Recorro momentos inexplicables al borde del vértigo y asumo los riesgos sin pestañear. Las aglomeraciones formadas entre las lluvias de ideas se enredan con los erizos de mar en mi pelo, y aprovecho para abandonar mis reciprocidades.Hay retrasos largos en las certezas, impresiones vinculantes en la atmósfera que me previenen de mis propios pensamientos que vienen y van. Mantengo muchas cosas todavía en pie, pero las principales parecen rezumar como prisiones del entusiasmo ...
Entretanto me entretengo socavando las vanidades del universo.
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