Solía irme a la cama temprano. Sólo por el paripé de que esa noche vendrían los Reyes y me dejarían bajo el árbol el regalo que yo había elegido aquella misma mañana o unos días antes en la tienda de juguetes del pueblo, ancá Don Baltasar, casualmente.
Comprendo que mi abuela, para evitar disgustos por no acertar con el regalo de un niño tan caprichoso, me daba la opción de elegir. Así es como me ahorré ese shock traumático que todos arrastráis porque un mal día ese amigo cabrón os dijo que los Reyes eran los padres.
No por ello se perdía la ilusión por el juguete nuevo. Y también madrugabas para pasar más horas con este nuevo compañero que, durante las próximas semanas, se convertía en inseparable.
¿Qué te han caído los Reyes? Y era menos impresionante para el receptor contestar "esta bici", que soltar de carrerilla: Mi tía unos guantes de fútbol, mi prima este balón, mi abuela dinero, unos pantalones, un jersey -tragabas saliva - y unas zapatillas de marca, mi madre el juego de Quién es quién y otra tía un chándal y unos calcetines.
Hoy también he madrugado, quería aprovechar el día.
Me ha encantado este primer post del año pues refleja fielmente cómo cambia el sentido de un mismo día con los años.
ResponderExcluirAunque tengo que reconocer que anoche me sentí como una niña abriendo a hurtadillas ese regalo que me había traído Baltasar desde Madrid. Me dejó el "corazón partío" y el "alma al aire" pero sin duda me reafirmó que eres "amigo mío"...jajaja!!!
Muchas gracias ;)
Como disfruto leyendo tus post Diego, no dejes de escribir nunca.
ResponderExcluirPor un momento leyendo he regresado a mi infancia cuando aún no me había dicho ningún cabrón "la verdad" y me hacía ilusión acostarme prontito para ver al día siguiente que me habían traido, casi nunca coincidia con la carta, pero era feliz igualmente.
Ay Dieguín... Estas navidades de adultos nos hacen pensar muchas cosas, verdad???? Yo he madrugado sin querer, para preguntar a mi familia si les habían gustado los regalos que les habían traído los reyes Madrileños. Los únicos que había debajo del árbol junto a tres sobres (uno para cada uno de los hijos). Y a mi los reyes me han traído un bonito día de limpieza tras cuattro día con gastroenteritis.
ResponderExcluirI love you.
..es que en mi casa éramos más de Papa Noel, y, además tambien elegíamos previamente los regalos...éramos extremadamente prácticos para eso, pero no por ello nos dejaba de hacer ilusión...ayyyyyss, queya teneos una edad.
ResponderExcluirGuapísimo, Feliz AÑO!!!! Espero que el viaje por Turquía haya sido espectacular... me ha encantado el primer post de este año, seguro que el 2010 va a ser genial... ya sabes que soy una fan incondicional.
ResponderExcluirQue pasó con el viaje de visita??? espero que me des la sorpresa.
Un besazo guapísimo
Ufff, pues yo ya no se si pensar si he sido bueno o malo, a mi los reyes en el pueblo, de refilón. Eso si, por Madrid han pasado y al parecer con la intención de quitarme años de encima. Y es que estos reyes no son seguidores de tendencias, y en otoño-invierno no se llevan los colores vivos!! En cualquier caso, muchas gracias.
ResponderExcluirPor cierto, ¿¿no había tradición de dejar los zapatos debajo del árbol?? En mi casa seguimos haciéndola.
Un abrazo muy grande de tu rey (que no mago, si no moro)