Vuelas y renuevas principio y fines, retos álgidos y sudores maltrechos. Vuelas y amplías las señales que te replicaron al instante con tonos leves, pero seguros, aunque circunstanciales.
Vuelas y armada sin rumbo trasiegas las crestas de las olas, no es que reniegues, es que no vislumbras el amplio tejer de entre los espacios colindantes, las hadas cigüeña, los bríos audaces, las meriendas de madrugada y los sinsabores ciegos.
Vuelas sobre el agua rozando las olas ahí donde ascienden poco antes de romper y te elevas sobre el mar, vuelas.
ResponderExcluirEnvidio esa sensación que deseo evocar y quiero repetir. Hace tiempo que no vuelo, presiento esa onda en mi plexo solar que hace un torbellino interno y hacia afuera, justo hasta mi piel, excediéndome sólo unos milímetros... Lo siento traído por la memoria desde mi infancia, pero no vuelo.
Pero querida, pareces tri o poli-polar ¿o te has vuelto ciclotímica? Pasas la mañana buceando por las salas de un hospital pensando que este no es tu día y ¡por las noches vuelas!
¡Y han dado las 4,30 del viernes 23!
Eres una monstrua del teclado qwerty. Me lleva tiempo leerte, escribes más deprisa que yo leo robando horas a la noche (que no a la mañana que abrazará mi sueño)
Y ya eres tú, no otra, pero todos los yos están en continuo cambio y en determinados espacios han de ser impostados.
Mereces ser querida al menos tanto como yo te quiero
Sonsolitas ...
ResponderExcluirTu cariñito me llega de inmediato, sin intermediarios, gracias :-)
Jeje, ciclotímica es mi Moleskine, que llevaba días y días sin descargar sus retazos en el blog.
Pero no tengo más remedio que pensar en volar por las noches, que es cuando más ligera me suelto, especialmente si durante el día noto el plomo gangrenando mis pies ... Y al pensar en volar me he dado cuenta de que tengo alas todavía.
Yo sí te veo volar, porque has dejado tus límites en la espuma de las olas.
Un beso enorme