quinta-feira, 31 de julho de 2008

Da y Do, playa y montaña

No sé. No me apetecía este año. Sería la tercera acampada consecutiva y como el año pasado estuve en plan seta. (La vida del reportero qué mala es. A esas horas en pie ¿para qué? para estar al pie de la noticia).

Como una seta, como un poto. Y ¿qué conseguí? pues que mi caché fiestero-majo decayera. Aún recuerdo, y si no ya me me refrescará la memoria Da, que discutí con uno porque su excesivo interés en que me animara, y que no fuera un soso, me encendía la sangre. No me la llevó a punto de ebullición pero sí me la subió unos grados Celsius, (¿qué pasa la mía es más mona). Y tanta presión sanguínea la pagué con él. Pobre, siempre tiene que haber un retrasado.

Así que pensaba quedarme en el hogar este finde. Pero se me pasó por la cabeza Valencia y un tren. Y ahí voy. Da a la montaña (que también tiene playa) y Do a la playa (que no tiene montaña).
Da me tiene que pasar fotos, porque mañana hay fiesta de bienvenida y el sábado de disfraces. Claro, como él siempre lleva esa ropa tan cara y tan mona...

No, no hay problema con el de Valencia, ya lo dejé todo claro tras volver del barco con un mensaje del tipo "Como ya me he dado cuenta de que no mereces la pena te deseo que todo te siga igual de bien. Ah, y un consejo, quédate con tu novia, que los tíos son muy superficiales..." Firmado: Dora.
A lo que me respondió al día siguiente: "Hola D me jode tener que quedar así contigo y no como amigos. A lo mejor el destino nos vuelve a juntar. Aki tienes un amigo. Un beso".

Pasé de contestarle, pero le diría que se pasara por RAE.es y se estudiara la defición de amigo. Hay que joderse...

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