segunda-feira, 9 de junho de 2008

Sin imágenes


El miércoles empiezo a trabajar otra vez. Con lo cual voy a cambiar radicalmente la dinámica de mi último año. Es extraño, estoy empezando a sentir en mi cuerpo los cambios bioquímicos de mi nueva situación vital. Ya no voy a tener todos los minutos del día para decidir qué hacer con ellos y voy a asumir la identidad de artista trabajando en otra cosa para subsistir. Voy a conocer un grupo de personas nuevo con quienes entraré en contacto diario y a las que expresaré mis emociones cotidianas. Qué extraño. Bueno, por lo menos parecen gente maja.

Durante este año en paro he acariciado la posibilidad de hacer mi trabajo artístico de forma continuada, aunque no he podido arrancar del todo. ¿Quién sabe? Tal vez ahora que mi trabajo no va a estar en el punto de mira y no me voy a machacar tanto sea capaz de avanzar más.

Hoy he vuelto a revisar los brutos de la peli y continuar trabajando. Wendy ha sugerido al ver el material que está filmado como una película de Ed Wood (un director tan malo que era genial). La verdad es que en gran parte el material es muy pobre. Va a ser difícil darle forma para que llame la atención. El guión está bien pero la ejecución visual deja mucho que desear. Tengo miedo de parecer una tremenda amateur cuando lo enseñe por ahí. Lo cierto es que aunque no lo parecía era un proyecto ambicioso. Es difícil hacer buena comedia y yo no he trabajado tanto con ficción.

El rodaje fue difícil pero me sorprende haber cometido tantos errores a pie de calle. Tengo que hacer un esfuerzo y terminar este proyecto para poder avanzar y meterme en el siguiente. No va a ser tan bueno como me hubiera gustado que fuera, pero tal vez en ese momento eso fue lo mejor que pude hacer. Tal vez yo realmente sea como Ed Wood, sobre todo en lo que se refiere al pensarme que tengo ideas geniales y que sé dirigir. Supongo que sé dirigir, pero a veces lo que hago no es muy bueno y parece como que nunca he hecho nada mejor, y eso no es cierto. Después de montar esta peli voy a escribir un manual de estilo para revisarlo yo misma en mi próximo rodaje.

Aunque es casi verano mi sensación es de que se acerca septiembre. Es fundamental que salga el sol y que este verano me lo pase bien. El otro día con Charles empezamos a hacer planes. Bueno, no lo parece, pero en veinte días yo me voy a Canadá y aunque siempre me dan aprensión los viajes antes de irme, la oportunidad de dejar todo en suspenso y lidiar con una situación diferente, sin las ataduras que tengo en Madrid, sin duda va a regenerarme. No sé muy bien cómo lo voy a hacer, sobre todo por el tema del dinero, pero tengo que hacer surf este verano. Tengo que fortalecer mi cuerpo para sentir el fortalecimiento de mi espíritu.

Estos días he estado cambiando mi ritmo de sueño y también he estado un poco enfermilla por haber dejado la medicación. Eso ha hecho que en muchos momentos me haya sentido algo mediocre. Es una sensación bastante precisa, como un velo en la mente. Ahora mismo, por ejemplo, estoy escribiendo y no noto el rebullir efervescente de mis ideas en una mente privilegiada, sino más bien el sonido de algo de cambio suelto en un cacharro de hojalata.

Estoy muy acostumbrada a utilizar el combustible de mis ideas, de la inspiración para dar tonalidad a mis días. Si estoy en baja forma me aburro, me resulto anodina, me revuelvo porque no puedo encontrar placer ni interés en lo que me dice la gente y el tiempo pasa sin pena ni gloria. Lo que pasa es que es relativamente rápido el tránsito hacia otro estado donde de nuevo reina la inspiración y la fascinación infantil por el mundo que me rodea o que llevo dentro. No es fácil, pero es rápido, sólo necesito una mecha, un punto de apoyo para mover el mundo.

