sexta-feira, 27 de fevereiro de 2009

Reconocimientos internos


Reconocimientos internos, reconocimientos incondicionales, enriquecedores, plurales, fuertes.

Intento entenderme y cuidarme.

Ahondo hasta tocar el calcio del hueso, me enfrento a las carencias más dolorosas de mi personalidad. Me peleo con la hoja, con la línea manchada de tinta, con el cuajo del viento donde rastreo intenciones adormiladas. Sé lo que quiero, lo he sentido antes. La impaciencia devorada por el riesgo. La conozco, es muy intensa. A veces crees que quieres algo pero en el fondo no es más que un sustituto de otra cosa, qué fácil es engañarse. Voy detrás de quimeras porque es más fácil taparte la cara y olvidarte de ti misma. Reviso presencias llenas de hábitos de silencio y cierres transitorios.

Rauda y veloz, me gustaría ser rápida. Pensar en espacios habitables y dúctiles, abiertos y decorados sobriamente. Busco modificarme en pequeños pasos, resonar en esos espacios con los aspectos de mi personalidad que no estén amañados para el juego de la vida.

Quiero despedir a la tranquilidad, deseo movimientos repletos de vigor, resplandores, destellos nocturnos durante el día apenas contenidos en tandas de salvas repetidas. Esta es una tarde en la que no he podido resguardarme en los paisajes internos de mi soledad porque hay cientos de voces con historias discordantes. Cada una de ellas con sus dotes de comunicación intactas.

Estas son mis conversaciones inconclusas conmigo misma.

2 comentários:

  1. La imagen parece Anubis, de hierro, pero Anubis. besos, 'anonimusgirl' sigue de expedición nocturna

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