza, cuando lleguemos en clase a esa página y la vean los compañeros. Faltan 33 páginas. Faltan 12 páginas...

Otro capítulo merecen la cartera (lo de mochila llegó al pueblo un poco más tarde) y el estuche. Recuerdo un cepillo plástico rigido de lavar la ropa. Cómo restregaba a principios de septiembre para que salieran las manchas, sobre todo de tinta del estuche. Y era tontería, porque te podían comprar uno nuevo, lo que pasa es que a ése le habías cogido mucho cariño. No así a la cartera, pero ahí sí que no había vuelta de hoja. "Pero si está nueva. Esa te aguanta este curso muy bien".


sexta-feira, 4 de setembro de 2009

Saturación mental

San Viernes. Ha terminado la primera semana en el nuevo trabajo. Estoy saturado. No es fatiga mental, porque estoy bastante despierto. Pero agota en exceso mostrar interés constantemente, estar interesado y parecerle interesante a los nuevos compañeros.

Volver a madrugar después de dos meses. Pasar 9 horas con gente aún desconocida. Y yo sin tener aún oficio ni beneficio, porque la nueva oficina, donde me instalaré, está manga por hombro. Me leo este folleto... Ojeo y hojeo aquellos libros... ¡Pero son 8 horas! Ante esta incómoda situación, les propuse el segundo día retrasar la firma del contrato hasta que todo estuviera listo. "No, no, tú no tienes la culpa de que esto esté así...".

No termina mi jornada laboral ahí. Como buen caminante que camina ligero llego a Gran Vía para que su boca de metro me engulla y me escupa cerca de mi segundo trabajo. La semana se ha complicado porque ha coincidido también con mi tercer empleo. Esto sí ha sido un encuentro en la tercera fase.

Y qué pena, que al llegar a casa no tengo quien me traiga las zapatillas y no pueda sentarme frente al televisor. No tener quien me haga la cena, me recoja la mesa y me friegue los platos. Ni quien quede con mis amigos, amigas, pareja...
Así que acabo de decidir, que el 8 de marzo yo también celebraré el día de la mujer trabajadora como propio. Sufro como ellas la dificultad para conciliar vida laboral, sentimental, personal, social y demás -al.


terça-feira, 1 de setembro de 2009

Contra natura

Ésta es una fotografía aérea, que nos acaba de enviar la RFET, de la construcción de la pista central para la eliminatoria de Copa Davis entre España e Israel que se disputará del 18 al 20 de septiembre en Polaris World La Torre Golf Resort de Murcia. Aún falta por construir la tercera corona de los graderíos que tendrán un aforo para 12.000 espectadores.

Esta es la primera ocasión en la historia de la Copa Davis que la pista central se construye en un campo de golf. La zona en la que se levantan las gradas corresponde al campo de prácticas del
complejo.

¿Cómo se os queda el cuerpo?, os pregunto a vosotros.
Murcia, ¿qué hermosa eres?
, le pregunto a ella.

Ay, querer es poder, aunque sea contra natura.