quarta-feira, 11 de fevereiro de 2009

Antes, durante, después



Se acaba esta noche y me apresuro a hacer las últimas reflexiones. Esta semana me ha asediado una gripe y también he conseguido ahuyentarla como a un fantasma. Tengo mi vida y mi ritmo antes de la gripe, durante la gripe y después de la gripe. Básicamente con ella me sentía asediada, lobotomizada, empequeñecida, tierna. Y ahora que está abandonando mi cuerpo y mi cabeza (¿se va? ¿se extingue?) estoy volviendo a sentir un gran impulso vital, una fuerza motriz genuina, tipo géiser que me socorre y me impulsa a querer vivir, a hacer cosas. Pero no estoy lo suficientemente bien para saber qué cosas todavía, no tengo la mente aclarada, como si no hubiera alcanzado el programa de aclarado de la lavadora, y me permito hacer planes sin tener aún la energía para acometerlos.

Tengo el estómago abroncado porque no he dejado de comer ni un minuto. Espero no tener pesadillas esta noche. Estoy saliendo mucho y viendo a mis amistades lo que me llena de gozo, pero siento que entre el trabajo que últimamente arrecia, las obligaciones familiares y el ver a mis amig@s no estoy dedicando suficiente tiempo a escribir y leer, a soñar despierta. No tengo más remedio que resignarme e irme a la cama porque mañana tengo que levantarme pronto, aunque hay un montón de cosas que querría escribir. Tendré que dejarlas en remojo y aventurarme en mi subconsciente mañana para tender la ropa. Lo curioso del tema es que, al igual que con la gripe, no sé lo que voy a querer escribir aunque tengo el impulso de querer hacerlo.

Um comentário:

  1. Ays el tiempo!!.
    Difuta de lo que venga y cuando tengas ganas de verdad de ser ermitaña ya verás como consigues tiempo para ello!!.

    Me alegro que estés mejor de tu gripe!.

    ResponderExcluir