¿Por qué te quieren?

A veces me asalta la inconsciencia de querer que me quieran por quien soy. Y hoy me ha poseído la duda: ¿Por qué te quieren?

¿Te quieren por tu belleza física? No todo el mundo piensa que eres tan mona, es más, a un montón de gente le pareces invisible cuando estás montada el vagón del metro. O te miran con arrogancia porque piensan que eres guiri, pero de los países pobres.

¿Por tus ocurrencias? A mucha gente les parecen una aberración invasiva.

¿Por tus escritos? Más densos que la puñeta.

¿Por lo que haces? Mala indicación de la persona que eres. Eligen la parte que más les atrae y cuando te muestras tridimensional, flipan y te abandonan.

¿Por tu potencial? Jajajajajajaja (Pasó un par de veces, that's all)

¿Por los mismos motivos por los que te odian? Obvio.

¿Por tu verbosidad? A veces nauseabunda, rayando en lo ilógico, lo incomprensible y lo absurdo, farragoso e incongruente.

¿Por tu imaginación? A alguna gente le resbala o le parece una afrenta o incluso la desprecian. Por no contar las personas a las que les resulto descarada, caprichosa y pesada.

¿Por tu coraje? Invisible para la mayoría de las personas que no conocen mi historia. No se la he contado a casi a nadie.

¿Por tu forma de expresarte? La expresión de las emociones no siempre es bien recibida o comprendida. Muchas veces soy ambigua y ambivalente. Tendría que ser más consecuente y si vivo en la inopia reaccionar como que vivo y siento en la inopia.

¿Por tu originalidad? ¿Y a quiénes les gusta lo plain and simple? Hay mucha gente mucho más original que yo, y a veces no se me nota porque voy de incógnito.

En definitiva, a muchas personas les resulto cargante y también les molesta mi osadía, lo directa que soy, la soberbia que a veces transmito, el desparpajo, la necesidad de exigir aprobación y reconocimiento, mi agresividad cuando me siento arañada imaginariamente por mi entorno, mi aburguesamiento, prepotencia, ñoñería, infantilismo, pedantería, rabia, impaciencia, listados interminables y ridículos, lentitud, el efecto retardado, no ir al grano, meticulosidad prolija, mis interminables discursos, mi pasotismo, mis neuras, mis alergias, manías, incapacidad social, mis altos y bajos, mi euforia, mi exhibicionismo, mi sexualidad, mis argumentos, debilidad por las mujeres, preferencias personales, personas favoritas, inconstancia, ternura pastelosa, memoria olvidadiza, hoy te quiero hoy me he olvidado de ti, espiritualidad de bote, victimismo, solidaridad enfermiza, melancolía disoluta, patetismo, inutilidad, y no diría un largo etcétera porque eso entraría en el aburrir al personal.


Y tal vez aquellas personas tiernas que me quieren lo hacen precisamente por todo esto.