sexta-feira, 16 de maio de 2008

Por qué quiero ir a Cantabria a aprender surf

Ideas del mar ... Skhema, taxis, trofe

Qué ganas de pasar frío, de enfrentármelas con la mar, derrochar toda mi energía, degustar el salitre con la hendidura de la brecha de mi labio ... ahora que todavía puedo.

Enmendar la abulia, remendar las ausencias y los quiebros del olvido, culminar las tragedias en espuma babeante de ola.

La mar debe tratar pacientemente a sus paseantes al igual que el sendero recrea las ilusiones y los aromas mentales de los que los surcan. Espero arremolinarme, despeinarme, soltarme, renacer y recorrer mundos internos sin explorar ahora que todavía soy joven ...

Consumirse de pasión y resurgir como ave fénix de los corpulentas nubes de espuma encebollada marina y sus rastrojos de algas. Renuevo con creces el sabor humano que se destila de mis labios secos y saber del sabor del volver a ser acuáticos sin apenas abarcar la línea del horizonte con los brazos abiertos.

La persistente imagen en la retina de mi memoria es la de la libertad comprometida consigo misma. El traje de agua, el neopreno de tejido lunar, la presión de toneladas de litros, un maremoto de emociones al límite para rebosar en un tsunami de amor.

Reverdecer tan sólo avistando la posibilidad de amar al ser amago, de que truene y ronque el olvido del olvido. Adiós a las ausencias y los huecos, bienvenidas sean las aventuranzas de la aventura de morir por vivir.

No sé si me encontraré en la cresta de la ola, o en la carcajada del manto marino en la creciente ascendente tras una múltiple caída.

¿Qué daño puede ya cansarme la tierra donde yo nací y donde me he retirado porque ni toneladas de arena turbia pueden resguardarme de mis desvelos? No me queda más que entonar el vibrar de la natura y comprobar si me requiebro en sus ecos monstrencos y si me acoge cual retoño retornado.

Tan sólo así reconoceré y aceptaré mi debilidad humana, la eternidad mortal, lograré desdibujarme y desdoblarme de mi ego gratuito y rescataré la consciencia de mi infancia cuando todavía era persona sumergida en la fecunda excitación y serenidad del subconsciente.

¿Rememorará mi mente la hora acuática, el escupitajo pulmonar de la recién nacida, la flotación en el infinito cercado por el amor y el desamor materno?

Está por ver. Escoger tu pasado es mucho más difícil de lo que parece ...

Um comentário:

  1. Puedo imaginar un cuadro, de papel de seda blanco, con trazos imperfectos, como un boceto rápido, el agua del mar lo va mojando y lo deshace...como aquella bailarina de papel con la que me deleitaba siempre mi madre en cualquier bar cutre madrileño.

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