Si pudiera únicamente concentrarme en la creatividad como tema único u objetivo lo haría todo más sencillo. Lo que pasa es que siempre estoy con varios temas pendientes, jugando a varias bandas: cómo comunicarme mejor, cómo organizar mejor mi tiempo, cómo mejorar en decenas de temas. Pero lo importante que he leído sobre cómo tratar estos momentos es simplificarlos. No intentar hacer nada exageradamente genial, sino hacer las cosas más llevaderas, más lógicas, con paciencia, con orden. Estos momentos mustios son una oportunidad de oro para observar la vida desde un lugar más apartado, tal vez con más objetividad. Un campo de entrenamiento para fomentar la paciencia y el carácter metódico, para mimar al ego herido o disminuido, para tal vez bruñir el instinto.

Según Otto Rank el artista debe primero aceptarse, identificarse, para después crear su trabajo artístico, y por último interpretarlo. O sea, que da igual si soy o no soy mediocre, mala comunicadora, algo neurótica e intolerante. Si esa es mi personalidad tengo que aceptarla y no luchar contra ella. Si la observo de manera objetiva no tengo que castigarme ni odiar a nadie por no entenderme o no ser como yo. Gracias a Zam sigo pensando en ser más flexible y menos susceptible con todo.

He visto un vídeo muy bueno en Youtube: What you resist, persists. Es sobre cómo nos empeñamos en criticar lo que hacemos, lo que vemos, luchar contra lo que no queremos pensando: "No quiero esto, no estoy de acuerdo con aquello", cuando en realidad lo que habría que hacer es pensar en lo que quieres y en aquello que quieres conseguir. El fijarse en lo negativo hace que no te lo puedas quitar de la cabeza y sólo fortalece tu miedo o tu aversión. Para mí sería una novedad, siendo como soy de criticona, el pensar en lo que quiero hacer, lo que quiero conseguir, lo que me motiva, mis metas, en vez de criticar el status quo o aquello que rechazo. Es más todavía que tener o poner en marcha una forma de pensar en positivo: se trata de visualizar aquello que quieres y no dejarte la energía en pozos sin fondo. No limits.

3 comentários:

  1. El problema que teneis los directores que montais vuestras propias pelis es que, como sabeis el esfuerzo que os ha costado cada toma, sois incapaces de tirar material. Creo que es bueno que la persona que se dedica a la edición no esté en el día a día del plató y sobre la peli tenga la mínima información indispensable (el guión, los timecodes de las escenas buenas para las capturas... pero poco más), para poder acercarse de una forma objetiva y sin prejuicios.

    Mi primer trabajo de clase va a consistir en montar un material de puta pena (mal interpretado, mal rodado, mal iluminado, con carencias a nivel de tomas tanto de vídeo como de audio, etc...). Si lo consigo ya verás los resultados.

    Suerte con el curro y procura no darle tantas vueltas a todo.

    [w]

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  2. Jeje, menudo ejercicio. A mí me pondría los pelos de punta :-)Yo soy muy mala editora porque no me gusta montar material que no haya filmado yo, no le encuentro atractivo. Montar es un trabajo muy creativo y al mismo tiempo la lógica y la objetividad tiene mucho que ver. Es un toma y daca entre la memoria visual y la emotiva. De todas partes yo me pierdo entre toma y toma ... Al rodar intentas encontrar aquéllo que piensas que los actores y actrices tienen dentro (o tú tienes dentro) y lo exiges una y otra vez. ¡A veces lo encuentras y lo sacáis a la luz!

    La verdad es que la edición es un apagafuegos la mayoría de las veces, sobre todo cuando filmas de manera precaria.

    ¡Seguro que te vas a divertir mucho montando!

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  3. Pues creo que a mí no me va a gustar montar material que haya hecho yo (digo hecho porque yo no soy de las que ruedan sinó que el material con el que trabajo es siempre sintético -ahora estoy obsesionada con las stopmotion-). Creo que prefiero montar material de otr*s, me cuesta mucho menos ver dónde va el corte, porque al final en eso consiste la edición, en cortar y pegar.

    besos.

    [w]

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