Serendipity

Sigo leyendo a Jung y ahora estoy intentando encontrar información sobre cómo acceder al subconsciente para no depender únicamente del ego construido en pos de formar parte de nuestra sociedad. Ese ego artificial es el que en ocasiones nos provoca neurosis, nos priva de individualidad y nos pide que escondamos nuestros deseos y anhelos en favor de una arquitectura vital en el que el mañana sucede al hoy, y por tanto hay que pensar, hay que actuar, hay que hacer, convencer, comunicar, tener orden y vivir una vida más o menos estándar y sobre todo coherente.

Jung piensa que lo normal no existe y que la idea de normalidad se ha creado como molde para controlar a las personas, aborregarlas y quitarles la idea peregrina de que son responsables de sus actos, de lo que piensan, de lo que pasa en el mundo. Es más fácil echarle la culpa a otra gente de nuestros problemas o esperar que alguien los solucione. ¿Hay hambre en el mundo? Bueno, no es culpa mía, ya hará algo el gobierno o el FMI o quien sea. Yo sólo soy un granito de arena en la ancha inmensidad ... ni siquiera puedo controlar mi propia existencia ....

Bueno, lo estoy explicando fatal, pero lo que realmente me importa es que sí creo que soy consciente de por qué me he revuelto siempre contra lo "normal", porque yo nunca me he sentido normal ni lo he querido ser o no lo he podido ser. Mi individualismo estaba siempre pidiendo que le seleccionaran en el cásting. Después de eso me dio por pensar que efectivamente la sociedad era la que me estaba machacando, cuando no es del todo verdad. Es muy difícil pero hay que asumir que nuestra vida depende de nosotros y que tenemos que descubrirnos y expresarnos de forma completamente autónoma, sin depender de los demás para juzgarnos y sin esperar que nos entiendan o les gustemos. Jung escribe muy sagazmente que lo que este mundo necesita es gente que sabe quién es, y que finalmente la gente inspirada con su simple presencia ayudará a los demás a encontrarse a sí mismos.

Las tres rutas para conocer nuestro subconsciente son: los sueños, los lapsus y los complejos. Alucinante, de verdad. Ahora es hora de volver a Otto Rank y ver qué es lo que él sugiere que tenía que hacer el neurótico para volverse artista (retornar a su verdadero ser).

Es curioso que esté leyendo ahora esto cuando me he pasado dos días seguidos intentando encontrar una manera de poder recibir llamadas ip en un dispositivo wi-fi porque no puedo usar móviles. Cuore me espetó una vez que tengo demasiadas manías, y eso me hirió cuando me lo dijo. Sobre todo porque no había tenido que sufrirlas. No habíamos compartido juntas mucho tiempo. Pero las personas con maneras particulares de ver la vida, de hacer las cosas en seguida son tildadas de maniáticas.

Hay poca gente, aunque más de la que parece, que por motivos de salud no soporta utilizar el móvil (a mí me provoca dolores de cabeza y desorientación casi de inmediato). Si no puedes usar móvil eres una minusválida social. La cosa es que no puedo evitarlo y no lo he escogido y simplemente soy así, no me debería avergonzar de ello. Es muy difícil explicarlo a la gente porque la mayoría piensa que te lo estás inventando, es psicológico, etc. Ahora que las alergias alimentarias son más normales nadie se echa las manos a la cabeza si no toleras los lácteos o los cacahuetes pueden provocar una parada respiratoria. Pero sí es cierto que a nadie le gusta que le recuerdes todo el rato que eres diferente o que tienen que hacer un esfuerzo para tolerarte. A mí también me produce mucha aprensión el tener que explicar el tema hasta la saciedad o justificarme. Es como un teatrillo y ya sé cómo va a continuar la conversación. Como cuando le dices a alguien que eres gay y te empiezan a preguntar si quieres tener hijos y esas cosas.

Así que creo que lo mejor es olvidarte de dar una explicación y si no es necesario no contarlo; es más fácil asumir las cosas de esa manera. ¿No puedo usar el móvil? Bueno, es asunto mío, en realidad excepto para el tema del trabajo no tiene ninguna importancia. Si no tengo que explicarlo no me tengo que justificar ni convencer a nadie de que no soy rara. Tampoco tengo que enfadarme conmigo misma por tener esa limitación en mi vida. Sí, es cierto que si pudiera utilizarlos tendría mejores trabajos, etc, pero lo mismo pasaría si no fuera tan contestataria, tan bohemia, tan inconformista, tan pasota, tan, tan, tan ... O sea, que fuera complejos y a vivir nuestras individualidades con total naturalidad, aunque sea con nosotras mismas.

