Fallas de Valencia

Estar hablando con alguien durante 3 semanas, una hora al día, para verte un viernes y cambiar 3 frases, tres, y al día siguiente darte cuatro muerdos, venderte la moto y decirte "Tú y yo no nos vamos a liar. El chico que me gusta de Valencia está ahí delante, y no quiero que me vea con nadie". ¿Tiene precio?
El sentimiento de que te han tomado el pelo ocupa toda tu cabeza. Que se va disipando poco a poco y se llena de otro sentimiento: el de compasión. Porque esta gente recogerá lo que siembra. "Es que el ambiente es tal y cual", "estoy cansado del ambiente". Reinas, una cosita, el ambiente somos todos. Pero por gente como ésta... así nos luce el pelo.

El fin de semana valenciano ha sido intenso así que lo registraré en frases titulares.

Viernes
-La llave no abre el candado de la maleta. Hay que romperlo y mi hombretón Mario lo consigue. Dora es mona y delicada, no podría tener agujetas para la noche por ese tremendo esfuerzo.
-Salimos y momentazo hetero en una carpa. Bailando al compás de "Aquí no playa", Extremoduro y no sé qué más. Ay Pepi, siento haber parado a esos dos chicos que iban en bicicleta y que nos ofrecían dos mojitos sacados de su mochila perroflautica, pero es que no pensaba que costarían 5 euros. Jijiji.
-Cuarteto con la amiga de Juan y los dos bisex, que creo que eran solo heteros, bueno o bi, pero poco. Así que en mitad del sarao interrumpió Dora y espetó: "chicos, se acabó la ficha" y sacó toda borracha a la chica.
-El segurata de Venial intenta sacar a rastras de una pierna, en una ocasión, y seguidamente inmovilizada con la cabeza debajo se su sobaco, a una maribollo. Dora, luchadora de las injusticias sale al paso, "¿no te da vergüenza lo que estás haciendo? Que es una persona, y no un animal".
-La chica del cuarteto, amiga de Juan, se va a casa borracha. La detiene la Polícia. ¡Buf, buf! sopló y sopló, y 0,74 mg. dio. Hala, esta mañana de lunes, tenía un juicio rápido. No sé el resultado pero sí como acabó ella. A las 8 de la mañana el poli termaba el turno, la llevó a casa, borracha, y se lo folló. Qué crack.
-Trío con los dos majetes. Al fondo a la izquierda.

Sábado
-Dormimos sólo 4 horas y nos fuimos a Benifayó, a disfrutar de una paella que colocaron en la mesa a las 16h. (Ay, Pepi, qué largo se nos hizo el camino de vuelta).
-No pude relajar la pestaña por la concentración de las amigas de Juan, qué rústicas.
-Botellón de Bisolvón, perdón de Vodka rojo. Que no nos subió el pedo. Conocimos a Hugo Piercing, muy majo el chico, lo veremos en Madrid. Creo que está muy intersado, sus 6 llamadas y 4 mensajes desde que nos despedimos de él, en esa misma noche, lo rebelan.
-Viene Mar, que está con sus amigas de pedo. Pasan dos horas. No viene Mar, por primera vez desde que su cabecita recuerda cosas, se va a casa antes de las 6 de la mañana. Está muy borracha. (Uy, como se nota que es amiga de Dallane). Dios los cría...
-Me encuentro con el impresentable, y el final ya lo sabéis.

La gran protagonista del programa de este fin de semana ha sido Pepi. Que, aunque tarde, siempre llega. Pidiendo a su Teta, que le facilite la salida, como un toro de mihura. ¡No llego, Teta!, ¡ábreme la puertaaaaaa!

Me llevó al aeropuerto, y volvió, mi gran amiga, cuando le comenté que mi vuelo estaba retrasado. ¡Tres horas! Gracias, Ibería, por aclararme que para desplazamientos peninsulares me vaya olvidando del aire.

Como veréis, no hay mascletá por ningún lado... No, no se me ha olvidado, es que yo no soy de ruido ni de violencia. Ya sabés, Paz Verde. Además, mi cuerpo no reacciona sentimentalmente al olor la pólvora ni a las explosiones petardas (¿se llama así a las de los petardos?) cada 30 segundos. Sólo le pido a Dior que Irene no sea pirómana.