Viajo de vuelta a casa esta noche en un vagón de metro retrasado. Percibo en sus túneles presencias ciegas, ciénagas atrofiadas, ensenadas traidoras y rastrojos encendidos. No sé cuáles son sus asideros descalzos ni los entresijos aguerridos, fascinantes e inciertos de su actividad nocturna.
Me tumba, me rinde la evidencia, mi conciencia cargada de trazos irresolutos me imposibilita reaccionar. Estoy parca en palabras y en sentires. Será como todo, la aquiescencia con la noche cerrada.
'Inteligencia, dame el nombre exacto de las cosas'...Repito desde hace un rato porque mi mente piensa y mis manos hacen lo contrario. Escribo, borro, vuelvo a escribir y borrar lo que quiero escribirte acerca de los túneles de metro. Pero hoy no es mi día, o esta no es la mejor hora. No importa, pensaré en las nubes de Turner por si vienen las palabras.
ResponderExcluirbesos
Pues a mi lo que me interesa es que sigas escribiendo aunque tu cabeza no esté clara y tus ideas confusas,a mí lo que me mola "una harta" es leerte!.
ResponderExcluirAnónima:
ResponderExcluirYo me dejo llevar porque no tengo más remedio ... Casi nunca sé de qué voy a escribir cuando inicio el viaje, ni sé dónde voy a llegar ...
¡Déjate llevar! Arrincona tu inteligencia lógica y no borres nunca nada :-)
Abutrí:
Eres un encanto, me hace mucha ilusión lo que me dices ... Ya no me da miedo no ver las cosas con claridad, porque parece que me oriento entre la penumbra y el desenfoque :-)
Besitoss