terça-feira, 20 de maio de 2008

¿Desaparecerá la barbaridad de los toros?

Qué jartura de Feria de San Isidro, qué cansinos. ¿Cuándo desaparecerá la barbaridad de los toros? Menos mal que hay medios, como el periódico Público hace unas semanas, que recogía varias razones para abolir la "fiesta nacional" jaja, (me estoy riendo sin ganas porque me tienen hasta la pepitilla-frenillo) de esta España de charanga y pandereta que nos quieren seguir vendiendo. Aquí os las vuelco y que cada uno decida y piense su postura frente a lo que, a mí nada humilde opinión, me parecen asesinatos, y por favor, no confundir con comer otros animales para alimentarnos y seguir la pirámide de la naturaleza debidamente.

1. El toro sí sufre durante las corridas.

2. El toro no disfruta de una especial buena vida ni de una muerte digna.

3. La supresión de la lidia no implica la extinción del toro bravo ni de su hábitat.

4. El sufrimiento de los humanos y otros seres no justifica la tortura del toro en la plaza.

5. La existencia de otros espectáculos agresivos no disculpa la agresión en la lidia.

6. El aspecto artístico y tradicional de la lidia no justifica su componente sádico.

7. La lidia no es una seña adecuada de identidad de España.

8. El beneficio económico de la lidia está manchado de sangre.

9. La oposición a la lidia ha sido una constante en la historia de España.

10. El espectáculo taurino implica una constante exhibición y exaltación de actitudes y poses machistas. (...)

11. la llamada “fiesta nacional” se basa en la insensibilidad del público hacia determinados aspectos crueles que él se toma como arte".

Y sigo con un poquito de humor y porque los puretas aficionados al torete afirman que ellos no disfrutan con el acoso, burla y muerte de los animales. No me cabe duda de que dicen la verdad, pero eso, mozalbetes (para compensar lo de puretas) no me tranquiliza lo más mínimo. Al contrario. Hay que tener huevos para ser un mero espectador de lo que ocurre en el ruedo y quedarse sólo con la precisión de la puya, el garbo del capotazo, la buena colocación de los rehiletes, el tino de la estocada, etc., etc., y evadirte mientras tanto de la sangre de todo lo que sucede, de ese espectáculo y de los mugidos de dolor del animal.

“¡Los bichos no lo pasan mucho mejor en el matadero!”, replican los amigos de la tauromaquia, burlándose de quienes criticamos sus corridas. No sé cómo se las arreglan para medir cuánto sufren las reses en los mataderos. Lo que sí sé es que una cosa es matar para comer y sobrevivir, típico comportamiento de casi todos los animales, y otra matar por diversión.
Y no digamos pagar por ver sufrir y morir. Ésa es una exclusiva de los animales que tienen el morro de autodefinirse como racionales.

Me planteo la pregunta del colega Homo Politicus ¿Para cuándo se les ocurrirá a los políticos poner una casilla en mi declaración de la renta en la que se me dé la opción de derivar mi porcentaje de impuestos dedicado a los toros a la protección animal?

Más me cabreo cuando pienso todo lo que tengo que pagar a Hacienda este año, espero que Hacienda seamos todos y no me joda sólo a mí.

Agradecimientos a Fernando Álvarez , etólogo, profesor de investigación (CSIC, Estación Biológica de Doñana).

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