Sigo de mal humor. Confié que al irme a la cama anoche, hoy amanecería un nuevo día y un nuevo estado anímico. Todo empezó ayer, cuando muy peripuesto me fui al médico de cabecera a que me diera el alta porque los 10 días de baja que tenía previsto me superaban anímicamente.
-Eh... buenas -le digo al mozo que acaba de pronunciar mi nombre desde la consulta de mi médico- te iba a decir la pregunta tonta ¿Nacho no está, verdad? (¿qué pasa, cuántas veces le habéis preguntado vosotros a una embarazada, oh, estás embarazada?).
-Sí, por todo el día. Está enfermo.
Me revisa la garganta y me dice que parece que no está yendo todo lo bien que debería y que hay un trozo de amígdala derecha. Y ahí empezó todo. El cable se me cruzó, noté el cortocircuito y sentí el vapor a presión saliendo por mis orejas a la vez que mi cara cambiaba a verde.
Me prepara un volante y me marcho a urgencias a La Princesa. Ya está, a echar la mañana ahora, es lo primero que pensé. Pero en menos de 30 minutos estaba en la consulta del especialista.
-Hola, vengo enfadado y desesperado ya. Hace más de una semana que me intervinieron, sigo sin poder comer nada sólido, estoy asqueado de pures fríos y papillas de frutas. Me he olvidado de los helados, porque ya me hacen un daño horroroso. Y para colmo, parece que no ha servido de nada este calvario, una operación cutre, porque me ha dicho el médico de cabecera que hay un trozo de amígdala derecha.
-¿Su médico le ha dicho que le hemos practicado una intervención cutre?
-No, eso se lo he afirmado yo. Hombre, si te parece muy normal que me intervengan para quitarme las amígdalas y me dejen un trozo de una...
La doctora Koipe intenta calmarme -ajena ella a que la parsimonia me pone más nervioso-. -No se preocupe, está cicatrizando lento pero está bien, y no hay trozo de amígdala, más bien parece inflamación.
-Ya claro, que me vas a decir.
Me subió la dosis del antibiótico y me cambió el analgésico.
-Perdona, ¿este analgésico se metaboliza hepáticamente? (Gracias, Pepi por enseñarme a hablar con esta propiedad tan técnica) Porque no me gustaría darle más tute al hígado.
-Pues no lo sé, creo que sí, pero no más que el paracetamol. Dame un minuto, ahora vuelvo, que voy a consultarlo.
Mañana vuelvo a ver al médico de cabecera para contarle la aventura. O mejor le paso el enlace de este post. Porque si se lo vuelto a contar, lo vuelvo a revivir y el cabreo me habrá durado... tres días.
Nota: El mal humor es síntoma de rapidez mental. Estar de mal humor y ser un gruñón son buenos síntomas y hacen pensar con más claridad, según un estudio australiano publicado en «Science», que investiga las emociones.
Te sienta muy bien el verde cari, hace juego con tus ojos, bueno, más bien contraste y el contraste está de moda. Por favor relájate que con estos cambios de color y de humor no ayudas a nada a tu ausencia de amígdalas y no pretendas ser más listo que los médicos aunque ya sabemos que tienen faltas. Te vienes a yoga conmigo? Un besito
ResponderExcluirMe encanta la nota final... me ofrezco a que me tomen como conejillo de indias y profundicen en el estudio....vamos que ganan el Nóbel.
ResponderExcluirY por lo demás...en el fondo ya lo sabias a estas edades es más lento a la par que jod.
Besos
Vaya.
ResponderExcluirA mi regreso espero que todo mejore.
Abrazos
JC
Ánimo pitufo gruñón... ¡Ay no, que los pitufos eran azules, no verdes...!!!! gg!!!
ResponderExcluirMuchos besos y paciencia, pide paciencia, porque como te den fuerza.... jajajajaja!!!!!
Pensaba que era PITUFI-MUDO
ResponderExcluirYa lo entiendo, como eres tan rápido mentalmente, pues eres lento cicatrizando, ¡todo no se puede tener en la vida!,eso es que has comido pocos helados, y la cicatrización no es igual en un sitio húmedo que seco. Ánimo, paciencia y muchos besos.
ResponderExcluirSanidad, ¡ese misterioso y desconocido mundo! Desde luego que se están luciendo contigo, amor. Paciencia y nada más...
ResponderExcluirPor cierto, la nota final, es tremenda... debe ser que yo también tengo una rapidez mental superior, pq estoy de mal humor taaaantas veces al día...
Muac!