segunda-feira, 23 de março de 2009

Marzo luminoso


Este mes no entiendo nada, le he vendido mi marzo al trapero en plena borrachera y resulta que ha debido de ser mi alma.

Al volver a Lavapiés ya habían levantado el chiringuito. Más tarde me enteré de que habían montado un circo ambulante pero es volador y no se les puede seguir la pista por tierra. Estoy esperando la sección del marzo ventoso para ir a su encuentro y secuestrar mi alma. Creo que la encontraré atrapada en la cajita de música otomana, en la tienda rosada entre los cirros y los cúmulos.

Me he subido al tranvía de viento más conveniente tras una consulta estratégica con un Juan Salvador Gaviota de lo más particular que se iba a América (cuestión de corazones atrapados). Cuando llegué a la nube pantanosa la feria ya se había marchado. Apenas quedaban rastros de serpentinas adheridas al tejido nublado donde había acampado el circo.

Entré sigilosamente y cargándome de valor en un carromato abandonado porque sentí la clara intuición del presentimiento de que mi marzo se hallaba ahí. Y, efectivamente, me lo encontré atado y amordazado a una silla, inane y articulado como una marioneta de madera.

Respiré hondo y con mucho entusiasmo por el reencuentro y me dispuse a liberarlo, pero de repente me atacó una bandada de hombres rana voladores.

2 comentários:

  1. Tu alma ha llegado aquí. Tranquila, está a buen recaudo. A salvo de los hombres rana que se han ido al caer las primeras lluvias de marzo. Ven cuando quieras a recuperarla, yo mientras le seguiré dando calor. Besosss, Anónima ;o)

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  2. Hola, Anónima

    Espero con urgencia esas aguas de marzo, que tal vez tienen que deshacer las nubes, hacer resbalar los hombres rana y liberar al cautivo.

    Un besito

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