Qué frío empieza a hacer ya. Qué noche más fría la de anoche en mi súper cama de 150 cm. Ha llegado el otoño a las latitudes de Colonia Jardín, el calor afloja, las tardes se empiezan a acortar.
Pero qué bien recibe mi piso el sol más tibio todo el día, por la mañana por una terraza, al atardecer por la otra. Qué tarde ayer con Bebe y Toni. Merienda, bocadillo de Nocilla y mucha calma. Cómo se presta ya este nuevo hogar a intentar disfrutar con cosas agradables.
Qué tiernos atardeceres estoy degustando. Sin prisas. Sin resacas. Además, del tierno despertar del fin de semana, con la sonrisa que me despierta. Con el corazón que no deja de latir. ¡Menudos momentos estoy viviendo!
Qué ñoño, ¿no? Pero mira que me gusta el otoño.
Qué tiernos atardeceres estoy degustando. Sin prisas. Sin resacas. Además, del tierno despertar del fin de semana, con la sonrisa que me despierta. Con el corazón que no deja de latir. ¡Menudos momentos estoy viviendo!
Qué ñoño, ¿no? Pero mira que me gusta el otoño.