"Yo me entiendo", ¿sí? Pero qué fácil es desvirtuar ese auto-conocimiento y dudar. Cuántos comportamientos hay que desaprender para reconocernos. Y cuantísimas cosas hay que hacer para ver ante nuestros ojos el resultado de nuestra alma y entonces entender quiénes somos. Por eso hay que utilizar la soledad sabiamente para que se produzca ese diálogo interno con nosotras mismas que se pierde, se deja de escuchar, se escabulle cuando compartimos todo nuestro tiempo con otras personas. Es en ese fructífero y esclarecedor diálogo interior en donde tenemos finalmente la capacidad de vernos como somos, o por lo menos como nos intuimos. Independientes del tiempo y el espacio, de conyunturas, de la interpretación de otros.

Hoy estaba hablando con Cuore. Le escribí una carta porque no quería perder el contacto y creo que a partir de ahora podremos comunicarnos un poco mejor. De repente me he dado cuenta de que no quiero explicarme en exceso, porque el hacerlo es síntoma de querer que te entiendan, hacer ese gran esfuerzo que no siempre obtiene su recompensa. Es terrible cuando se dejan las cosas sin resolver y hay malentendidos pero a veces intentar explicarte es inútil, porque la otra persona está en sus erres que erres y se dedica a utilizar todo lo que dices como pared de frontón (y viceversa). Lo mejor es no discutir, pero para eso te tiene que dejar de importar lo que piensa la otra persona, defender tus opiniones, explicarte, etc. El mejor diálogo es el que no es estridente y el tiempo hace mucho para que la gente te conozca. Si todo lo que decimos, nuestras opiniones nacen de nuestra individualidad y también nuestra tremenda ignorancia, es normal que sea difícil el coincidir. Jung dice que las personas se entienden entre sí por su fragilidad, porque esa es la parte que tienen realmente en común: el dolor. Eso es lo que llamamos "humanidad".

Quería hablar del concepto de serendipity. En Jung eso es la sincronicidad. Conocer a alguien en el momento adecuado. A mí me pasa mucho cuando leo. De repente, tantas cosas cobran sentido y soy capaz de ponerlas en práctica. Me estoy dando cuenta de que por mucho que lea está llegando el momento de aprender por mí misma. No voy a encontrar respuestas a todas las cuestiones que me planteo. Voy a tener que poner en práctica las ideas que he decidido tienen sentido y aprender de mis errores. Últimamente están pasando cosas inesperadas y lo que hago no me lo tengo que pensar tanto, ni decidir minuto a minuto mis acciones, mi comportamiento. A lo mejor es porque llevo más de tres años de vuelta en Madrid y ese es el tiempo que yo he calculado que se tarda en volver a crear tu vida en un nuevo lugar.

Estoy más abierta a mis propias intuiciones y eso me ayuda también a ser sensible a lo que es importante para los demás. Aún así creo que sigo necesitando replegarme, entregarme a mi propio espacio y no hacer grandes demostraciones de las cosas que estoy aprendiendo o enseñándome a mí misma, porque de esa manera las diluyo y doy una imagen equivocada. Quiero bajarme los humos, ser consciente que soy una estudiante de la vida, trabajar en mí misma, entenderme para comprender a los demás, y ese silencio sigue siendo esencial. Si lo lleno con palabras y más palabras no podré escucharlo ya que es el que me habla y me permite llenarlo con ideas, sugerencias, pruebas. El silencio es también para responderme a mí misma cuando sucede algo. Soy muy de efecto retardado, no soy capaz de reaccionar inmediatamente a los acontecimientos. Antes de actuar debo pensar. Si de repente digo algo, suele ser lo que creo que los demás quieren oír. Es difícil. Y también hay que darle a las otras personas espacio para ver cómo van a relacionarse contigo.

Serendipity. El arte de vivir intensamente, de encontrarte con la vida, que ella vaya lanzando flores a tu paso, ideas, sugerencias, mensajes al vuelo. Posicionarte en el momento justo, estar ahí donde te necesitan. Ser tú misma y entregarte al azar. Mañana es azar, puede pasar cualquier cosa o lo que tenía que pasar.