quinta-feira, 3 de dezembro de 2009

Esto sólo duró un momento


Mantengo el alma en vilo y una tupida flor cárdena engarzada. Es un recuerdo nonato de un amor que me ha dolido porque estaba vulnerable. Un amor que se tergiversaba, se encendía y establecía; un amor al que se inserta como a una mariposa, un amor que hizo recordar durante un segundo que el tiempo se detenía y no avanzaba. Un amor que resulta herido a cada paso si se cae, si tropieza.

Un ave entumecida incinera el aire a su paso al caer en picado. Rasura el filo del borde, primero presiona el todo sumiso y acaricia el pesar efímero, revierte las solicitudes de medicamentos simplificados, presenciados, en barruntos. No sabe comprar estadíos virtuales y plazos encima de jardines sabios y chaquetas sórdidas, pura espuma simplificada, retina y vivencias visibles, perfumes cretinos y salvias enjutas como varillas de insectos espía. Cobras plisadas, entroncadas, turbias, sonorizadas, embusteras, fibriformes, entonadas, atomizadas. Liberando el ansia que les presume, que les intriga. Resultando todo en un vacío de corazón que duró un instante pero se hizo eterno. Volver a la inmediatez de la persistencia de la memoria, saltar las barreras, crear enganches obtusos, primar el oído, sus trancas y barrancas, las décimas, los ecos trepidantes, las humedades baldías, las simples armas de mujer. Las brisas, las brumas, los movimientos irisados, las estampidas, los prismas recogidos y sofisticados, los intensos robles, removidos y oscuros, los silencios abrumadores, las ganas de estar en otro lugar donde poder suministrarme unas dosis de paz, de serenidad, de querer volver, quiero volver, no sé por qué no puedo permanecer aquí siempre, sin que me muevan del sitio.

Amor, fue un sentimiento fugaz que me hizo temblar la ternura porque quería volver a ti. Te quiero.

Um comentário:

  1. Gracias...como los temblores de tierra que no llegan a terremotos...?
    No me rompas, te amo.

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