
Entrega absoluta a la periferia, entrega vana, superficial. Todos los tránsitos pueden contarse, todas las pérdidas evaluarse y hacer lo posible para retrasar su olvido.
Todo aquello que se yergue ávido, rápido y alto sobre tus hombros tiene un lugar en tus narraciones. Y lo que nunca se ha contado, lo que parece tan normal, lo que piensas de un modo automático o aquello que no permites salir de tu mente porque forma parte de la cadena de embalaje, también podrías darle salida, si quisieras.
Sólo tienes que liberar la mente y experimentar esa borracherra repentina y creciente de vanidades, de conceptos que surgen, que digamos se extendían sobre papel plano y que ahora se recortan y se ondulan hasta salir de su molde.
No sabías lo fácil que iba a ser, y ahora te da miedo.
Nenhum comentário:
Postar um comentário