segunda-feira, 15 de dezembro de 2008

Estíos, estíos, estíos


Gránulos celestes, zonas horarias incomprendidas, cuernos de la fortuna enfundados en oro macizo. Es la sed de verano.

Albergo dudas pero levanto el ánimo. Me renuevo en vuelos rasantes y ventilo los techos rotos, los sinsabores ciegos. Me acerco a esa idea de verano que palpita en mi pecho apergolado.

Soy y no soy, me revuelco en espirales arduas y refriego y requiebro las espigas doradas de los recuerdos de estíos esplendorosos, refulgentes y simples en su belleza. El bramido de la hierba me envuelve y las hojas de menta destilan mi aliento.

3 comentários:

  1. Bueno...Añoranza de todas sensaciones vividas en verano?.

    Dá gusto leerte!.

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  2. Nada mejor que beber de los recuerdos de verano entre los forros polares ¿verdad? Para que cuando el calor apriete soñemos con cubitos de hielo y bufandas de estudiante elongadas :-)

    Muchas gracias, Abutrí

    Besis

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  3. Es una buena fórmula la de echar al fuego los recuerdos del buen tiempo para que nos calienten cuando hace más falta.
    Yo congelada. Saludos!

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