segunda-feira, 13 de outubro de 2008

Noches sin corriente alterna

Hoy al final no he dormido bien. He soñado que defendía a una mujer en un juicio a la que acusaban de haber asesinado a su bebé cuando en realidad la niña había muerto por causas naturales y ella, la madre, estaba destrozada. Una enfermera la acusaba de ser una persona detestable con tremenda ferocidad .

Lo curioso del tema es que luego la madre se convierte en una rodaja de plum cake (bizcocho con pasas) y yo la llevo a todas partes escondida en un bolsillo para evitar que fuera a la cárcel.

Me he despertado antes porque estaba claro que mi mente deseaba desembarazarse cuanto antes de esta pesadilla surrealista, y claro, estoy cansada.

He llegado del trabajo hace una hora y media y estoy derrotadaaaa. Ha sido bastante estresante el día porque en esta empresa el equipo informático es una cacharrería y no funcionaba nada así que yo a dejarme la vista probando esto y lo otro y lo de más allá. Era una productora de publicidad y estaban a tope con un anuncio que van a filmar el jueves. Cuando les he dicho que les quitaba el internet unos minutos han andado detrás de mí a un goteo de segundos preguntándome cuándo iba "a volver". Y a mí por poco me da un pasmo cuando no me funcionaban los cacharros y he tenido que resucitar a dos routers y medio. ¿Qué hago yo haciendo esto si yo lo que quería era un trabajo sin estrés, donde haga lo menos posible y sin responsabilidad? Esto va de mal en peor.

Pero eran gente maja y hasta he hecho un par de compis para futuros proyectos. En concreto he conocido a una chica llamada Ana que es ayudante de dirección con la que he hablado largo y tendido al salir a la calle (después de haberle conectado las impresoras y haberla metido en el dominio - bueno, a ella no, al PC). Necesito hablar sobre cine y no conozco a demasiada gente todavía, pero bueno, la cosa va subiendo como la espuma.

Estoy empezando a hartarme de tanto ordenador y tanta puñeta, pero bueno, la verdad es que es la única avenida hacia la libertad, y por lo menos me entretengo y además me divierto la gran parte del tiempo. Escuchándoles hablar en la productora sobre los anuncios que hacen - que si Dodot, Movistar y yo qué sé me he dado cuenta de que menos mal que soy un espíritu libre, porque hacer ese tipo de trabajo va en contra de mis instintos más tribales. Bueno, trabajo en una empresa que cobra pffffffffff al cliente y a mí de da dos duros y medio de las migajas, y encima creo que no me van a renovar el orondo contrato de seis meses que generosamente me han ofrecido, por supuesto sin avisarme hasta 12 horas antes de su finalización, no vaya a ser que me ponga tonta y estos deditos se olviden de pronto cómo chirular un teclado.

Estuve hablando con la niña de la productora sobre vender tu alma al diablo y ella me dijo que por eso le gustaban tanto los cortos, para alejarse del tema comercial, aunque haya tenido también algunas buenas experiencias con los largos, pero la publicidad tendía a dejarla fuera de combate. Bueno, espero poder apuntarla a mi próximo proyecto, jeje.

Cuando le contaba lo que hago, lo que quiero hacer, me dijo que soy una idealista. La verdad es que no supe qué contestar porque yo en el arte no me considero especialmente idealista, tal vez en la vida sí, pero en el arte intento hacer lo que quiero y como no debo a nadie (excepto a los bancos) ni pecunio ni servicio, voy a mi aire, digamos que tengo rienda suelta y el camino abierto para hacer lo que me proponga.

No dependo de productoras ni televisiones ni nada de nada. Ni siquiera del público que justamente es lo que más abunda, aunque supongo que te puede dar la espalda. Pero yo creo que hay muchos públicos y cada historia tiene el suyo. Evidentemente si necesitas recuperar una inversión bestial y sólo te vienen a ver la peli cuatro gat@s lo vas a pasar muy mal. Pero para mí no es la cantidad sino la calidad lo que cuenta; no el vocifería sino la comunicación lo que vale. Aunque estoy convencida de que en internet se puede llegar a esas personas que efectivamente te están buscando y eso es bastante especial. Desde el comienzo de internet lo he presentido y no me he equivocado.

Al llegar a casa tan tarde le he comprado un kebab de pollo (triste opción pero es lo que hay) a un hombre que está siempre pidiendo dinero para un bocadillo y, efectivamente, el tío debía tener bastante hambre, aunque lo canta y lo repite todo el p... día con soniquete y toda la gente que pasamos por su lado maldecimos el famoso soniquete estrepitoso antes de colarnos en el metro de Quevedo (a cualquier hora de día el bocadiloooooooooooooo). Así que cómo yo iba a comer un take-away en el chino de aquí abajo (donde ya no me ponen cilantro en el arroz sino gengibre y ajo, como me gusta). Decidí que era inmoral que yo me estuviera relamiendo ya de pura gula y el pobre hombre éste (Roberto, se llama) se rascara la panza llena de burbujas de aire y cerveza remansada. Total, que hoy Roberto pilló un kebab de pollo, patatas, un Aquarius y dos caramelos, lo cual no está tan mal, a pesar de que yo hubiera preferido darle una comidita orgánica, con arroz y qué sé yo, pero no creo que le hubiera gustado mucho.

Ahora tengo que intentar dormirrrrr porque mis ojos están más cansados que nunca y hoy en el trabajo miraba a la gente como si fuera Rompetechos porque siento fotofobia y noto cómo mis párpados se hinchan como una pelota de baloncesto. Estoy segura de que el Lamictal tiene mucho que ver en esto, aunque también una rinitis que ha ascendido a mis ojos y un cansancio supino del que no logro recuperarme. Como no me vaya a Hawai lo tengo claro. Sé que soy una privilegiada, que todo el mundo trabaja muchísimo más que yo y duerme menos: véase, las madres con bebés y resto de la familia, pero, lo siento, yo no me quejo exactamente, sólo me recuerdo a menudo lo cansada que me siento porque supongo que de esa manera intentaré encontrar energía de dónde pueda y hacer algo al respecto pronto.

Buenas noches, noches.

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