sábado, 4 de outubro de 2008

Leyendas urbanas

Me encantan las leyendas urbanas. Tengo una querencia primitiva sobre todo hacia las sexuales.

-Tío, pues un amigo una vez en una discoteca de kinkis estaba en el baño y su fogosidad se multiplicó por dos cuando se unió a la de un hetero, con novia de fucsia en la pista y adornada por arosdorados.
Y anoche en Valencia la ficción se hizo realidad. Estabamos en una discoteca de ambiente. Pero al parecer como era viernes y gratis, había mucho público mascachapas. Ya sabes, esos que van allí porque "les encanta la música que ponen". Sí, guapa, lo que tú digas.

Cruce de miradas con mi amigo. Y se fueron juntos. La amiga, novia o paripé clavando su tacón de aguja de bersaka en el albero de esa discoteca y su pariente con el otro intercambiando intimidades.

Morbo asegurado. Y el alto nivel de líbido se mantuvo a pesar de la bajada que provocaba verle ese pirsin verruga lenteja sobre el labio y la boca, o quizá toda la mandíbula, moviéndose con espíritu de máquina de escribir.

El encuentro se desarrolló y finiquitó con poca mariconada. El pariente emplazó a su nueva presa a verse de nuevo cuando la noche ya estuviera acabando y así los efectos psicotrópicos, según él, hubieran abandonado su cuerpo.

Tiene razón Marci en dos puntos con estas historias. La pena que nos profesa esta gente que no se ve respetada por su condición dentro de su entorno de amigos. Y que estas leyendas tienen su punto de realidad, pero que no todo el monte es orégano.

PD: "Hola, gracias por invitarme a tu programa, te llamo porque es que resulta que tengo yo una amiga mía a la que le pasa..."

6 comentários:

  1. jo, a mí lo q me deja pensativa es la de los aros dorados... me pregunto q le pasará por la cabeza, si no sospechará nada...

    cuánta gente viviendo una mentira, no?

    Es q es tan fuerte q te pongan los cuernos ahí mismo... q humillante... menudo gusano...

    pero bueno, son historias de toda la vida, más viejas q el cagar así q no sé d q me asombro tanto.

    me parto con el piercing verruga lenteja!:)

    ResponderExcluir
  2. Cierto, Marta. Le pienso decir a mi amigo que eso no se hace. Qué pocos escrúpulos, y ahí en medio.. es que... Barb y Bebe, vosotras no digáis nada, que ya se lo digo yo.

    Qué gente...

    ResponderExcluir
  3. bebe al habla, dora ya tengo yo boquita y teclado para decir por mí misma y no diré nada...ya está todo dicho...sólo haré referencia al contenido literario de este texto, con toda la calidad a la que nos tienes acostumbrados, gracias por estas crónicas de la vida misma que nos recuerdan que estamos aquí precisamente para eso, vivir...y pa querernos cari...qué plumilla...

    y por barb y yo diré que te queremos y que me encanta esta unión que produce los años, las arrugas y lo vivido...
    gracias por invitarme...como siempre

    ResponderExcluir
  4. jajajajaja. me partoooooooooooo
    porque resulta que yo tengo un amigo muuuuuyyyyyyyy cercano al que le ha pasado algo parecido no hace mucho, así como un mes y pico, aquí en Madrid, en un cumpleaños de una amiga suya.....y....... uy! hasta aquí puedo leer! anda guapa!

    ResponderExcluir
  5. Vaya, he tenido que releer el "post" varias veces, y creo haberlo comprendido, así que podría decir: "pues tengo yo un amigo, que tiene un amigo que..."

    Y creo que ese amigo ya le ha dicho a su amigo que eso no se hace...

    ResponderExcluir
  6. ¡¡¡OLE!!! qué ilusión, salgo en tu blog con nombre y todo...!!! (bueno apodo, pero es lo mismo jeje!) Mua!!!

    ResponderExcluir