quarta-feira, 8 de julho de 2009

Garganta profunda

En lo profundo de mi garganta no, sino en el inicio, en las amígdalas es donde tengo un perpetuo problema. Que mi irrita, ahora sí, lo más profundo de mi ser.

Ayer sufrí un ataque agudo de amigdalitis, leve calentura (37,5ºC) y malestar muy general. Mis rodillas-magdalenas infernales estaban como sacadas del horno.
Sufriendo en mis carnes, perdón en mis fibras, este mal, me pasé por el médico a la salida de la presentación de la gira de Malú.

Ya en la consulta me pudo la rabia y la desesperación. Y arranqué a llorar. La fiebre me hacía débil y me sentía vulnerable. De nuevo con mis capacidades mermadas. Últimamente siempre lloro, pero con situaciones emotivas, ahora era de agotamiento. No entiendo que cada mes tenga amigdalitis, intercalada con faringitis o con un resfriado de por medio. "No te preocupes, nos pasa a todos, es lo normal, aires acondicionados, cambios de temperatura", fue su respuesta. Y su consejo más ibuprofeno y más paracetamol.

Por favor, quiero que decapiten a estas amígdalas. O periódicamente sólo ofreceré besitos de Heidi y Pedro.

Um comentário: