sexta-feira, 24 de abril de 2009

Desintegrarte

No entendéis nada, no puedo contar con vosotros para que me protejáis. Me soltáis vuestras opiniones sin fundamento porque no escucháis lo que realmente está pasando. No necesito opiniones, ni siquiera comprensión. Dejadme en paz.

Quiero pasar de esto:


A esto:

¿Tan difícil es?

Esta situación sólo me da pistas sobre una cosa: voy a dejar de decirle a la gente lo que tiene que hacer, lo que siente, lo que vive, cómo solucionar su vida porque a lo mejor eso es lo que a mí me están haciendo ahora y me machaca, me estrangula, me hace perder la fe en la solidaridad de las personas allegadas.

Es la única lección que puedo aprender de todo esto. Tu dolor difícilmente lo pueden sentir, comprender otras personas. La comprensión exige un abandono del ego, una escucha atenta, la confianza en la persona que te está hablando. Les pedía apoyo pero he encontrado incomprensión y egos exaltados. Me ningunean, ignoran lo que digo, lo que siento. Me lanzan reproches, ultimatums, me hacen chantaje emocional, simplifican, banalizan. Quieren que sienta lo que ellos decidan, porque es más sencillo, menos molesto.

No tengo que dar explicaciones, caí en el grave error de hacerlo vez tras vez, y al mismo tiempo que lo hacía, el mero hecho de contar lo que me pasaba me destrozaba un poquito más. No me esperaba la incomprensión, la cerrazón, la prepotencia, el orgullo de los demás, la manipulación a la que me quieren someter. ¿Qué les cuesta respetar por lo menos las decisiones que yo tome sobre lo que me concierne exclusivamente a mí? No puedo cambiar el pasado, y ni siquiera parece que puedo cambiar el presente porque todavía no ha terminado esta pesadilla.

Ahora lo que necesito es tranquilidad para sopesar por qué estas personas que me quieren, en el fondo me quieren un poquito menos de lo que yo pensaba porque no son capaces de ponerse en mi lugar. No importa, la vida es así, nadie dijo que era justa. Yo también soy egocéntrica, ignorante, imbécil mental. Me resulta imposible desintegrarme y ponerme totalmente en el lugar de la otra persona, siempre quiero llevar la razón y ayudarles a la velocidad de la luz cuando la vida de las personas transcurre a la velocidad del sonido.

Tendríamos que dejarnos un poco más en paz.

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