Varios planos de metro

Hoy me he puesto de los nervios sin tan siquiera despertar. He tenido pesadillas (demasiados frutos secos antes de dormir) y me ha recomido el ir o no ir a darle clases de inglés a mi tía, salir de la cama después de los sueños agitados. He soñado con mi hermano y su maltrato psicológico. No es una forma muy hábil de comenzar el día. Quiero tenerle lo más lejos posible, estas Navidades van a ser un golpe para mi madre porque ya ha llegado el momento de protegerme de él férreamente: está completamente desfasado, patina, ataca, es tóxico y peligroso, siempre lo ha sido.

Voy a continuar escribiendo durante todo este día. En la compulsividad encontraré una respuesta al significado de estos momentos, estas horas; cuando se consolidan, cuando me ofrecen posibilidades, cuando se inmiscuyen otras personas y las enriquecen. Mi siento huérfana porque no estoy leyendo mis libros, aunque devoro el periódico para asumir las reflexiones de los demás, enterarme (a medias ya que el periodismo es tan tendencioso) de lo que sucede en otras partes del mundo lejanas y cercanas. Me preocupa Aminatou, qué pena que Zapatero no la ayude. ¿Qué demonios está pasando con la gente?

Quiero abrazar al Hombre Cansado, te envío un beso fortísimo desde aquí. Eres mi alma gemela en prisión, en destierro, pero yo sé que vas a salir porque tú eres tú. Estás a punto de sacar a tu Excálibur de la roca.